Kapitel 9: søstre (hermanas)

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De alguna manera que Florencia desconocía, todo el mundo se puso en búsqueda de Virginia.

Y cuando se dice todo el mundo, es todo el mundo.

Resulta que aparecieron las clown de hospital, al parecer las había llamado Miranda (la verdad que mucho no entendió, el haber dormido 4 horas en la sala de espera le estaba pasando factura) y se ofrecieron a ayudar a buscar a Vir. Cada una fue con alguien que la conocía:

Una morocha de cabellera lacia y de ojos cafés, y pinta de ser muy simpática, se fue con Miru.

Una castaña, de cabello muy muy largo y ojos azules, con cara de pocos amigos, se fue con Ignacio.

Lucía, pese a que quería unirse a la búsqueda, le tocó quedarse con Carla, dado que todavía seguía conectada al suero y no le habían dado el alta.

Y Flor... Bueno Flor andaba con la colorada de ojos verdes, la misma que se cruzó en el parque, la misma a la cual suele admirar de lejos cada vez que puede, esa misma, ahora se encontraba a su lado, recorriendo los pasillos del nosocomio buscando a su hermana.

Pese a la gravedad de la situación, Flor estaba embelesada con la compañía, no todos los días se podía dignar a verla y tanto ayer como hoy, la había tenido a menos de un metro de distancia... ¡Y había hablado con ella!

**Concentrate Florencia**

Le decía su cabeza, pero los latidos de su corazón eran demasiado ruidosos para escucharla.

-¿Vamos a la recepción? Quizá tomó el ascensor y quiso salir a tomar aire o algo...- le interrumpió sus pensamientos la voz de la chica de ojos verdes.

-Sí, sí- dijo agachando la cabeza. No solo era culpable de que su hermana se encontrara hospitalizada, ahora se sentía culpable por estar más preocupada en la compañía que en la búsqueda... Realmente era una mierda.

* * *

-¡Agghh!- carraspeó notoriamente Carla, estaba desesperada por saber el paradero de su hermana.

-Tranquila Car, si te alterás podés sufrir otro ataque, ¡Calmate!

-Es más fácil decirlo que hacerlo...

-Entonces no lo digas y hacelo de una vez, ¿Querés?

Ese había sido un tono muy rudo para Lucía. Si bien ella es una chica de carácter fuerte, no solía hablarle de ese modo, a menos que algo le estuviese afectando.

-Largalo, ¿Qué te pasa?

-¿Qué me va a pasar?¡Andá a saber dónde está Virgnia!¿Dónde se metió?¿Estará bien?¿Estará sola?¡¿Y si no la encuentran nunca más?!

-¡Hey! Tranquila, vení, te voy a dar un abrazo- Lu le hizo caso, y se fundieron en un fuerte abrazo.

-¿Mejor?

-Chi...- habló como nena chiquita, sacándole una sonrisa a la mayor.

-Mirame...-y su hermana le hizo caso- Sabés bien que las chicas la están buscando, además anda en camisón de hospital, va a llamar la atención deambulando por ahí, la van a encontrar enseguida y la van a traer con nosotras, vas a ver, vas a ver...- y la siguió abrazando, mientras le besaba la cabeza y le sobaba la espalda para reconfortarla, Lucía se empezó a calmar, pese a que las lágrimas adornaban sus mejillas, tal y como hizo aquel día:

Flashback 21 años antes:

En un Burger King de Recoleta, una Lucía de 4 años estaba muy sonriente porque se le cayó un diente de leche y sabía que esa noche lo iba a poner abajo de la almohada e iba a recibir plata del ratón Pérez.

BlomsterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora