Capítulo 3

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- ¿Y a dónde vamos? - dije cuando el auto comenzó a moverse.

Ben estaba de conductor y Eduard estaba a su lado, yo por otro lado estaba tranquilta, dejando que unos sujetos me secuestren, ps, esto pasa todos los días, lo normal, ¿no?

- te divertirás, te lo aseguro - habla Ben sin quitar esa sonrisa de su cara, creo qué hasta me molesta, parece que se burla de todo, ¿acaso no les molesta ver a un tipo reírse por todo?, pues a mí sí, me molesta y mucho.

- la verdad - comienza a hablar Eduard - pensábamos irnos antes, no nos justan mucho las fiestas.

- Ja, si claro - como si me creyera esa tontería.

Escucho como Ben se burla de mi respuesta y mira hacía atrás para afirmar, ¿afirmar qué?. Púes no tengo ni la menor idea.

Eduard se aclara la garganta y le pega un codazo a Ben.

- nos vamos a juntar con unos amigos - me mira por el retrovisor - y te aseguro que no tendrán problemas de que llevemos a alguien más.

Claro, no tendrán problema, lo siento pero yo sí, en este momento estoy tratando de salir de un ataqué de pánico y tu única solución es ir a otro lugar con más gente, ¡genial!

- no te preocupes muñeca - me guiña un ojo - podrás quejarte y beber todo lo que quieras, yo invito.

Eduard ríe y el trayecto se mantiene en silencio hasta llegar.

Como ya no estoy tan afectada, puedo bajar sola pero Eduard como caballero que es, me abre la puerta y ayuda a bajar.

- te divertirás - me afirma Eduard mientras entramos.

Si claro, un lugar lleno de gente es tan divertido.
Prefiero estar en casa viendo mis series tranquilamente con mi rico helado.

- hola chicos - Ben hace un saludo medio raro con otro chico y todos me miran curiosos, ni disimulan.

- ella es...- me mira para que hable pero mantengo el silencio. No quiero decir mi nombre a desconocidos. Ben se aclara la garganta y prosigue - una chica que quiere pasarla bien.

- ¡Ho!, una chica misteriosa - hace una pausa- me gusta...

- comportate Cris - le reclama otro chico.

- y tú deja de ser tú, Ev - le responde.

Los dos ríen ante la claramente estupidez que dijo el último.

- perdonalos - me habla Eduard sonriendo apenado.

Nos sentamos de esta forma. Yo al medio de Ben y Eduard y los otros dos al frente. Al llegar los tragos todos me miraban expectantes.

- es un trago algo fuerte - se digna a hablar Eduard - si quieres puedo pedir otra cosa.

Sin hacer caso a lo que dice comienzo a beberlo hasta acabarlo.

- ¡genial! - aplaude Cris - es mejor que el propio Eduard en su fase rebelde.

- chicos...- dice avergonzado.

- a él le dan sus días y de verdad que parece odiar a todo el mundo - vuelve a hablar Cris.

Creó que es el mas hablador de todos.

- Cris - dice un ya molesto Eduard.

- okey, okey, me callo - me mira y ofrece otro trago - y dime ¿por qué una hermosa chica tiene que venir a este lugar a divertirse? - Ben y Eduard lo miran con reproche.

- bueno - le sonrió - ¿por qué te tendría que responder? - le miro friamente desvaneciendo mi sonrisa - no hagas preguntas que sabes que no responderé. - finalizó para después tomar un poco de mi trago.

- por fin lo ponen en su lugar - habla Ben.

- y fue una mujer - sigue Ev

Le miro ante su comentario y el eleva sus manos en señal de paz.

- no estoy buscando guerra, tranquila.

Eduard no puede evitar reír ya que hace un rato he visto que se estaba aguantando la risa.

Ya después de un tiempo casi todos llevaban como 5 tragos y ya tenían el 6 en la mano, yo en cambio ya estaba bebiendo el numero 10, creo que Ben solo habia tomado 1 y ahora solo estaba consumiendo café, él es el conductor después de todo.

- the dhigo que nho lo see - habla Cris, claramente borracho.

Ya a estás alturas yo, Ben y un poco Eduard estábamos sobrios.

Mi caso es qué por mas que tomé, nada me sucede y Eduard solo lleva 3 tragos.

- edtoncees phor que thenes uhn ghato ehn thu cabhesa? - le pregunta Ev

Okey, estan totalmente borrachos.

- deberíamos irnos - dice Ben con su típica sonrisa

- estoy de acuerdo - los dos me miran y yo solo asiento.

Los dos sobrios llevaron a los ebrios al auto y Eduard se sentó en la parte trasera, Ben al terminar me abrió la puerta para que subiera y después se fue a subir él.

- no sería bueno que te vomitaran - se escusa Eduard - son peligrosos cuando están borrachos - dice mientras los apunta.

El resto del camino lo pasamos en silencio. Al dejar a los borrachos en sus respectivas casas me miraron.

- ¿donde vives? - preguntó Ben.

- en los edificios de la Av. General - los dos me miran sorprendidos - ¿pasa algo?

- ¿he?, no, es sólo que también vivimos en ese lugar.

- valla, ¿cómo no te he visto antes, muñeca?

- no lo sé

Ben comenzó a andar y la musica se siguió escuchando.

- sobré lo que paso en la fiesta - habla Eduard

- lo que dijo fue una mentira - aclaré - y eso es todo lo que diré - cierro los ojos un rato y al abrirlos miro hacia afuera - pero gracias por lo que hicieron.

- no es nada - dice Ben - solo te invitamos unos tragos y ya.

- es verdad - afirma Eduard.

No digo nada más. Al llegar y estacionar, casualmente todos nos dirigimos al elevador, apretamos el mismo número y caminamos hacia el mismo lugar. Bueno, casi el mismo lugar, ellos al parecer eran mis vecinos.

- y pensar que nunca topamos contigo, muñeca - habla Ben asombrado mientras gira su llave.

- bueno, chao - digo y entro en mi departamento.

Alcanzo a escuchar un leve descansa por parte de ambos.

Ya sabrán lo que hice después. Vi mis series y comí esta vez chocolate.

Oscura realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora