Cap 5: Encerrados

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En multimedia Marrie

Blake POV

Se ve tan enojada que quiero derribar la puerta y salir corriendo. Pero esto me sirve para conocer mejor a esta atormentada chica, desde que llegó me despierta cierta curiosidad.

—Esperemos, seguro alguien vendrá antes y nos abran. Tranquila.

—Tu lo dices para calmarme porque sé que nadie vuelve hasta mañana.

—Bueno si, pero tratemos de llevarlo con calma, es un closet no es una jaula con leones.

—Si es cierto, además, seguro se pasa rápido.

Luego de una hora...

Creo que es buen momento para esta pregunta que me ronda hace rato.

—Emily, no sé porque, pero creo que te conozco de algún lado, no sé. Tu cara se me hace conocida. —sus ojos se abren grandes.

—¿Puedes recordar de donde? ¿De aquí? ¿Desde cuando? —levanto mis manos simulando ser acusado.

—Oye, no sé, solo que te me haces conocida de algún lado. —suelta un bufido y se gira dándome la espalda.

—Nunca recordaré nada. —patea un abrigo del suelo que hace que resbale de espaldas, pongo mis brazos para evitarle una fea caída.

—Creo que te gusta que los chicos te atrapen. —hago referencia a lo de esta mañana.

—Si no supiera como eres, diría que esos son celos, pero me conoces hace dos días. —noto algo de sarcasmo en esas palabras.

—Ya quisieras Mars. Solo que Michael es de enamorarse fácil, y no deberías ilusionarlo. —con mi ayuda se levanta y me mira de frente.

—La próxima vez procuraré no caer sobre sus brazos, caeré en el césped.

Emily POV

Se acerca unos pasos más y sonríe.

—O en los míos. —ruedo mis ojos y me volteo para rebuscar en los bolsillos de los abrigos. —¿Buscas dinero?

—No, comida, muero de hambre. —sigo buscando hasta que una pregunta me ronda en la cabeza. Volteo y lo miro fijamente.

—¿Como es que no tienes hambre? —se encoge de hombros pero mantiene su boca cerrada. Parece que tuviera algo adentro.—Abre tu boca. —niega con la cabeza y me acerco cada vez más. —Blake ¿que tienes ahí? —sin previo aviso abro su boca encontrando un caramelo.—Eres un traidor! Yo muerta de hambre y tu tenías caramelos!

—Me queda uno. —saca uno de su bolsillo y me regala una sonrisa inocente.

—Yo no lo quiero! Tengo honor y no comería el caramelo de un traidor! —abre el envoltorio dispuesto a meter ese caramelo en su boca, maldito estómago que ruge.

—Dame eso! —se lo arrebato y meto el dulce en mi boca con desesperación.

—Pero dijiste...

—No me juzgues!

...

No sé cuanto ha pasado, pero se me hace algo eterno.

Desde que Blake dijo que tal vez me conocía no dejo de buscar de que manera pudimos conocernos.

Me siento en unos cuantos abrigos puestos en el suelo mientras él me observa desde la puerta.

—No puede ser que nadie llegue. —inclina su cabeza hacia atrás golpeándola contra la puerta.

Emily MarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora