Canciones Olvidadas.

Capitulo diez.

—¡Oh qué bien! El jodido Bad Boy se presentará —gruñe Louis.

No le presto atención. Mis ojos aún siguen clavados en esas siete letras y mi corazón salta de mi pecho.

—Kia ¿Estás bien? —tardo en reaccionar pero asiento guardando el folleto en mi pequeño bolso.

—Estoy bien. Es sólo que no me lo esperaba —le sonrío para tranquilizarla y sé que no se lo cree pero no pregunta más nada.

Louis me toma de la mano y volteo a verlo. Su mirada está en otra parte con el ceño fruncido. Lo ignoro y sigo observando a los famosos para olvidarme del chico que solía llamar mejor amigo.

Algo vibra en mis piernas y saco rápidamente mi teléfono.

—Es Shelly. Les digo a mis amigos.

>>¿Nerviosa? —es lo primero que digo al contestar.

—Mierda yo... lo siento Kiara. No pensé que él se fuera a presentar. Se supone que para nosotras era sorpresa no sabía que lo habían escogido. Yo... lo siento.

Me toma unos segundos captar todo lo que dijo porque vaya que lo dijo rápido.

—Hey, Shelly, todo está bien. Estaré bien, sé que no es tu culpa. Tú solo enfócate en lucir genial ¿Está bien? —escucho un suspiro de su parte.

—Si quieres irte lo entiendo. El jodido chico es un gran idiota —rio un poco.

—No seas tonta. No me iré ¿Crees que me perdería uno de los días más importante de mi mejor amiga solo por ese jodido gran idiota?

—Gracias. Ya debo irme, un beso a los chicos —y cuelga.

—Shelly les envía un beso —les digo guardando mi teléfono.

—Pues que venga y me lo dé ella —bromea Louis. Ruedo los ojos.

De un momento a otro las luces se apagan y todos en el salón guardan silencio. Muerdo mi labio nerviosa y el primer artista hace presencia en el escenario.

[...]

No puedo evitar sonreír enormemente al ver a nuestra mejor amiga caminar por el escenario como toda una diosa. Su traje está inspirado en alguna cultura indígena y se vé simplemente hermosa. Camina con los brazos abiertos y muy coqueta al compás de la voz de un cantante que desconozco pero admito que me agrada su voz.

Se supone no debemos vitorear pero el salón no se encuentra en total silencio pues todos hablan de mi hermosa amiga y por supuesto Louis no puede evitar soltar un silbido ganándose una pocas miradas. Sin embargo, hay momentos en que la gente se emociona, es inevitable no hacerlo.

—Mierda se vé fantástica —susurra Louis y estoy de acuerdo con él.

—Se vé hermosa —volteo a ver a Ema y está a punto de derramar unas lagrimas. Sonrío y pellizco a Louis para que se dé cuenta también.

—¿Estás jodidamente llorando? —Claro, no puede cerrar su gran bocota.

Ema nos hace seña de que nos callemos y sigo mirando a Shelly. Cuando está en la orilla del escenario nos mira y nos guiña un ojo, Louis hace ademán de desmayarse y yo sonrío. Se va y da una vuelta antes de desaparecer por completo.

Definitivamente éste ha sido uno de mis desfiles favoritos. No es tan recatado como los otros. Aquí las modelos tienen la libertad de pavonearse por el escenario como si fueran las reinas del mundo.

Hay un pequeño descanso y salimos para comprar algo. Luego de tomarnos un par de cocteles y por supuesto mirar y hablar sobre los famosos, volvemos y las luces están apagadas. Quizás tardamos algo más de lo que deberíamos.