Cap. 9 - Un Oscuro Plan.

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La brisa marina bailaba entre el vaivén de las olas mezclado con el canto armonioso de las gaviotas sobrevolando el mar hasta llegar al puerto, inmóvil en lo más profundo esperaba una figura masculina en silencio, sentía con delicadeza el susurro del viento, respiraba hondo el aroma a océano y veía iluminar con ráfagas de luz el paisaje. Pendiente al oleaje viendo que venía una buena remo rápidamente mar adentro hacia la ola, observando lo grande que se hacía , se metió dentro levantándose rápida en la resbaladiza tabla, cabalgando la ola manteniendo perfectamente el equilibrio. Estando en la cima notaba que empezaba a decrecer, se bajo hacia el bucle que comenzaba a formarse mientras se rompía y rápidamente surcaba con la tabla el bucle hasta su final, fuera del bucle tras romper totalmente la ola seguía sobre la tabla llegando a la orilla. El pelirrubio salió del agua caminando hacia la playa clavo la tabla en la arena y tomo la botella de agua de su mochila para saciar su sed, bebiendo más de media botella que caía lentamente por su cuello hacia abajo. Habiendo satisfecho su sed cerró la botella dejándola nuevamente en la mochila, paso su mano por el cabello peinándolo hacia atrás evitando que le molestara, el pelirrubio se sentó en la arena observando el hermoso paisaje que creaba el amanecer. Visualizaba como los rayos de sol se abría paso entre las pequeñas nubes iluminado en agua trasmitiendo que esta fuera cristalina y reluciente como si de joyas se tratase, los matices rosas y anaranjados del cielo creaba una celestial pintura. Akihito se quedo allí sentado sintiendo la brisa marina admirando el amanecer dejando su mente totalmente en blanco, sin la necesidad de de angustiarse por nada hasta que escucho su teléfono el cual tomo mirando la pantalla y sonriendo -¿No es muy temprano para estar despiertos?, pregunto con una sonrisa al saber que sus hijos estaban al otro lado de la línea preguntándole en donde se encontraba –No se preocupen no me voy a marchar a ningún sitio sin ustedes, si quieren pueden venir estoy surfeando, comento escuchándolo gritar emocionando preparando las cosas para tomar las olas con él.

Akihito sentado en la arena escucho al poco tiempo las voces de su pequeños que llegaban sin aliento, había sido responsable al dejarle un mensaje a su padre diciendo donde estaban. Los tres se prepararon para entrar en el agua para surfear, se abrocharon el neopreno tomaron su tabla y corrieron al agua. Mientras tanto en la cabaña despertaba de una intensa noche el peli-castaño observando lo alto que estaba el sol, camino hacia el baño donde se ducho y después de metió en la bañera relajándose, en ese momento observo su rostro en el espejo sintiendo un nudo en su garganta. Desde de que se encontró con Albert todo lo que hacía al lado de Asami le dejaba un gran vacío en el corazón y era algo que no entendía, si está enamorado de Asami porque sentía que su corazón lo guiaba hacia Albert. Había algo mal en todo aquello y no tenía una respuesta clara cuanto más tiempo estaba con Asami más dolor sentía por estar en el lugar al que no pertenece y quería saber si su pareja se sentía de la misma forma una inevitable atracción y dolor en su corazón. Terminando el baño se vistió observo a su pareja quien le esperaba para entrar dándole un beso en la mejilla le dijo que irían a disfrutar el día en la playa quería ver a sus hijos surfear.

Ambos listos fueron caminado hacia la playa al llegar se dirigieron a elegir un buen lugar para pasar el tiempo apacible y soleado, mientras Asami pedía las bebidas en el chiringuito Ranmaru fue hacia las tumbonas mientras se acercaba a ellas observando que había algunas ocupadas. El peli-castaño se acerco para tomar las hamacas orientadas hacia el mar donde veía perfectamente a los surfistas tomar las olas, prácticamente había una buena visibilidad de toda la playa. Asami regresando al lado de su pareja se sentó a su lado visualizando al camarero que traía su pedido, Ranmaru tomo su copa probo la tropical bebida de color roja con azúcar de color azul por el filo para que tuviera gusto agridulce. Mientras disfrutaban de su mutua compañía no se percataron que justo a su lado se encontraba Mikhail coqueteando con unas mujeres tremendamente hermosas además de atrevidas que casi mostraban sus atributos. Asami observando a los surfistas intentando encontrar a sus hijos ha visto a lo lejos a Feilong y Albert que se acercaba hacia el chiringuito, el peli-castaño habiéndolo visto también se preparó mentalmente para saludar. Estando a la altura de la intimidad de la pareja saludaron mientras Al llamaba la atención del camarero pidiendo un coctel para él y Fei, - ¡Que coincidencia encontraros aquí! Comento Feilong con una sonrisa dirigiéndose a su tumbona que no estaba muy lejos de ellos.

Lazos del destino, Tú a Japón y Yo a Los ÁngelesWhere stories live. Discover now