After all, I'm still loving you. (Subaru x Yui)

Capitulo 7

Narradora

Yui estaba con Shu platicando sobre temas aleatorios ya que así olvidaba todo lo ocurrido. Ellos dos en el cuarto de la oji-rosa; ambos acostados en la cama, el rubio estaba acostado con los ojos cerrados y la chica acostada a su lado recargando su cabeza en el pecho de este, los dos estaban tranquilos hasta que el estómago de ambos rugieron con fuerza.

-¿Quieres comer?- preguntó el chico abriendo los ojos para poder ver a la joven y que esta le regresara la mirada.

-Si pero....- hizo una pausa con los ojos suplicantes tratando de decirle con los ojos que él fuera por la comida ya que ella no quería encontrarse con los hermanos pero específicamente con Raito y Subaru.

-No pienso ir solo, si tu vas conmigo yo te acompaño pero sabes que me da pereza con solamente abrir mis ojos, yo quiero seguir durmiendo- le respondió en tono burlón pero al mismo tiempo vaga.

-Por favor- hizo un puchero suplicándole.

-No- dijo frío a lo cual ella se levantó para agarrarlo de los hombros y empezar a sacudirlo.

-Ándale, ve por favor, sabes que no quiero bajar y toparme con tus hermanos- dijo rogándole para que fuera él y le llevara su comida.

Gruñó Shu pero sonó el estómago del mismo, no tuvo de otra más que ir.

Sonriendo victoriosa Yui, se levantó y dejó libre al rubio, este se levantó y se teletransportó hacia la cocina encontrándose con el megame que al percatarse de la presencia del rubio le miró con una mirada fría.

-¿Ella está bien?- le preguntó a Shu mientras que este pasaba de largo frente al azabache para dirigirse al refrigerador por comida.

-Ya esta mejor pero no quiere salir de su habitación- respondió con seriedad sin dirigirle la mirada a Reiji y caminando de regreso a la habitación con dos platos que contenían ensalada y uno que otro pedazo de carne ya lista para que Yui se la pudiera comer.

-Tengo un anuncio importante que dar, así que será mejor que le avises a ella y a los demás- dijo sin voltearle a ver para seguir con la limpieza en la cocina.

Shu solamente se limitó a asentir levemente con la cabeza y volvió a teletransportarse hacia donde estaba la rubia de ojos rosas.

Éste al entrar buscó con la mirada pero ni vió a Yui ya que en ese momento no se encontraba en esa parte de la habitación. Sólo dejó los platos de comida en un escritorio donde solamente se encontraba un pequeño espejo y el rosario tan preciado de la oji-rosa.

El rubio fue a informar a los demás hermanos de la noticia que iba a Reiji pero con la pereza que cargaba alcanzó a ir a la habitación de Kanato quien le dijo que si podía reunir a los demás y que bajaran. Éste al principio se rehusó pero como vio que su hermano mayor poco a poco iba cerrando los ojos no tuvo de otra más que aceptar  a regañadientes.

(...)

Ya todos estaban abajo, solamente faltaba una persona y esa era Yui.

-¿Cuánto tiempo va a pasar para que ella se resigne a venir?- preguntó un poco molesto Ayato- ¡Ore-sama no puede seguir esperando!- exclamó ya irritado.

-Es cierto, Bitch-chan tiene que venir en algún momento, nfu~- respondió con una pequeña sonrisa Raito y su típico tono de voz.

En ese momento Subaru se iba a parar pero Shu se le adelantó, eso fue algo que sorprendió a todos.

-Voy a ver que es lo que le pasa- dijo con su voz perezosa.

Subaru soltó un "tsk" como respuesta, todos los demás lo ignoraron pero de igual forma ellos estaban preocupados por la rubia pero no lo demostraban. El albino solamente se paró de donde estaba sentado y se fue a recargar a una pared un poco alejada de ellos.

 (...)

-Ruidosa- Shu apareció en la habitación de la chica.

La joven estaba en su cama durmiendo pacíficamente. Shu no pudo evitar hacer un gesto de ternura a lo cual se acercó a la cama y se sentó a la orilla de esta a lado de la joven. Volteó a mirar la mesita de donde había dejado la comida y vió que los platos estaban vacíos, no había ningún rastro de comida, no pudo evitar sonreír. El rubio se acercó más hacia la joven y besó su frente, pasó su mano por el cabello rubio de esta y empezó a acariciarlo. Él sabía que se había enamorado de su mejor amiga si se podría decir así ya que con cada tacto que el joven le hacía demostraba la delicadeza al tocarlo como si fuera una pequeña muñeca de cristal que en cualquier momento se podría romper.

-Hey, ruidosa... despierta- llamó a la chica cerca de su oído con una voz tan profunda y cariñosa. Empezó a sacudirle un poco su brazo.

-¿Mmmmh~?- reaccionó adormilada abriendo poco a poco sus ojos rosas.

-Vamos, despierta. Necesito que vengas conmigo- volvió a decirle, tal vez no era bueno mentirle pero era necesario. Ella no superaba su trauma del todo pero tenía que mentirle.

-Mmmmhh~, no quiero- se rehusó aún adormilada pero haciendo un puchero mientras que se volvía a tapar con las cobijas.

-Ruidosa, necesito que vengas conmigo por un breve momento- volvió a decirle esa verdad a medias soltando un pequeño suspiro de cansancio.

-Aaaah... ¿si voy me dejarás dormir?- preguntó la joven reincorporándose para quedar sentada, retirándose las cobijas que la envolvían.

-Cada vez te pareces más a mi, jaja. Claro que te dejaré dormir pero fuera de broma necesito que vengas conmigo. Tal vez después de que vengas conmigo no vas a querer dormir- susurró la última frase para que ella no la pudiera escuchar pero ella lo había escuchado perfectamente.

-¿A qué te refieres con lo último que dijiste?- ladeó la cabeza con cierta confusión.

-Vamos, anda. Si me quedo aquí me quedaré dormido- evadió esa pregunta respondiendo con otra oración para alentarla a que saliera de su cuarto.

-E-está bien- se puso de pie para cambiarse de ropa y ordenar un poco su cabello.