Colorblind [KiriBaku]

U

13 años.

  —  ¡Katsuki, si sigues así jamás vas a conseguir una pareja que te quiera! ¡Eres insoportable!

  — ¡Cállate, mierda! ¡No necesito una pareja que me distraiga como lo hizo el viejo contigo!

No era noticia que madre e hijo Bakugo se encontraran peleando, es mas, probablemente todos los vecinos ya se estaban preguntando por qué habían tardado tanto en comenzar la pelea de ese día. Pero todo aquello se disparó cuando su padre le preguntó si no le gustaba alguna niña de su colegio. Pobre hombre que no sabía que su hijo reaccionaría de manera tan agresiva mientras se ponía completamente rojo. Pobre del niño que no sabía que su madre saldría en defensa del hombre y con un solo golpe en la cabeza logró ponerlo de peor humor.

— ¡Estás celoso de que a mí alguien me quiere!— gritó la mujer infantilmente, en el fondo hasta le daba risa la situación.

 — ¡Pero yo no necesito novia!

Eso fue lo último que gritó el menor de los Bakugo antes de salir por la puerta dando un fuerte portazo al momento de hacerlo. Dio un bufido cuando estuvo fuera y decidió que daría una vuelta por la cuidad para lograr calmarse un poco, como cada que hacía cuando estaba alterado de alguna manera. Por lo que sin pensarlo dos veces fue en dirección al metro para distraerse un rato, con los audífonos conectados a su teléfono para escuchar música que pudiera calmarlo.

  — Celoso yo, no necesito una novia, esas cosas simplemente me distraerían de ser héroe.— murmuraba el rubio para sí mismo, mirando el suelo mientras sus manos eran puños dentro de sus bolsillos, listo para pelear con cualquiera que se le cruzara.— el día que tenga una novia debe ser la mejor heroína, pero no mejor que yo, bah, cómo si alguien fuera mejor que yo.

Se mantuvo pensando en voz alta hasta que sintió un choque con su hombro, no estaba de humor por lo que levantó la vista para decirle un par de cosas no tan amable a la persona en cuestión.

Pero no pudo.

Ese pelo lacio y negro le distrajeron, parecía de su edad más o menos. Pero lo que más le atraían eran sus ojos, igual de rojos que los suyos. Y por un momento, sólo por un segundo sintió la ira irse y las ganas de conseguir una novia se le fueron imposibles si al frente tenía al chico más guapo que había visto en toda su maldita vida.

Pero era Katsuki Bakugo, esas cosas no eran para él, por lo que volvió a su realidad y se dio la media vuelta, despidiéndose internamente de aquel chico que probablemente nunca volvería a ver.

Solamente que sí lo hizo.

Minutos después.

Cuando el camión ya había dado con él y la sangre del mismo color de sus ojos ya estaba en el suelo. 

No dudó en llamar al hospital para que una ambulancia pudiera ir por ese pobre chico.