Capitulo 22

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Narra Winry

Nos encontramos en la estación de tren de central, veo a Al y Mey despidiéndose con mucho afecto. Mis ojos están hinchados de tanto llorar e incluso me pesan por la falta de sueño.

- Tengo los boletos. - Edward extiende su brazo entregandole los boletos a Mey, mientras que trata de evitar a toda costa algún acercamiento con migo.

Jamás había sentido tan vacía mi alma. Después de hablar un rato con Mey para darle las indicaciones que dijo el doctor sobre comer bien y algunas vitaminas alfin voltea a mirarme y se acerca a mí.

- Como te sientes? -Que se supone que le diga  "¡excelente!" Por Dios estoy apunto de perderlo otra vez. - Te prometo que no será por mucho tiempo.

- Está bien, no tienes que decir nada más tú tomaste tu decisión ahora yo tomaré la mía. - Digo esto con evidente enfado mientras cierro los ojos un momento para retener las lágrimas, ya no pienso llorar por él.

Edward se acerca a mí y me rodea la cintura con sus brazos yo simplemente colocó mis palmas en su pecho tratando de mantener mi distancia aunque no funciona ya que el me aprieta más a su cuerpo y susurra a mí oído.

- Te amo.

Mi cuerpo vibra ante sus palabras y las lágrimas amenazan con salir pero no lo permitiré.

- Y por eso me abandonas?

Narra Autora

Edward se quedó estático ante las palabras de Winry, tanto que nisiquiera sé percató cuando ella se soltó de su agarre y abordó el tren.

- Hasta luego Edward.

Mey pasó junto a él despidiéndose y Edward volteó hacia el tren miró la cabina en donde se suponía estarían las chicas pero la ventana permanecía cerrada mientras el tren comenzaba su marcha lejos de central.

- Todo está bien hermano?

- La perdí.

- La recuperarás.

- Tengo miedo de que eso no pasé Al.

- Confía, todo saldrá bien.

- Eso espero.

Narra Edward

Han pasado tres semanas desde que Winry se fue y yo aún no obtengo resultados de mi investigación porque según averigüe Selim Bradley está en constante vigilancia y no ha presentado comportamiento extraño.

- Acero alguien te vino a ver.

- No espero a nadie Mustang, estoy ocupado.

- Has leído esos informes al derecho y al revés nesesitas relajarte y esto te va a interesar.

- Quien es?

- Ven conmigo.

Segui a Mustang por un largo pasillo hasta llegar a una habitación, aunque mi mente este en otro mundo debo fingir que agradezco su ayuda para no complicarme.
Cuando entró a la habitación me encuentro con Selim Bradley sentado junto a su madre, cabe mencionar que el Selim de ahora ya es un adolescente más sin embargo yo no puedo dejar de sentir apatía por él.

- Señora, el alquimista de acero.

- Si, gracias Fuhrer por tomarse las molestias.

- No hay cuidado. Pero me debo retirar los dejo para que hablen tranquilos.

Mustang se retira y yo no puedo apartar mi vista del chico quien tiene una mirada exánime.

- Creí que dijeron que  no ayudarían con mi investigación.

Si alguien me abandonó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora