Erick
Han pasado dos semanas desde que no sé algo de Joel.
El viernes pasado no recibí sus rosas y menos un mensaje de él. Tampoco recibí las de hoy.
No debería preocuparme, tal vez se quedó sin dinero y no pudo pagarlas, pero no puedo justificar lo de que no pueda mandarme al menos un mensaje o llamado.
—Erick Colón, ¿Puede decirme qué es el espacio geográfico?— me pregunta el profesor y por un momento me quedó sin aire al ver como todos en el salón me miran esperando una respuesta.
—E-eh...— me quedó sin aliento, siento todavía mí cuerpo tenso y mis manos sudan.—Presta más atención Erick ¿Sí?— asiento frenéticamente con la cabeza— A ver... ¿Zabdiel?
Ahora todos dirigen su vista hacía él y mis nervios disminuyen, pero mi cuerpo sigue tenso. Volteó para mirarlo y veo como baja la mano luego de levantarla.
—El espacio geográfico es el espacio específico en la tierra donde el ser humano desarrolla sus actividades en su interrelación con el medio natural— responde seguro de sus palabras y siento celos al ver como el profesor asiente a sus palabras. Yo también pude haber respondido eso pero se me olvido a último momento.
—Muy bien, Zabdiel— le dice con una sonrisa de orgullo en sus labios.
Al menos algo de lo que sale de su boca lo entiende alguien.
Tengo que dejar de pensar en Joel y prestar más atención, o sino reprobaré geografía.
×××
Estoy apunto de salir del salón, pero una gruesa voz me hace parar y obligar a darme vuelta para verlo.
—¿Sí, profesor?— preguntó con algo de miedo acercándome a él.
—Tenemos que hablar de tus notas.
Su mirada me intimida, puede ser buen maestro con todos, pero eso no dice que a la hora de hablar de las notas siga siendo el mismo maestro sonriente.
—¿Sucede algo?
—Siéntate, por favor— señala la silla frente a él y obedezco—. No sé qué ha pasado contigo, Erick. En estos últimos meses has bajado la nota en mí materia, y quiero saber porqué.
—E-eh... Yo... No es nada, maestro, he estado solo un poco distraído, lo siento. Le juro que desde ahora prestaré más atención— dije soltando un suspiro.
—Más te vale, Colón. De lo contrario, lo veré en verano— me dió una sonrisa divertida— ya puedes irte.
Asentí y torpemente salí de aquella sala. Sinceramente tengo miedo, estamos entrando en los exámenes finales y no creo poder aprenderme todo en lo que no presté atención de los últimos meses.
Todo por andar pensado en él.
Camino por los pasillos, buscando a Christopher y Richard. Es hora del almuerzo así que supongo que están en la cafetería.
Asomó la cabeza por las puertas y los buscó con la mirada. Definitivamente se están besando; Christopher sobre el regazo de Richard, comiéndole la boca. Aún no entiendo cómo es que los maestros no los hallan dicho que no pueden besarse por todos los rincones de la escuela, y menos cada cinco minutos, o segundos.
Salgo y vuelvo a caminar por los pasillos vacíos. No pienso volver sentarme en la misma mesa mientras ellos se besan, ¿Cómo no es posible que no se les acalambren los labios?
Abro mí casillero y saco la bolsa de papitas que compre hace unos días y dejé ahí por si tenía hambre.
Y vuelvo a caminar con dirección al patio trasero.
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Me siento apoyando la espalda contra un árbol y saco una papita para llevarla a mi boca.
Miro mi alrededor, no hay nadie, excepto los cerebritos que vienen aquí para estudiar con tranquilidad.
Cierro los ojos apoyando mí cabeza contra el árbol por unos minutos. Es tranquilo aquí, tal vez empiece a almorzar aquí para no soportar a los novios.
Una vez que termino de comerme las papas, tiro la bolsa en algún cubo de basura cercano y agarro el celular para jugar un rato hasta que toque el timbre.
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q alguien separe a rich y chris porfa
