Capítulo 11

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— vamos M, juega conmigo…— se queda callado y piensa un momento — yo adivino, ¿si?

L (Cris) quería jugar el mismo juego de antes.

— esta bien — suspiro derrotada.

Y así jugamos, le di tres oportunidades y si ganaba en una le compraría solo una cosa, la que él elija, pero si perdía me compraría lo que yo dijera.

Las tres veces gané, por lo que me gané tres casatas de helado.

Poco después llegó la policía y arrestó al sujeto, S les explicó y entregó la evidencia que L (Cris) consiguió, y al parecer un vídeo de lo que sucedió.

— hoy L (Cris) se portó muy bien — lo felicita Ben (O).

— te controlaste muy bien — dice I (Evans)

L (Cris) por otro lado estaba mirandome fijamente.

— ¿dónde está?

Me le acerco y toco su hombro, después tomo distancia y le muestro la pelota.

— siempre estuvo a tu lado, ¿verdad?

La pelota salto y se escondió. No diré el truco, los magos nunca rebelan sus secretos.

— es algo tímida.

L (Cris) fascinado me mira.

— ¡te extrañe tanto! — me abraza fuerte y me levanta para dar vueltas, o mejor dicho darme vueltas.

— ya, ya, calmate — trato de soltarme.

— L (Cris) dejala, ya sabes…— mira a S — que a las personas no les gusta mucho los abrazos — habla Ben (O)

L (Cris) se detiene pero se aferra más a mí, como si fuera un peluche.

— no lo puedes confirmar, puede que ha M si le guste — se queja.

— pero puede que no, lo más probable.

— puede que ha ésta M si le gusten los abrazos — infla los cachetes.

¿ha ésta M?

— L (Cris) — le advierte Ben (O), ya perdiendo la paciencia.

Por primera vez, no lo veo sonreír.

— ya, ya, es demasiado abrazo — lo separo de mi — no te olvides de mis casataz.

— lo sé, lo sé, te pon~ — Ben (O) en un rápido movimiento le tapa la boca y lo aleja de allí, I (Evans) los sigue.

Y otra vez solos, Ed (Z) se mantiene en silencio al igual que S mirando por donde se fueron los demás.

— es tu turno Z (Ed), de trabajar. — habla S

¿ya no es jugar?

Ed (Z) solo hace un pequeño asentimiento y no dice nada más.

— vamos, no estés tan tenso — S le pega en la espalda a Ed (Z)

— no están cumpliendo — se queja Ed (Z)

¿cumplir qué?

S le hace una seña de silencio y termina suspirando.

— vamos, no te enojes, después lo hablamos — le sonríe.

Z (Ed) no dice y hace nada, simplemente se queda en silencio.

— No es tan interesante como trabaja Z (Ed)  — me dice — pero si quieres puedes ayudarlo o solo observarlo — muestra su móvil — tengo asuntos pendientes así que te la encargó, Z (Ed)— al decir eso se va y me deja con un molesto Z.

Un leve suspiro llama mi atención, Z (Ed) avanza y yo le sigo sin saber que hacer.

Si S dijo trabajo y no juego debe de ser aburrido para él como trabaja Z (Ed).

Mientras más estoy con ellos, más dudas crecen en mi interior, me confunden tanto que hasta pierdo la razón, llegó a preguntarme quien soy realmente.

Z (Ed) entra a una habitación, al parecer suya, adentro todo es tranquilo, ordenado, limpio, pero oscuro, demasiado oscuro.

— ¿no vas a prender la luz?, ¿o abrir la ventana? — le pregunto cuando lo veo entrar y desaparecer en la oscura habitación.

— no y no lo intentes.

— ¿intentar qué?

— prender la luz.

— ¿y alumbrar con mi celular?

— no — vuelve a aparecer frente a mi.

Solo veo un escritorio y una alfombra, todo bien ordenado y sin suciedad como papeles tirados o hojas sueltas, como dije, todo completamente guardado en orden.

— sientate ahí — señala la silla del escritorio — la ves, ¿verdad?

— sí

Me indica que entre y lo hago, al instante siento ganas de reír, sí, algo raro, pero no sé, es un sentimiento de nostalgia, algo que invade mi cuerpo y quiere reír, llorar, gritar.

Me siendo donde me indicó y él me mira por un buen tiempo para después caminar y ocultarse en la oscuridad.

— abre la computadora y lee la información.

Se la leí, para que no se aburran se la explicaré.

Ésta información trataba de un rico he importante consejero que distribuyo muchas empresas por todo el país en secreto. Éste sujeto era el responsable también de todo el dinero que faltaba y no solo eso, era un vil asesino que cortaba a sus objetivos vivos y los lanzaba al mar, lo más impresionante es que el sujeto estaba demente y podía aparentar ser un ciudadano normal.

— vaya, te tocó un pez gordo — dije asombrada

— personas como él, hay en todo el mundo.

— aún así es sorprendente, ¿ Cómo recolectaste tanta información?

— me enseño la mejor — dice bajo, pero logro escucharle — todos hacen lo mismo, incluso si no nos toca atrapar al objetivo.

— con la información lista, solo necesitan pruebas y ya, tienen todo listo para el cliente.

— las pruebas igual las tenemos, aunque ha algunos les gusta que el culpable hable, les gusta "jugar" con él — hace una pausa — a L (Cris) le encanta jugar con él, atormentarlo.

— ha S le gusta hacer una función con el culpable, le gusta dejarlo en vergüenza frente a una multitud, ¿verdad?

— sí — una pequeña risa retumbo en las paredes de la habitación.

— ¿de que te ríes? — me quejo.

— de nada.

— ¿y qué harás?

— esperaré dos días y le enviaré la información al cliente.

— concuerdo contigo, es lo mejor — releo la información — no siempre es bueno entregar lo que te piden altiro, eso puede ir en tu contra...

— ¿he?

— osea, si siempre lo entregas al día siguiente, siempre lo pedirá lo antes posible, incluso dará más trabajo — le explico.

— Lir…



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