Capítulo 7

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Ewan tubo que pasar a despertarme. Tarde otros cinco minutos en desesperezarme, salí de la cama y cepille mis dientes. Viernes, al fin viernes. Estaba emocionada porque era el último día de clases antes de las vacaciones de verano, no por el doble encuentro con Derek Crawlson ( otros lo llamarían doble cita ). Me duche, peine mi cabello y me puse lo que prepare la noche anterior. Nada especial, vaqueros desgastados, converse rojos que iban a juego con el suéter, también rojo. En lo que mas tarde fue en las manillas y pulseras en cada brazo, aveces se enredaban igual que los cables del line chek en nuestros conciertos.
Baje a desayunar junto con Dana, ya lista, y el señor y la señora Baker.

—¿Qué?—pregunte revolviendo mi cereal.

Me miraban como si llevara encima un abrigo en piel de anaconda.

—No sabíamos que era un día especial—comento Valerie, poniendo mas azúcar a su café.

—No lo es—me defendí, convenciendome de que si me puse algo diferente no tenia nada que ver con Derek.

—Cuando dejas a un lado el negro es por un día especial—se paso de listo Ewan.

Agradecí en mi interior que Dana se limitara a comer sus huevos revueltos sonriendo, guardándose un comentario que me pondría en una situación riesgosa.

—Por cierto chicas, ¿qué piensan hacer estas vacaciones?—preguntó Valerie.

Les contamos nuestros planes, que no eran la gran cosa, y sobre el concierto en la noche que inauguraría las vacaciones, que tampoco era la gran cosa. Salimos sin terminar de desayunar apenas llego nuestro transporte. Unos doce metros mas allá de nuestra puerta, salió un chico cautivador poniéndose una chaqueta oscura al tiempo que quitaba la seguridad a su auto con las llaves. Cruzamos miradas y Derek,  muy propio de Derek, nos saludo agitando la mano en alto como si nos separara un kilómetro.

—Se ve hermosa el día de hoy, señorita Sernell—dijo casi a gritos, recargándose en su auto y cruzando los brazos sobre el techo, sexy—Igual que ayer, y anteayer, y en lo que va de la semana.

—Gracias por lo que me toca, vecino—fingió molestarse Dana.

—Ya lo dijiste ayer en la noche, pero nuestras intimidades no deberían revelarse a la mitad de la calle—bromeo él—Tendré que dejarlas, hoy es un día especial para mi; una obra, dos citas, un concierto, muchas cosas por hacer y poco tiempo. Que tengan un buen día.

Sin esperar respuesta alguna entro a su auto y lo encendió. Nosotras entramos a la furgoneta, Andrew estaba al volante. Derek se marcho primero.

—¿Quien era ese?—preguntó.

—Futuro novio de Jade—Dana se abrochó el cinturón.

—Pobre hombre, que Dios lo bendiga.

Le di un puño a Andrew en el brazo luego de abrocharme el mío.

—¿Ves?—sonrió ella—,ni siquiera se molesta en negarlo.

Puse mis audífonos en su lugar, sin darle importancia a sus comentarios infantiles.

Al llegar a la escuela el auto de Derek ya estaba allí, no es que primero me fijara en eso, claro. Andrew nos deseo suerte. Tanto él como Jona no estaban en los estudios, trabajaban en un restaurante las mañanas y tardes en horario irregular. Su jefe llamaba a un puñado de chicos para ver cual estaba disponible, y siempre terminaba encontrando a cuatro bastardos de turno.
<<¿Que tal Jade?—Buenos días Jade—Hola Jade>> lo de siempre. Les devolvía el saludo a todos esos extraños con un gesto de cabeza.

—Me acompañarás a la obra ¿cierto?

—No me veré sometida a esa tortura por nadie, ni por ti.

Sin Mentira No Hay Verdad ( Escribiendo... )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora