Capitulo 4

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Tardo unos segundos en comprender lo que estoy escuchando. Gabriel Harley. El Capitán mas joven del país. Mi entrenador. Sandy se moriría si lo supiera.

A él no parece hacerle tanta gracia.

-¿Esto ha sido idea tuya?- le pregunta a Peter. Al parecer tampoco se lleva muy bien con éste. Su olor a enfado llega hasta mi, e instintivamente retrocedo un par de pasos.

Peter suelta una carcajada amarga.

-No, mi idea era protegerla. Claramente eso no va a ocurrir si se queda a tu cargo.

No se que puede haber hecho Gabriel Harley mal. Algo terrible seguramente, ya que su castigo soy yo. Nadie en su sano juicio haría que una persona tan valiosa para la milicia perdiera su tiempo entrenando a una Omega. Lo que me hace pensar que sea cual sea el error que ha cometido debe haber sido garrafal.

-No voy a pasarme los próximos seis meses entrenando a una niñita.- Dice pasándose las manos por el pelo perfectamente cortado. Lo cierto es que no recuerdo que me haya lanzado una mirada desde que ha entrado en la habitación, pero parece saber lo suficiente sobre mi.

Solo es un Alfa engreído que se cree mejor que yo por su estado biológico. Suelto un bufido de indignación, sin darme cuenta de que pueden oírme.

Gabriel sí me mira ahora, y si las miradas pudieran matar yo estaría en el suelo ahora mismo. Aunque lo cierto es que si sigue manteniendo sus ojos en mi, probablemente acabe tirada de todas maneras. Tras unos segundos de lucha conmigo misma agacho la cabeza, apretando los dientes con reproche.

-¿Tienes algún problema?- me pregunta, poniéndose de pie y acercándose a mi. Yo retrocedo, intentando mantener mi distancia.
Niego con la cabeza, pero ni esto parece satisfacerle.- Te he hecho una pregunta, y espero que la contestes.

Estoy empezando a pensar que no debe haber muchas personas en el mudo que a Gabriel le caigan bien.

-Déjala en paz- Peter sale en mi defensa, aunque no parece que tenga mucha autoridad real en esta situación.

El Alfa parece olvidarse de mi por un momento.

- Tiene que haber otra cosa que pueda hacer para compensar mi error. Cualquier otra cosa. Y a la Omega podéis mandarla a otro campamento, uno en el que haya más de su estado. O dejadla con sus compañeros y si realmente vale algo conseguirá salir viva.- Gabriel habla rápido y en un tono bajo, casi preferiría que estuviera gritando.

Por lo general los Alfas tienen un instinto de protección hacia los Omegas, o al menos un sentido de posesión. En este caso no encuentro nada por el estilo.

-Lo siento Gabe, pero he tomado mi decisión y no voy a echarme atrás. Míralo como una oportunidad para demostrar que las técnicas de entrenamiento que llevas años intentando que aprobemos para el SM realmente funcionan.- Axel tiene una sonrisa plastificada en la cara. Sabe perfectamente lo que le está haciendo a Gabriel. Obligándole a jugar su propio juego.

El Capitán lo sopesa unos segundos. Su mirada me recorre de los pies a la cabeza varias veces, después pasa por Peter antes de volver nuevamente a Axel.

-De acuerdo.- Su sonrisa pasiva agresiva me revuelve el estómago.- Pero nadie interfiere. Yo soy su entrenador y nadie más.

Peter parece a punto de negarse y mandarle a la mierda. Pero antes de que pueda, Axel le toma la mano cerrando el trato.

Por favor que alguien me explique lo que acaba de pasar...

Estoy sentada en las escaleras del 'generador', esperando. Después de que Axel diera la reunión por concluida Gabriel me había hecho un gesto para que le siguiera. Al parecer esa es una práctica habitual por aquí. Al salir al exterior, Peter nos ha alcanzado y me ha mandado a esperar a fuera. La verdad es que no he necesitado que me lo digan dos veces, necesito alejarme de tanta testosterona, al menos durante unos minutos.

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