Capítulo 4

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- maldición - me levanto de mala gana y pago la alarma - ya es miércoles y me quiero morir.

Las razones de querer morirme son dos:

1.- Me muero de sueño.

2.- Todos mis queridisimos compañeros se burlarán por lo de ayer.

La verdad considero que son razones suficientes para quedarme, pero pasar la materia luego me da más flojera, así que me alisto y salgo.

- hola muñeca - saluda Ben.

Perfecto, ahora comenzarán a hablarme, salir una hora antes para no encontrarme con mis queridos vecinos ya no tiene gracia.

- buenos días - me saluda Eduard quién esta apoyado en su puerta - podemos irnos juntos - dice luego.

- no hay problema, ¿verdad, muñeca? - habla Ben con su típica sonrisa de siempre.

- si lo hay - suspiro - no quiero destacar, sobre todo por lo que paso ayer en la fiesta - aclaro.

- vamos - insiste Ben - Ev y Cris se alegraran.

¿Ellos?

- y nadie te molestará - agrega - a Ed lo respetan mucho, digamos que mostró su fase rebelde y ahora le "respetan" - hizo comillas con los dedos.

- mh...- los miro dudosa.

- le tienen miedo - suspira al finalizar - es el malote del lugar - me apunta - y sí no mal recuerdo, tú le perteneces.

- ¿sí?

- te recuerdo que tu noviesito te apostó y Ed ganó - habla afirmando los hechos.

¿novio?...a, espera, verdad que Carlos me apostó ayer en la fiesta.

- pues no soy su novia - le contradigo.

- obvio, después de lo que te hizo, claramente querrás terminar con él en ese momento - dice calmado Ben.

Este tipo y su sonrisa me están alterando.

- lo que digo es que muchos saben que le perteneces a Ed por una apuesta - se encoje de hombros - y no hay problema con que nos acompañes, ¿verdad? - mira a Eduard - como le perteneces a él, nadie te tomará mucha atención

Me rindo, Ben no parará hasta que le diga que sí.

- esta bien - le miro molesta - solo porqué si no nos vamos ya, llegaremos tarde.

Ellos instintivamente revisan su celular y se asombran.

- es verdad, vamos - dice Eduard.

Ben me arrastra al auto y me abre la puerta de atrás, subo y él extrañamente se sube al lado del conductor. Eduard por otro lado se sube y comienza a conducir.

- es su auto - comienza a hablar Ben al ver mi cara de completa extrañeza- ayer le gane una apuesta y me dejo conducirlo, pero solo por un día.

Asentí en respuesta.

Al llegar, bajo sin esperar a que me ayuden, porque la verdad no me agrada, tengo manos para abrir solita mi puerta.

Ellos al bajarse me alcanzan, ya que camine sin esperarlos. Al parecer son mis compañeros y el primer día faltaron, lo deduje por como los regañaba el profesor.

Y no les contare más ya que los detalles de todo lo que nos dijo el profesor es irrelevante.

Ya terminada la clase me levanto y me voy a la terraza, los dos me siguen y al llegar me vuelvo a recostar en el mismo banco que me recoste antes.

- comamos juntos - dice Ben, quebrando el maravilloso silencio que se había generado.

Ellos estaban sentados en el suelo, Eduard parecía que estaba en su mundo y Ben como siempre no podía quedarse callado.

Me quede callada ante su comentario y escuche como se levantaba he iba a la parte mas alta de la terraza, pronto escuche que Eduard también se fue ha ese lugar.

Todo estaba tranquilo, estaba.

- Por fin te encuentro.

Me levanto y le miro, Eduard y Ben al parecer se mantienen callados, como espectadores.

- ¿Para qué me buscas? - digo cortante.

- oye, vamos, hace tiempo que no nos vemos - dice amigable Carlos.

- callate Carlos, de verdad que no tengo ánimos para tratar contigo.

Suficiente tengo con los dos de arriba.

- de verdad me fuiste de gran ayuda ayer - se mantiene en su sitio - aunque perdí, su mirada baja al suelo.

- y ahora creen que soy tu novia - lo miro con asco - ahora veté.

- te devolveré el favor - dice rápidamente y me mira - Elen te esta molestando como siempre, ¿verdad?

- ¿te acuerdas? - le mire asombrada - por lo qué vi, estabas bastante borracho.

- sí...- mira la puerta - te ayudaré en mantenerla tranquila, ¿ya?

- solo mantenla alejada de mí - digo cansada y volviendo a recostarme - ahora vete.

- si...- escucho sus pasos alejarse y después la puerta cerrarse.

Sin darme cuenta me quedé dormida y sólo desperté cuando ya estaba haciendo frío.

Me levante despacio y mire a mi alrededor. En la puerta estaba Eduard con cigarrillo en mano mirando a la nada. No había rastro de Ben.

Ver a Eduard de esa forma de verdad es algo provocativo, pero no soy una típica estudiante que le gusta a todo el que parezca rudo. No señor.

Me quedo en silencio observando mi alrededor. ¿Otra vez me quedé dormida?

- hola - dice con voz algo..., ¿apagada?

- ¿y Ben?

- no lo sé - deja caer el cigarrillo y lo pisa.

Me vuelvo a recostar y siento que Eduard se levanta y se me acerca.

- ¡pero qué! - me quejo.

Eduard de un momento a otro esta sobre mi, mis brazos los esta sujetando con la fuerza suficiente para que no me escape ni le pegue. Éste si que es astuto.

Me mira por un buen tiempo, demasiado diría yo, se acerca poco a poco a mi rostro y instintivamente cierro mis ojos, poco después siento que esta recargando su cabeza en mi hombro y un suspiro sale de su parte. Yo por otro lado puedo volver a respirar ya que sin darme cuenta estaba conteniendo el aire.

- yo...- habla Eduard...

Oscura realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora