Canciones Olvidadas.

Capítulo cuatro.

Junio 10, 2005

—¡...Cumpleaños Kiara, cumpleaños feliz!

Les dedico una sonrisa a todos antes de cerrar mis ojos y apagar las velas del pastel. No soy creyente en los deseos de cumpleaños por eso nunca he pedido uno pero para éste año decido que será una excepción. Cierro mis ojos y suspiro profundo.

Deseo volver a estar con Thomas.

Soplo y las pequeñas llamas desaparecen. Todos vitorean y encienden las luces. Observo las pocas personas en la habitación. Quizás la partida de Thomas haya sido dura pero no puedo evitar admitir que gracias a ello pude conocer personas increíbles en el instituto. Observo como las tres personas que se han convertido en parte importante de mí éstos últimos meses se acercan para abrazarme.

No creí llegar a congeniar con ninguno de mis compañeros de clase, sin embargo Ema, Shelly y Louis fueron la excepción.

Recuerdo cuando nos hablamos por primera vez, me vieron tan miserablemente sola en la cafetería que decidieron sentarse y unirme a su pequeño grupo. Fue un poco incomodo al principio pero luego descubrí que son bastante divertidos y disfruto de su compañía y claro nunca me aburro de las ocurrencias de Louis o los quejidos de Ema por querer adelgazar pero no querer hacer nada al respecto o de los constantes malos humores de Shelly. Son un grupo bastante peculiar pero les he llegado a tomar bastante afecto.

—¡Feliz cumpleaños extraña! —dicen al unisono.

Ruedo mis ojos y luego rio ante el apodo que desde aquel día en la cafetería me otorgaron.

—Pensé que por ser mi cumpleaños dejarían esa tontería — observo como mama lleva el pastel hacia la cocina para cortarlo.

—Nunca, para nosotros siempre serás esa extraña sentada sola y tan melancólica en la cafetería —dice el ojiazul desordenando mi cabello.

—Pero lo decimos con amor así que no te enfades cariño —Shelly golpea a Louis.

Ambos recibimos el pedazo de pastel que mamá nos da y nos sentamos en los sillones de la sala. Le doy una sonrisa de agradecimiento a mamá y ella pellizca mi mejilla para luego irse a la cocina.

—¿Y bien? ¿El  chico estrella te ha llamado?

Todos le dan una mala mirada a Louis.

—¿Qué? Sólo quiero saber si Tommen recordó tu cumpleaños.

—No le hagas caso Kia, de seguro ha estado muy ocupado para comunicarse contigo— le doy una pequeña sonrisa a Ema y ésta me la devuelve.

—Pues te soy sincera amiga, no estoy de acuerdo con Ema, al cabroncito se le olvidó y punto. Es un idiota —Le frunzo el ceño a Shelly y ella solo se encoge de hombros —Soy tu amiga y es mi deber decirte la verdad.

—Sé que Thom no lo olvidaría— susurro y me gano una mala mirada de Louis y Shelly.

Ellos no son muy fans de Thom y no hablo de su música. Sin embargo Ema es mas comprensiva y respeta mi esperanza de que aún, a pesar de toda la fama que ha estado ganando con su canción, me recuerde.

La ultima vez que hablamos fue hace diez días y solo fueron un par de mensajes en el que me contó que le encantaba el rumbo que estaba tomando su carrera y que a la gente le gustara su música. Claro que luego de un par de minutos dijo que tenía alguna grabación así que estaba muy ocupado. Pero no perdí la esperanza en nosotros y aún no lo he hecho.

En la radio comienza a sonar una canción bastante pegajosa y Louis suelta un gemido.

—Oh si, a bailar —lo miramos horrorizadas y el sólo asiente y se levanta.