No lo podía creer.
¿Su marido estaba de acuerdo en que María se vaya? Definitivamente la edad le afectaba a ese viejo loco.
¿Cómo iba siquiera a pensar en esa posibilidad?¿Encima la comparó con el infierno que vivía con su padre en Uruguay?¡No! No era lo mismo...
Pero ¿Y si se equivocaba y de verdad estaba alejando a su hija en un intento por protegerla?
Las dudas de una madre con respecto a estar haciendo lo mejor para sus hijos nunca cesan. Por más que pasen los años.
Nadie le enseñó a ser madre, bueno, quizá los pocos recuerdos nítidos de su querida mamá María le hayan dado ese afán por tener a su chiquita siempre a su lado, y la naturaleza de su condición la ayudó a desarrollar ese lado sobreprotector.
¿Qué otra cosa se supone que una madre debe hacer?
Se dirigió al bar de la oficina, y se sirvió un whisky doble. Ya se estaba volviendo un hábito, debería tener cuidado, pero la necesidad de relajarse, destensar sus músculos y dejar que el alcohol entrase en su sistema eran mayores que su autocontrol.
Lo bebió cual si fuera agua y dejó que su garganta se quemase con aquél líquido color dorado.
La noche prometía ser larga para la mujer que pasaba las cuatro décadas de vida y que hoy se sentía de más de diez. Su hija no había llegado todavía de la UNA y no contestaba sus llamadas, las enviaba directo al buzón.
¿Qué le costaba ser considerada con su madre? Avisarle que llegaría más tarde o que está en lo de una amiga o se entretuvo con algún amor por ahí... Algo.
Miró su vaso, otra vez lleno. Entrecerró los ojos, puesto que podría jurar que se lo había bebido hace un tiempo ya... ¿Se lo habrá llenado otra vez sin darse cuenta?
Se lo bebió todo.
Se fijó en la botella, que había abierto esa noche, con un poco más de la mitad de su contenido. ¿Había bebido tanto ya?
Se sirvió otra vez, a conciencia, y prometiéndose a sí misma que era la última...
Flashback
Era el primer día de clases en el salón 6.
Hacía 4 años trabajaba ahí de profesora y nunca le había tocado el salón con la mejor vista de la universidad: la vista al jardín botánico más grande de París.
Había llegado unos minutos antes de que sonara la campana, para admirar la vista por aquél ventanal tan grande...
-Une vue magnifique ("una vista magnífica") - la voz de una chica rubia, un poco más baja que ella y con unos rulitos hermosos estaba parada a su lado, apreciando la buena vista - Est-ce que cette classe est six?¡Mjhh!("¿Es esta la clase seis?")
- Oui ("Sí")- y se volteó a ver a su acompañante, que tenía los ojitos cafés más hermosos que haya visto-Comment tu t'apelles? (¿Cómo te llamás?")
- Je suis Florencia Estrella,¡Ñá! Et toi? ("Yo soy Florencia Estrella ¿Y vos?") - dijo regalándole una hermosa sonrisa que le hizo sentir un calor expandirse por todo el cuerpo.
- Je suis Leonor Fuentes, le professeur d'éthique ("Yo soy Leonor Fuentes la profesora de ética")- le extendió la mano para que su contraparte la tomara en un cordial saludo, cosa que hizo.
- C'est un plaisir ("Es un placer")¡Profe hot!¡Te parto en ocho!¡Mjhh! ¡Agggh!¡Perdón, perdón! ¡No quería decir eso! - eso sí que sorprendió a Leonor.
- No te preocupes-le contestó también en español.
**Aunque gracias por lo de profe hot, vos también sos muy linda nena...**
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Blomster
RomanceFlozmin AU. Luego de años de estar en el exterior, Flor vuelve a Bs. As. a saldar cuentas pendientes con su pasado. Con lo que no contaba, era reencontrarse con un viejo amor: Leonor Fuentes, su exprofesora mientras estuvo radicada en Francia ni tam...