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Hoseok miraba por la ventana como Taehyung se divertía con sus amigos en la alberca. Todo le parecía tan falso: amigos que lo habían abandonado cuando Taehyung se volvió el favorito.

Ni siquiera podía sorprenderse, Kim era jodidamente perfecto, en apariencia, educación, modales, en todo. Jodidamente perfecto y lo único que lo arruinaba era su relación.

No tenía dudas de porque su padre estaba encantado con él, aunque no fuera su hijo. Sus sentimientos hacia Kim eran todo el tiempo confusos, le tenía resentimiento por lo de su padre pero al mismo tiempo le encantaba. Poco a poco se dio cuenta de que se estaba enamorado de su rival. Cerró las cortinas y se tiró a la cama mirando al techo, pensando en si debería llamar a Jimin y dar una vuelta. Negó, sabiendo que Jimin estaba ayudando a su madre en el trabajo.

Volvió a mirar por la ventana de su habitación alzando un poco la cortina. Taehyung parecía coquetear con una de sus compañeras, Chanmin, y ella no parecía molesta. Ambos se veían bien juntos y eso lo irrito.

Decidió que era mejor dejar de verlos y concentrarse en estudiar para los exámenes próximos. Así que termino haciendo eso por el resto del día.

El sábado por la mañana, cuando estaba pensando en invitar a Jimin a pasear, Taehyung se presentó en su habitación y lo arrastró con él a quién sabe dónde.

—Quiero que conozcas a alguien —le dijo Taehyung—, sube por favor.

Hoseok subió al coche y Taehyung le entregó un regaló cuando estuvo arriba. Estaba envuelto en un papel rosa platinado, no parecía ser para el.

—¿Y esto? —pregunto con curiosidad.

—No puedes llegar con las manos vacías —le sonrió y encendió el coche—, le dije a Kibum que tenemos un trabajo en equipo, no sospecha nada de nosotros.

Hoseok asintió y sólo se dejo recargado en el coche, con los audífonos puestos mientras Taehyung pasaba de forma sutil su mano en su pierna.

Había mucha calidez en ese tacto, que hacía a Hoseok sentir tan bien. Pero no podía evitar sentirse molesto cuando recordaba a Hoseok coqueteando con Chanmin. Lo peor de la situación es que ninguno de los dos habían aclarado que eran.

El lugar donde Taehyung se estacionó era un pequeño edifico departamental de paredes grises y viejo con mucho olor a humedad. El menor lo hizo caminar por una serie de escaleras, porque no había elevador, y detenerse en uno de los departamentos.

—Es aquí, prepara tu regalo.

Hoseok tomó la caja en sus manos y una mujer de cabello corto, joven y tan blanca como la nieve abrió.

—Taehyung has venido y trajiste a un amigo, vengan pasen.

—Hola Mina —saludo Taehyung—, ¿Cómo has estado?, Este chico es mi amigo Hoseok.

Ambos jóvenes hicieron una reverencia ante la mujer, Hoseok seguía sin comprender así que sólo siguió a Kim en todo lo que hacía.

—Muy bien —dijo ella dándoles paso e invitándolos a sentarse en el sillón de color cereza, todo el lugar lucia como un delicioso red velvet, paredes color crema, algunos muebles del mismo color y otros rojos —le diré a Choo que viniste.

La mujer desapareció por una puerta, después de lanzar una mirada curiosa a Hoseok.

—¿Quién es?, ¿Qué hacemos aquí?, ¿Por qué quieres que conozca a esa mujer?

—Bueno no quiero que la conozcas precisamente a ella, más bien quiero que conozcas a Choo.

—¿Pero por qué?

Hoseok tenía más dudas que respuestas, Mina regresó con una pequeña de cinco años que caminaba algo pérdida.

—¿Taehyung eres tú? —La niña estiró sus brazos, tratando de encontrar a Taehyung. Hoseok inmediatamente se dio cuenta de que era ciega.

—Aquí estoy —le dijo y tomó su mano para que ella fuera con él—, estoy aquí con un amigo, se llama Hobi.

—Hobi —dijo ella tratando de alcanzar a Hoseok, Taehyung la acercó más para que pudiera tocar su rostro. Ante todo esto Hoseok se quedó quieto pero incómodo antes el toque infantil de la niña. Se sentía como un experimento en medio de una situación que no lograba comprender—. Es lindo.

Declaró la niña cuando se separó.

—Sí —sonrió Taehyung—. Hobi y yo te trajimos un regaló.

Kim le pidió al mayor la caja de regalo y se lo entregó a ella que no tardó en mover sus manos desesperadas por abrir el presente.

—Es mi hermana —le explicó Taehyung—, es hija de mi padre, yo necesitaba que la conocieras. Él la a abandonado, nunca viene a verla y sólo le manda dinero como si eso fuera suficiente.

—¿Pero por qué?, es su hija.

—Porque para él, por obvias razones ella no sirve.

Cuando Choo terminó de abrir su regalo Taehyung se agacho a su lado.

—Son acuarelas para que dibujes, ¿Quieres que dibujemos algo?

Ella asintió tocando y tratando de adaptarse al objeto.

—Juega con nosotros Hobi.

El mayor asintió poniéndose a lado de Taehyung. La sensación de que Taehyung lo incluyera en las cosas que le importaban eran agradables, primero la casa del árbol y ahora su hermana.

Y quería conocer más, más cosas de Taehyung: sus gustos, la música que escuchaba, sus colores favoritos o películas preferidas.

Y también quería que Taehyung lo conociera más a él.

EL HIJO PERFECTO | VHOPE PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora