2. Suspiros del Averno [BG #2]

Suspiros del Averno

Extra

El cancerbero dormía plácidamente sobre una roca del Averno, sus tres cabezas dormitaban enseñando parcialmente sus colmillos amarillentos. Un leve piquete le hizo que abriera los ojos de par en par y la potente risa de la joven lo hizo despertar de su letargo profundo.
El perro bufó ante la travesura de ella y la observó con desdén y cansancio antes de volverse a acostar sobre sus patas delanteras.
Ella comenzó a fastidiarle las orejas de la cabeza derecha, quien aguantaba todos los jalones molestos piñando con fuerza los ojos. La muchacha no comprendía y nuevamente su vestido rosa pálido se había ensuciado de ceniza y hollín.

El perro del inframundo la empujó varios metros de él con la ayuda de su pata delantera y ella rió en respuesta mientras le daba la espalda y se dirigía a pasear por la inmensidad del Averno.
—Eres un aguafiestas...

Un viento helado corrió por detrás de ella y sonrió al ver como un polvo dorado flotaba a sus lados como una estela brillante. El calor de un par de brazos desnudos la reconfortó y sobó su mejilla con uno de estos mientras el humano detrás de ella enterraba su nariz en el hueco de su cuello y percibía el aroma floral que emanaba.

—Mi flor de los infiernos. No sabes cuánto ansié poder estar contigo...

Y así, el Cancerbero le juró amor a una flor exótica que podía sobrevivir entre los suelos de la muerte.

Él jamás volvería a estar solo...