Oscura realidad

Capítulo 8

Un ruido me sacó de mi sueño. Alguien estaba tocando mi puerta sin parar, reviso la hora y apenas y son las 3:15 AM, ¿a quién se le ocurre venir a tocar a esta hora?

Con pijama puesto salgo a ver quien es, al principió no lo reconozco por que apenas y puedo ver su rostro.

— ¿S? — pregunto

— arreglate — entra y como si fuera su casa se acomoda en el sofá.

— ¿Qué? — cerré la puerta y me acerqué a donde estaba.

— ponte el vestido — dice obvio.

— lo siento, ya tengo acompañante.

Se burla de mi respuesta y eso claramente es molesto.

— pues la fiesta apenas comienza y Z no podrá acompañarte, por lo que me pidió personalmente que te acompañara.

— ¿no me pudo avisar antes?

— ya deberías de saberlo, no es de muchas palabras.

— idiota

— lo sé, lo sé — se ríe — y tú como siempre muy enojona.

— quedate quieto, no demoraré.

— aquí te espero — me muestra su blanca sonrisa.

Este tipo me altera bastante y no se la razón exacta, pero me dan unas ganas de darle un buen golpe.

Me vestí lo más rápido posible para no dejarlo tanto tiempo solo. El vestido era ajustado, tenía mangas largas y de color negro, lo que adornaba eran las joyas que venían con el hermoso vestido, un collar con su rubí de un color rojo intenso, igual que los aros.

Al terminar de arreglarme rápidamente fui donde S, él estaba tranquilamente sentado mirando a la nada. Al escucharme me miro y sonrió, se me acercó y con delicadeza tomo mi mano y me colocó un hermoso anillo.

— ¿y esto? — pregunte.

— es un anillo.

De verdad que si pudiera…

— me pegarías — se ríe

Lo que faltaba, ahora lee la mente.

— ¿por qué tenemos que salir temprano?

— hay muchas cosas que hacer — me conduce a la salida — y debes de conocer los nombres de los invitados, ¿no? — cierra la puerta y me conduce a un deportivo negro.

— ¿debo o quieres? — le pregunto mientras me siento de copiloto

— puedes — dice cuando ya se sube y comienza a conducir.

— ¿Qué es lo que esta haciendo Z?

Debo de hablar con sus sobrenombres para acostumbrarme.

— nada que debas saber.

— pues si quiero saber.

— nada que te involucre.

— si me involucra.

Me mira intrigado, debe de ser por lo último que dije, creo yo.

— ¿y como te involucra?

— es mi amigo.

— Aja — fue lo único que dijo en todo el resto del viaje.

Ed es el único que responde a mis preguntas, los demás solo cambian de tema, como Ben, siempre me dice otra cosa cuando le voy a preguntar algo.

Cuando llegamos S se bajo y caballerosamente me ayudó a bajarme, ya eran las 4:30 AM.

Me guió hacía un gran edificio, al entrar muchos meseros iban de un lado a otro.

— Buenos días señor, ya todo esta casi listo — un grande sujeto con traje negro y muy bien peinado saluda a S y le habla respetuosamente.

— es bueno saberlo — le responde S de la misma manera — los presento, Daniel, ella es M, M él es Daniel.

— un gusto conocerla, señorita M — me sonríe.

— digo lo mismo, señor Daniel.

— bueno, M será mi compañía esta noche por lo que necesita conocer los nombres de los invitados.

— enseguida les traigo la lista — se disculpa y se va a buscar la lista, creo yo.

S me guía a un espacio de descanso donde hay sofás, una camarera se nos acerca, al parecer para ver si queremos algo.

— señor, ¿gusta ordenar algo? — le habla primero a S.

Bueno, es lógico ya que él organizó la fiesta.

— dos tazas de café y sin azúcar — le dice, ella anota y se marcha.

— ¿está bien sin azúcar?

— sí

Una buena taza de café bien cargado me.ayudara a no dormirme.

— aquí tiene señor — pronto llega Daniel con una carpeta.

— no te vallas todavía, Daniel.

— como diga, señor.

Estuvieron varios minutos explicándome de qué hablar con ciertos invitados para no quedarme callada, aunque guardar silencio también es una opción.

Cuando terminamos de ver todos los invitados, Daniel se alejo un buen rato y volvió no muy contento.

— señor, hay un problema.

— ¿qué paso?

— los uniformes de algunos meseros estan muy dañados.

Tres chicos se acercaron con sus prendas algo destruidas.

S los observo un buen tiempo y luego me miro.

— M tu eres buena arreglando trajes, ¿podrías repararlos?

— esta bien, solo necesitó una aguja.

Espera, ¿cómo lo sabe?

— aquí tiene.

Estuve arreglando los trajes por un buen tiempo y S se fue a hacer no se qué, pero se fue.

— gracias, señorita M — me agradecen los meseros al ya terminar de arreglar los trajes y se van.

— ¿dónde estará? — miro por los alrededores en busca de S.

— ¿ya extrañandome? — giró y me encuentro con S, muy bien arreglado y bien…S.

Su traje era negro y su blusa roja, por lo que combina con el mio muy bien.

—¿quieres comer algo antes? — pregunta al no resivir respuestas mías.

— no, estoy bien.

— ¿segura?

— sí.

— bueno — se aleja un poco para hablar con Daniel quien luego hace unas llamadas.

— pensé que estarías con Z — L aparece en mi campo de visión y los demás del grupo, excepto Ed.

— no importa realmente con quién venga — le rebate I.

Al parecer ellos dos siempre están peleando.

— disfruta de la fiesta — me dice Ben.

Unos pasos se escuchan y a lo lejos distingo a Ed quien corriendo...