NUEVO ALIADO

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Al día siguiente de la conversación con Alex, Mara fue al trabajo normalmente, no pensaba ceder hasta que ese hombre no le diera una razón válida, para dejar su trabajo, en primer lugar porque, aunque le parecía extraño, era el único en el que él no había podido interferir para que ella fuera despedida o algo por el estilo, la otra razón era que con este trabajo por fin podría ahorrar un poco de dinero y también comenzar a pagar la deuda que adquirió con el joven, todavía no tragaba entera la historia de la diosa, demonios, etc. Lo que más anhelaba era ahorrar para mudarse, pero con la aparición de este chico todo se volvió más complicado, sentía que a parte de sus padres había encontrado otra persona que también le quería quitar su libertad y eso era algo que no pensaba permitir. Sus padres eran una excepción ya que eran importantes para la muchacha, las demás personas estaban fuera de cuestión, ya estaba al límite de veinte años de encierro voluntario para ver a sus padres felices, no lo soportaría más por ellos, muchos menos por una persona que había llegado a poner su vida patas arriba, más complicada de lo que ya era. El sonido la puerta abriéndose la sacó de sus pensamientos y utilizó su sonrisa para los clientes.

- Muy buenos días, bienvenido, ¿En qué le puedo ayudar? - dijo dirigiéndose al joven que tenía en frente

- Buenos días – el chico la miró detenidamente por unos segundos – estoy en busca de un regalo, para una chica especial. Ella es físicamente parecida a ti

- ¿Se refiere a que es de mi talla?

- Si, ¿me puedes ayudar a buscar un pantalón de dama que sea en algodón y elastano? Que sea flexible para que parezca ajustado pero no lo sea realmente, y una blusa en tela chales larga de manga sisa, ambos en colores neutros – dijo todo rápidamente mientras examinaba la ropa – el pantalón puede ser negro y la blusa azul índigo, roja o color vino tinto

- Entiendo – respondió Mara sorprendida por las instrucciones tan claras del chico, se notaba que conocía muy bien a su “chica especial” y también porque al parecer la chica tenía preferencias parecidas a las suyas, pero esto era bueno para ella pensó, así podría complacer al cliente fácilmente

Después de ver varias opciones escogieron un pantalón negro con detalles dorados en la cintura, talle alto, semi ajustado; una blusa sencilla en manga sisa de color rojo y un vestido de color vino tinto, corte princesa con mangas cortas con detalle de recogido en ellas, que dejaría los hombros al descubierto. El joven miraba la ropa con satisfacción, se notaba que había sido escogida con amor, pero no pudo evitar sentir que el chico se parecía a alguien que conocía, y eso la tenía un poco inquieta, pero decidió olvidarlo ya que conocía muchas personas por sus prácticas de enfermería y por la universidad.

- ¿Desea algo más? – le preguntó al cliente con una sonrisa

- Si, por favor, dos camisas manga larga de un solo tono cada una y un par de jeans, para hombre en esta ocasión.

- ¿Son para usted? – preguntó la chica dirigiéndose a la sección de hombres

- La mitad, el resto es para mí cariñito

- Oh, bien, ¿sabe de la talla de su “cariñito”?

- Claro

Encogieron en este caso una camisa azul índigo, una café y un par de jeans muy informales. Después de pasar por caja el joven le agradeció la atención y antes de cerrar la puerta le dijo con una sospechosa sonrisa “Nos vemos luego”.

...

Después de eso el día estuvo bastante ajetreado por lo que Mara se distrajo hasta el punto de olvidar a su primer cliente de la mañana, los celos infundados de Alex y los problemas familiares. Por lo cual se sintió muy bien por un momento, le encantaba mantenerse ocupada, era otra de las razones por la que estudiaba una carrera técnica además de la carrera universitaria, la ayudaba a despejarse de sus problemas y concentrarse en otra cosa, ya que la estrategia de leer no le funcionaba debido a su bloqueo lector y le daba tristeza su condición en torno a la lectura, ya que amaba leer, era una de las pocas cosas que le gustaba de su carrera universitaria. Estuvo tan ocupada que no se dio cuenta de la hora hasta que llegó su jefe, entrando silenciosamente

TRINIDAD: DESTINOS COMPARTIDOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora