Narras Tú
Aquella noche, volví a tener un sueño extraño.
Me estaba arrastrando por el suelo, en uno de aquellos oscuros pasillos del ministerio.
Mi cuerpo se levantaba hasta el pomo de una puerta, que lograba abrir sin ninguna dificultad, y entraba en una sala con unas estanterías muy altas.
En el pasillo central, se encontraba un hombre de cabello canoso y jersey verdoso utilizando el hechizo Lumos.
Rápidamente me deslicé hasta él emitiendo un fuerte silbido y al girarse, su cara entró en pánico.Al darme cuenta que era el tío Ron, comencé a entrar en pánico mientras él caía al suelo por un golpe que le había propinado.
Comencé a atacarle una y otra vez haciendo heridas en su rostro y cuerpo hasta que quedó inconsciente en el suelo.Un grito se escapó de mi garganta mientras el sudor bañaba todo mi cuerpo y las lágrimas salían de mis ojos.
El grito había sido tan fuerte, que había despertado a toda la casa.
-¿Qué pasa?- dijo Scorpius entrando en el dormitorio en un estado de pánico.
-Estaba soñando otra vez- habló Mary que se había sentado a mi lado para intentar tranquilizarme.
-Está herido- lloré -le hice daño y no... no podía parar-
-¿A quién has hecho daño mi niña?- dijo mi padre acariciando mi cabello con suavidad.
-Al tío Ron- lloré.
-Dejar paso chicos- dijo mi abuelo apartando a Sherlock y John de la puerta.
-Profesora- dijeron los presentes al ver a McGonagall entrar.La directora tomó una silla sentándose a mi lado mientras mi abuelo me contemplaba desde los pies de la cama.
El aspecto de ambos era de preocupación extrema.
-En el sueño- preguntó la anciana -¿estabas junto a la victima o la veías desde arriba?-
-Yo le ataca- dije algo más tranquila.
-¡Harry!- exigió -avisa a alguien del ministerio. Diles que Ronald Weasley está herido-
-Claro profesora- respondió para salir de la sala.
-Profesora- dije intentando llamar su atención.
-Ginny- ordenó de nuevo -prepara algo a esta muchacha para tranquilizarla lo antes posible-
-Ya le tienen Minerva- habló mi abuelo -faltó poco pero creen que sobrevivirá. Y lo mejor es que el señor tenebroso no consiguió lo que pretendía-
-Gracias a Dios- suspiró la anciana -ahora tenemos que...-
-¡Míreme!- chillé muy molesta de pronto haciendo que todos se sorprendiesen -¿qué está pasándome?-De pronto, Scorpius tomó su forma perruna habitual sin esperarlo.
El profesor Strauss había llegado y se mantenía muy serio, como era de costumbre para él.
-¿Me necesita directora?- preguntó.
-Steven- dijo con desesperación -no podemos esperar a que amanezca, si no todos seremos vulnerables-
-Ven conmigo Potter- dijo agarrando mi muñeca para llevarme al despacho de mi padre.Bajamos las escaleras de forma apresurada y el hombre cerró la puerta rápidamente.
Abrió su maletín y tomó su varita limpiándola.
-Parece haber una conexión entre la mente del señor tenebroso y la tuya- dijo acercándose a mí -si él es consciente de esta conexión de momento no está claro. Reza para que lo ignore-
-Está diciendo- dije algo asustada - que si lo sabe... ¿Será capaz de leerme la mente?-
-Leerla, controlarla... y desquiciarla- dijo con seriedad -en el pasado, el señor tenebroso gozaba invadiendo las mentes de sus victimas, creando visiones designadas para torturarlos hasta la locura. Sólo después de extraerles el último exquisito gramo de agonía, sólo después de tenerlos literalmente suplicando su muerte acababa con ellos. Usado adecuadamente el poder de la Oclumancia te ayudará a impedir su acceso o influencia. En estas lecciones intentaré penetrar en tu mente y tú debes resistirte... ¡Prepárate!-Cuando el profesor invocó el hechizo Legeremens, un tremendo dolor invadió mi cráneo haciéndome gritar.
El profesor exigía que me concentrara y yo no dejaba de intentarlo.
Aquello era un proceso agotador y bastante doloroso tanto era así que al abandonar la sala ya no sabía que hora era.
-Continuaremos las clases en la escuela- habló.
-Si profesor- dije para poner mi mano en su hombro -muchas gracias... de verdad-De pronto, un gesto extraño apareció en el rostro del hombr vestido de negro, una mezcla de tristeza, alegría, miedo y asco.
Al salir, un dulce olor invadió la sala y unos rápidos pasos se acercaron a la puerta.
-Steven- dijo mi padre -puedes quedarte si lo...-
-No gracias- dijo algo molesto antes de desaparecer.
-¿Estás bien?- se acercó mi padre con preocupación.
-Creo que si- dije aún dolorida.
-Ve a tomar una ducha- sonrió -te ayudará-Subí al baño y rápidamente me arreglé con un jersey que mi abuela me había hecho el año anterior y unos leggins con botas.
Al bajar de nuevo, comprobé que Scorpius estaba contemplando los dibujos del enorme tapiz que cubría una de las habitaciones.
Parecía algo preocupado por lo que me acerqué a él.
-¿Estás bien padrino?- pregunté mientras señalaba una cara que había sido borrada de la pared con su nombre.
-Lo hizo mi padre- suspiró -el día en que me escapé de casa para irme a vivir con tu padre-
-Creí que...- dije confusa -no había ningún problema entre él y mi abuelo-
-Eso es lo que todos creían- rió -pero la rivalidad Potter/Malfoy siempre va a estar presente para ellos dos. A pesar de que después de todo lo que pasó tras la batalla viniéramos de vez en cuando y tu abuelo hiciese este añadido al tapiz-
-Mi abuelo le salvó- protesté -creí que no quería parecerse a su padre-
-Son cosas del pasado- sonrió para abrazarme -tú también pareces preocupada.
-Es solo que...- suspiré -tengo miedo de que con todo este asunto de Voldemort... termine siendo como él-
-Escúchame- dijo arrodillándose para tomar mis brazos con suavidad mirándome directamente a los ojos -tú jamás serás una mala persona, por mucho que lo pienses. Eres un chica noble, cariñosa, eres una amiga excelente... ¿Crees que Voldemort lo es?-
-No- negué.
-Podréis tener cosas en común- sonrió -pero él jamás sabrá lo que es la verdadera amistad, la lealtad, el valor y sobretodo... el amor-Una sonrisa iluminó mi rostro antes de abrazarle con fuerza.
Scorpius rió con cariño para estrujarme con fuerza y levantarse.
-Te quiero mucho padrino- respondí aún abrazada a él.
-Y yo a ti pequeñaja- dijo sacando un pequeño paquete de su bolsillo -y por ello quiero que siempre tengas esto cerca-
-Es... un espejo- dije algo confusa.
-Así podré saber que estás a salvo- respondió acariciando mi cabello -y si estás en peligro lo sabré-
-No dejaré de vigilarte a ti tampoco- dije para estrujarle con fuerza antes de que nos fuésemos juntos a desayunar con los demás.
ESTÁS LEYENDO
La magia de la deducción (Parte 5) (Sherlock Holmes y tú)
FanfictionUn año complicado le espera a (T/N)_______ tras un accidente en aquel caluroso verano. Todos parecen ir en su contra y solo unos pocos permanecerán a su lado en los momentos más difíciles. Además, para su desgracia, una nueva directora llega al col...