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—SALA DE MENESTERES—
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PIPER.
LAS VACACIONES TERMINARON y las cosas estaban peor que nunca. Los Carrow habían descubierto quienes lideraban la revolución y ahora iban constantemente a por Seamus, a por Neville y a por mi.
Lo único bueno, realmente bueno que había pasado era que Luna había vuelto de su secuestro. Ella nos contó todo lo que sabía acerca del Trió de Oro y la trágica muerte de Dobby. Ella ya venia bastante magullada de su secuestro pero al unirse a nosotros lo estaba aún más.
Después de la clase de hoy estaba molida.
—Hola, Piper.—dijo una voz tierna y agradable, Luna.
—Hola, Luna.—dije sonriendo un poco.—¿Como estas?—estaba preocupada por como podía estar después de la traumatica experiencia que ha vivido.
—Oh, bien.—dijo haciendo una mueca.
—Si necesitas algo sabes que puedes contar conmigo.—dije dándola un abrazo.
Ella me correspondió el abrazo y al finalizarlo tomo mi mano y la balanceo como una niña pequeña con su padre.
—Los Carrow quieren verte.—los tres nos miramos extrañados.—Venga ve, yo me quedo con Luna.—dijo de forma mandona.
—Vale, vale.—dije y salí corriendo.
***
Cuando llegue al despacho de los Carrow allí estaba Neville, sentado en silencio.
—Siéntate.—dijo Alecto.
Neville me miro y me senté junto a él.
—Niñatos, sabemos que vosotros dos sois lo responsables de todas estas revueltas.—dijo el hermano Carrow.—Y no vamos a consentir nada de esto.—estaban fuera de si.
—Usted.—se refirió a Neville.—Su abuela no queda muy lejos de aquí y su hermana esta aquí en Hogwarts, ¿no?—dijo ahora dirigiéndose a mi Alecto.
—Sería una pena que las pasara algo.—dijo su hermano con una sonrisa macabra.
—¿Estáis amenazandonos?—dijo furioso Neville.
Los Carrow se rieron.
—Mi abuela es lo suficientemente lista y fuerte para vencer a unos animales como vosotros.—se levanto de la silla y yo le seguí.
