ENCUENTRO

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El reloj marcaba las 02:14 de la madrugada mientras ella, desesperada trataba de hacer una llamada, al otro lado de la línea descolgaron el teléfono y la joven emitió un grito ensordecedor:

- ¿Qué pasa? – Respondió Analía un poco adormilada – ¿Quién es?
- Acabo de terminar el anime que te pasé está tarde
- ¡ESTAS LOCA MARA! – Miró el reloj – son las dos de la madrugada debo ir a clase a las 6:00 y tengo examen, necesito dormir
- Yo también tengo que madrugar Analía, mi clase es a las 7:00 a.m
- Pero estoy segura que llegarás a las 7:30
- Si es muy probable, jajajaja, lo siento es que de verdad me encantó el anime, tienes que verlo
- Lo hablaremos mañana, adiós y duérmete ya
- Esta bien, chao.
Mara preparó su cama y se fue a dormir feliz por el espléndido final del anime.

Ellas son dos amigas que se graduaron juntas del colegio; aparentemente son distintas de pies a cabeza, no solamente en el físico también en su personalidad, mientras que Mara Bello es una chica de piel morena, largo cabello negro, ojos cafés, baja estatura, extrovertida, sociable y un poco irresponsable, Analía Vallejo es de piel clara, cabellos castaño con tonalidades rubias, ojos café claro, más alta que su amiga, un poco temperamental, dedicada a sus estudios y responsable. La primera es aficionada a cosas como las películas, los libros, los animes y mangas, la segunda es un poco floja para leer literatura y ver anime, pero empujada por su amiga hacia estos mundos cada vez que tiene algo de tiempo, ambas coinciden en la mayoría de las cosas cuando están juntas a pesar de ser diferentes.

- ¡Aaaaaaaahh! Es espectacular, me encanta
- Por favor no te descontroles, reacciona, que estamos en público, te emocionas demasiado.
- Jajajajaja, lo siento, lo veré después, pero mientras lo haga te enviaré mensajes cada vez que me emocione y si pasa una vez por segundo te enviaré miles de mensajes y…
- Ya entendí, ya entendí, lo veremos juntas pero luego, ahora tengo clase
- Pero podrías saltártela ¿verdad?
- Y después me dices que no eres una mala influencia
- Solo un poquito, jajajajaja
- ¿Quién como tú Mara Bello?
- Nadie, soy única y excepcional Analía Vallejo
- Bueno, me voy, espero tú también asistas a clases, futura docente
- Está bien, señorita ingeniera

PASADA HORA Y MEDIA

- Señorita Bello, llega tarde, la clase comienza a las 2:00 – dijo el profesor José Luis, mientras la escrutaba con la mirada.
- Discúlpeme profesor, me entretuve haciendo un trabajo
- Creo haberla visto hace poco más de media hora en el pasillo, riendo enérgicamente mientras “hacia el trabajo”
- Es que era un trabajo muy interesante y entretenido, profesor.
- Ya veo, espero que emplee la misma energía e interés en la clase de hoy, porque esto entrara en el examen final
- Si señor

Al término de la clase Mara se encontraría con Analía e irían a visitar a Ángela, la sobrina contemporánea  de la primera y amiga de la segunda, pero al llegar a la parada de autobuses le ocurrió algo muy extraño: la abordó un joven descocido con unas extrañas palabras:

- Mi señora, lamento no encontrarla antes, por favor discúlpeme.
La joven miró hacia todos lados pero solo estaban ellos dos allí.
- ¿Hablas conmigo muchacho?
- Por supuesto, alteza
- Lo siento, creo que me estas confundiendo, no soy señora, ni soy princesa, ni nada parecido
- ¡oh! Entonces me disculpo por incomodarla,… pero para asegurarme de que estoy equivocado me gustaría saber su nombre, por favor.
- Soy Mara, Mara Bello – le dijo ofreciéndole su mano – y ¿tú eres?
- Alexander – respondió él estrechándole la mano a ella – puede llamarme Alex si lo prefiere.
- ¿Solo Alexander?
- Si mi seño… si, señorita, solo así.
- mmm, bueno, si me disculpas debo irme.
- Claro, hasta luego.

Alexander vio como Mara se marchaba, en su mente daba vueltas unos misterios que lo preocupaban: ¿de verdad se había equivocado y esta chica no era a quién buscaba? O si no estaba equivocado ¿Por qué no lo recordaba? O quizás se precipitó y aún la muchacha no tiene la edad para recordar. En ese momento una presencia desagradable para él lo distrajo de sus pensamientos.

TRINIDAD: DESTINOS COMPARTIDOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora