Pasaron los días y las semanas, al cabo de cuatro meses, aproximadamente, Mara se percató de que sin darse cuenta Alexander se había convertido en una presencia constante en su vida, hasta el punto de pasar todo día juntos, solo se separaban cuando Mara iba a su casa, debido a que sus padres eran conservadores y estrictos, y aun no había inventado una excusa para su “demonio guardián” ya que no le gustó para nada la sugerencia que dio Alex cuando le contó el problema:
- ¿Por qué no puedo ir a tu casa? – había preguntado el joven haciendo un puchero
- Porque mis padres empezarán a interrogarte sobre tu familia y no puedes decir que tu padre es el rey demonio del infierno – decía Mara con voz monótona – además si se enteran de su existencia serán más precavidos y no pasaré tanto tiempo contigo en el centro comercial.
- Solo tengo que decirles que mis padres no viven en esta ciudad o en este país, con respecto a las salidas solo di que soy tu novio, no creo que te nieguen ir al centro comercial con tu novio, teniendo en cuenta que queda a diez minutos de la universidad – dijo encogiendo sus hombros de manera demasiado despreocupada para el gusto de Mara.
Ella solo lo fulminó con la mirada.Sin embargo unos días más tarde la situación económica de la familia de Mara se complicaría drásticamente y Alexander se enteraría inevitablemente, lo que ocasionaría un giro inesperado en la vida de la joven Diosa
…Un jueves por la tarde, Alex y Mara estaban en el centro comercial comiendo helado, pero la joven parecía estar con la cabeza en la luna
- Mara, si sigues ignorando tu helado se va a derretir – dijo el joven en un intento de llamar su atención – ¿estás bien? ¿Te cayó mal el helado o ya te aburriste de comerlo? ¿No era tu sabor favorito: mora con vainilla?
- Está bien solo me duele un poco la cabeza, parece que me quiere dar gripe y el aire acondicionado no me ayuda mucho – respondió ella con una sonrisa
- Entonces nada de helado – dijo el muchacho arrebatándoselo de las manos – mejor vamos por un pollo asado
- NOOOO, devuélveme mi helado
- Nooop
- ¿No puedo tener ambas cosas y ya? – dijo ella con cara de suplica
- Está bien, pero apenas termines el helado nos vamos para que no te siga afectando el aire acondicionado – dijo el mientras le devolvía el helado y la tomaba de la mano – mientras tanto compremos el pollo para llevar.
Al día siguiente Mara tenía la mañana libre y pensó invertirla en la lectura de un libro, en la comodidad de su habitación, pero eso no se podría debido a la algarabía que escucho afuera de su casa. Eran unos prestamistas a los que su madre Luz les había tomado dinero presado para ciertos gastos de su negocio, el cual no prospero como se esperaba, y debido al atraso los cobradores le agregaron más intereses, Mara preocupada por las lágrimas de su madre trató de razonar con los sujetos, pero ellos insistían el que si no recibían el pago ese día se llevarían sus cosas de valor.
En ese momento apareció un automóvil plateado que se le hizo demasiado conocido, ella se apresuró a salir al encuentro del conductor antes que su madre:- ¿Estás loco Alex? – Le preguntó al joven tan pronto como bajo la ventanilla del carro - ¿Cómo se te ocurre venir a mi casa? Y lo que es peor en este momento.
- ¿Pasa algo malo? – Inquirió el joven un poco preocupado al ver la expresión de la chica – Te puedo ayudar pero dime que pasa.
- Deudas, es lo que pasa.
- Bien, entiendo – dijo Alex mientras bajaba del coche y se dirigía hacia los prestamistas que discutían con la señora Luz
- Buenos días señores, yo soy un familiar de la señora aquí presente ¿me pueden explicar la situación para que podamos llegar a un acuerdo?
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TRINIDAD: DESTINOS COMPARTIDOS
FantasyEl equilibrio entre los tres reinos desconocidos por la raza humana está a punto de resquebrajarse con el despertar imprecedible de la joven Mara, quien tendrá en sus manos el poder suficiente para equilibrar la balanza. Sin embargo, ese hecho era a...