- Alex, muévete, tenemos que ir al segundo día de reunión – dijo Ian por milésima vez, su hermano mayor iba de mal en peor, estaba más distraído con el pasar de las horas.
- ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que ella se fue? – preguntó Alex ignorando lo que decía su hermano menor.
- Solo han pasado 8 horas, si quieres regresar rápido has tu trabajo, señor príncipe candidato al trono.
- ¿No puedo renunciar y ya?
- No, eso le traería problemas a Mara y no pienso tomar tu lugar – El vampiro suspiró – vamos de una vez, quieres terminar con esto rápido ¿verdad? Yo también, tampoco me gusta estar lejos de ella.
- Está bien.
Ambos terminaron de alistarse y tomaron el carruaje para llegar al castillo principal, llegaron al cabo de media hora, aún no habían alcanzado el salón principal y ya se querían ir, ambos odiaban esta reunión, pero a cambio de mantener esta farsa ellos podían estar tranquilos en el mundo humano con Mara durante el resto del siglo.
- Hoy el olor a humano es más fuerte en ti, querido hermanito – dijo Zanibe, la tercera de los hermanos demonio, en cuanto vio llegar a sus hermanos menores
- Es tan poco hermoso, que sigan pegados a los inferiores humanos – comentó Zevebe, hermano gemelo de Zanibe.- ¿Acaso son celos lo que escucho? – Respondió Ian – ya que las mujeres humanas son más hermosas que el par de demonios patéticos que tengo frente a mí.
Esto llenó de furia a los gemelos, sus centellaron y estaban a punto de responder pero el segundo hermano, Turel, los detuvo.- Ya basta chicos – ordenó Turel - empecemos la reunión para que cada quien pueda irse, seguro tienen cosas importantes que hacer
Todos los presentes asintieron y tomaron sus respectivos asientos.- Danel y Assael les pido que no caigan en las provocaciones de sus hermanos mayores – dijo el segundo hermano, al notar la mueca que ambos hicieron se apresuró a corregirse - mis disculpas, prefieren sus nombres humanos ¿verdad? Ian y Alexander ¿no?
- Así es segundo hermano, si no es mucha molestia – Concedió Alex.
- Bien, entonces comencemos la reunión – decidió el primer hermano, Anane – comenzaremos en un punto urgente, la reina de los llamados dioses o primeros humanos: Akia.
- ¡¿Qué tiene que ver Mara con esto?! – exclamó Alex, levándose de su asiento.
- ¿Así que se llama Mara ahora? – Preguntó de forma irónica el primer hermano – cálmate Assael, puede que no te no te guste pero ella se ha convertido en una amenaza para nosotros.
- Debo intervenir aquí – dijo el segundo hermano antes de que Alex pudiera decir algo – ella ha salvado más demonios que todos los aquí presentes.
- Y siempre ha tenido como pago la lealtad de aquellos que salvo, no le debemos nada, además es precisamente por eso que debemos hacer algo, tiene lacayos de todas las especies a sus pies, incluso demonios tan antiguos como nuestro padre.
- ¿Y es por eso que la crees peligrosa? – Se burló el cuarto hermano, Narsus, - ante una belleza como ella yo también me rendiría y le serviría.
- Estoy hablando enserio – refutó Anane.
- Pues no veo a nadie riendo a carcajadas – intervino Akibeel, el quinto hermano – estas exagerando, esa niña nunca nos ha declarado la guerra, ella vive feliz en la tierra con los humanos, no veo el problema.
- Es cierto que tiene muchos seguidores – habló el sexto hermano, Batraal, en la mente de todos los presentes – pero ninguno de ellos fue obligado, todos lo eligieron.
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TRINIDAD: DESTINOS COMPARTIDOS
FantasyEl equilibrio entre los tres reinos desconocidos por la raza humana está a punto de resquebrajarse con el despertar imprecedible de la joven Mara, quien tendrá en sus manos el poder suficiente para equilibrar la balanza. Sin embargo, ese hecho era a...