Colorblind [KiriBaku]

O

16 años. Finalizando el año.

  — Kirishima, tengo que decirte algo.

"Bakugo me llamó por mi nombre, esto es serio, voy a morir o me va a decir que al final no quiere ser amigo de un gay". Pensó el nombrado con pánico de lo que pudiera decirle el contrario, por lo que reunió valor para luego mirarlo, fingiendo una sonrisa.

— ¿Qué sucede, Bakubro?

— ¿Recuerdas cuando te pregunté si nos conocíamos desde antes?— ok, eso no era lo que esperaba Kirishima, por lo que confundido asintió.— después de que fueron a buscarme, cuando me secuestraron, ya sabes , tú tenías el pelo lacio, ¿cierto? 

— Ah, me estabas asustando, pensé que ya no querías ser mi amigo.— habló Kirishima recuperando su sonrisa verdadera, rascando su nuca levemente.— ese peinado no era nada masculino de todos modos.

— ¿Tu pelo natural es negro?

— ¿Ah? ¿Cómo lo sabes?

— Entonces sí eras tú.

— ¿De qué hablas, Blasty?

  — Hace como unos tres años, no me acuerdo muy bien, en el metro choqué con un bastardo de pelo negro y lacio que ignoré completamente, pero, ¿eras tú? pregunto porque tenían los mismos ojos.

Kirishima en ese momento reprimió  un jadeo, si era cierto lo que el rubio le estaba contando y realmente había chocado con él lo único que podía significar eso era que Bakugo es...

— Igual no importa, sólo me acordaba de eso el otro día.— Bakugo interrumpió sus pensamientos al momento que se levantaba del sillón, que era donde ambos estaban. Estaban en la sala común, era de noche y casi todos dormían ya, menos ellos dos.— Me voy a dormir, cabello de mierda, espero tengas pesadillas.

Sabía que el contrario lo decía en broma, pero con aquella nueva información no estaba seguro de pegar el ojo en toda la noche. Además, ya tenía claro que lo que sentía por el rubio era más que amistad, pero había estado descartando esos sentimientos al recordar que el otro no era ni homosexual ni bisexual, sin embargo, ¿qué haría ahora con sus sentimientos si sabía que Bakugo era su alma gemela con la que se suponía estaba destinado a estar? 

¿Y qué haría si sabía que su alma gemela no creía en el amor?