Epílogo

59 7 15
                                    

[Cuatro años más tarde...]

Una mañana iluminada con un cálido y animoso sol se desplazaba en el cielo de forma lenta, despertando a aquellos madrugones quienes disfrutan de sentir el resplandor de este animándoles a despertar; pero hay una pequeña excepción, donde aquellos pocos se levantan un poco más temprano que el propio sol; cierto pelimorado esperaba ver aquel amanecer como solía hacerlo a veces, especialmente cuando tenía la suerte de despertar antes para ver aquel espectáculo, cualquiera hubiera pensado que al hacer aquello le traería malos recuerdos ya que solía hacer lo mismo cuando estaba encerrado, pero para sorpresa de cualquiera, Owynn seguía adorando los amaneceres, especialmente ahora que era libre.

Ese día en particular se había levantado con mucha energía, parecía tan contento y no sabía del todo por que, tal vez sencillamente pasar tanto tiempo en la agencia le ha hecho sonreír, recuperar aquella alegría que perdió, aquel brillo en su mirada; sonreía siempre que podía consciente de que a pesar que nunca tendría esa vida normal que había soñado también sabía lo afortunado que era al obtener una vida como aquella, nunca la cambiaría por nada en el mundo, siempre estaba ansioso por la siguiente aventura y más que nada orgulloso de ver en quién se terminó por convertir. Un quejido lo despertó de sus ensoñaciones, se volvió notando como Eak, despertaba dando un largo bostezo:

—Buenos días dormilón. —dijo el chico de pelo morado con tono burlón, el otro cerró su puño y levantó el dedo corazón haciendo una seña grosera.

—Cállate. —dijo algo malhumorado, parecía que Owynn no era el único con mal humor desde temprano, Eak dio un largo bostezó acomodándose de nuevo en la cama—. ¿Haces eso todas las mañanas?

—A veces. —sonrió mientras se encaminaba a la litera donde el otro dormía—. Pero también es otro día en la agencia, hay que esperar lo inesperado.

—Si, si, como digas...

Una tercera voz interrumpió la conversación, Town estaba bizqueando se le veía soñoliento:

—Hey Owynn... ¿No me dijiste ayer que comprarías flores para...? —no pudo acabar pues el pelimorado chilló sobre saltando a sus compañeros.

—¡L-Lo había olvidado por completo! —dijo mientras comenzaba a vestirse lo más rápido posible, había quedado hipnotizado viendo el amanecer que olvido por completo hacer algo importante, antes de que siquiera alguno se percatará de lo que paso, el otro se despidió mientras corría.

Después de un rato de su apresurada escapada, regresó a la agencia sosteniendo un ramo de lirios que había comprado, empezó a caminar con tranquilidad aprovechando que todavía no había mucha actividad por esos pasillos en particular, se detuvo a unos pasos de su destino, tomo aire y entro en este con la cabeza en alto, anduvo por los distintos caminos hasta que finalmente se topo con la tumba que buscaba: La tumba de Todd Robertson, se hincó depositando las flores encima de la misma, miro la foto unos segundos antes de empezar a hablar:

—El tiempo pasa volando, pensar cuando fue la primera vez que te vi y la vez que conocí un poco de tu historia... Nunca hubiera sabido en lo importante que te llegarías a convertir. —acarició con ternura los pétalos de los lirios—. Los lirios, son hermosos y elegantes, no sabía que te podría gustar algo tan delicado como esos...

Se quedó unos segundos en silencio, escuchando el trino de unos pocos pajarillos mientras seguía mirando las delicadas flores que reposaban sobre la piedra liza, soltó un largo suspiro mientras sonreía:

—Fuiste alguien grande Todd, me hubiera gustado poder conocerte en persona y haber hablado contigo, pero aun podemos conversar de una forma distinta... A través de sueños y visiones, siempre me he preguntado ¿Que fue lo que viste en mi como para guiarme, ayudarme y protegerme?

Follow Your Destiny [FNAFHS - Fanfic Aventura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora