Capítulo 14

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Real, nunca una persona en este mundo fue tan real como Jade Sernell mientras vivía en aquel escenario, su santuario. Parecía flotar en medio de vastos latidos que intentaban seguir su ritmo, los míos trataban de alcanzarla pero era inalcanzable, porque era su momento, brillaba como una estrella en un firmamento vacío. Nadie en el bar podía llegar a pensar que esa voz no nació con el don para cantar, tampoco fuera de éste.

Aquel anciano llevando su soledad en la inmensa e incomparable compañía de un libro tenía razón, bastaría con verla viviendo sus momentos para sentirme vivo de una manera diferente.

Nunca antes me convencí tanto de que se podía ser feliz viendo ser feliz a alguien mas, y, quizá en cierta manera, esa misma experiencia compartida nos unía sin que pudiésemos evitarlo, ya qué ambos vivíamos con satisfacción gracias a un mismo momento, del mismo modo en que cientos de personas se unían emocionalmente al ver su equipo con una ventaja generosa en los segundos finales por el título. Un momento mágico compartido sin necesidad de hablar sobre ello, bastaba con respirar el mismo aire cargado de alegría y devoción.
<< Cuando abrimos la boca solo repetimos lo que ya sabemos, pero si escuchamos, puede que aprendamos algo nuevo.>> La cita fue mencionada en mí última clase de literatura, pero viendo a Jade , supe de que iba el significado, uno mas amplio de lo que se advertía a la primera. Aveces solo necesitas parar de seguir una línea de lo que trata la vida para prestar atención de lo que vale la pena en la misma, dejar de hablar y de escuchar para sentir. Solo necesité de detenerme a ver a Jade Sernell para enamorarme de ella, solo necesite de detenerme a escucharla para saber que ya le pertenecía. Prestar atención a los detalles a los que te niegas a conocer por temor a que se trata de algo diferente. No recuerdo la razón que desde pequeño me hizo aventurarme a gozar lo distinto, pero ya podía hacerme una idea.

Ella se dedicó a llenar el lugar de su voz transmitiendo con las notas y sus gestos cada párrafo de la canción. Al siguiente tema se hizo con la guitarra y pusieron mas agresivo al público, y en la final volvió a dedicarse exclusivamente al micrófono para cantar su éxito, mas pop que otra cosa. Esa voz era prodigiosa, me gustara ella o la odiara no podían cambiar ese hecho, y el público la amaba, los amaban. El mismo público qué seguía zarandeadome y compartiendome su sudor como en la ocasión anterior, saltando extasiados lanzando los puños al aire y esgrimiendo la insignia del rock, pero al menos era yo, vistiendo como yo, y eso hizo que fuese menos espantoso o decepcionante. Jade me dedicó unas fugaces miradas de tanto en tanto, quizá me equivocaba pero me pareció que mi presencia aquí le agradaba. Luego de los aplausos y la algarabía, me indicó con una mirada que me quedara, antes de que salieran de la tarima. Fue el mejor concierto de mi vida, y también podía ser la mejor noche en ella.


Sin Mentira No Hay Verdad ( Escribiendo... )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora