IV. MICHAEL CORNER

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{HARRY POTTER}

—MICHAEL CORNER—

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—MICHAEL CORNER—

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PIPER.

EL RECLUTAMIENTO FUE todo un éxito, en tan solo dos semanas ya había un montón de Gryffindors, otros tantos de Hufflepuff, algunos pocos de Ravenclaw y yo como única Slytherin.

Para organizarnos mejor volvimos a hacer la lista de miembros, donde ahora los fundadores eramos Neville, Ginny y yo, aunque Neville era el líder.

Miembros Ejercito de Dumbledore:

Neville Longbottom, Gryffindor
Ginny Weasley, Gryffindor
Piper Brown, Slytherin
Seamus Finnigan, Gryffindor
Lavender Brown, Gryffindor
Michael Corner, Ravenclaw
Anthony Goldstein, Ravenclaw
Ernie Macmillan, Hufflepull
Hannah Abbott, Hufflepuff
Justin Finch-Fletchley, Hufflepuff
Leanne, Hufflepuff
Padma Patil, Ravenclaw
Parvati Patil, Gryffindor
Susan Bones, Hufflepuff
Terry Boot, Ravenclaw

Estas eran las personas que formaban actualmente el E. D., la mayoría de ultimo curso. Habíamos conseguido volvernos a comunicar por los galeones, y nuestra misión era clara; no dejarles ganar nunca a los Carrow, desobedecíamos, replicábamos, liberábamos a los niños castigados y nos oponíamos a sus castigos.

La mayoría de nosotros teníamos grandes moratones y heridas, y nuestros brazos estaban llenos de cortes, pues era el segundo castigo favorito de los Carrow, después del cruciatus.

Apenas había reuniones, cada quien se organizaba como quería, pero se lo comentaban siempre a Neville o a nosotras.

Las conversaciones con Seamus aumentaron y casi era como si el tiempo no hubiera pasado, las conversaciones con Opal sin embargo, disminuyeron, yo estaba demasiado distraída y a ella no la interesaban las mismas cosas que a mi.

—Ese hombre se ha pasado esta vez.—dije curando un horrible corte del torso de Seamus, quien estaba tumbado en mi cama. Colarle en la sala común de slytherin fue realmente difícil, pero era necesario para curarle.

—Ahss.—hizo un sonido de queja.

—Perdón, perdón.—dije haciendo una mueca.

Termine de vendar a Seamus y se colocó la camisa, para sentarse.

—Al fin dejara las quejas el muchacho.—dijo protestando Phineas. Pues le conté mi pequeña aventura con el cuadro, de la cual nadie se había dado cuenta, y como me daba pena tener a Phineas en mi bolsillo lo sacaba siempre que estaba en mi cuarto, salvo a la hora de dormir que lo dejaba dentro del baño.

KING || RON WEASLEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora