Capítulo 8

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—Mierda!— grito acercándome a Derek— dios, Dios, Dios mío, ¡lo siento!

La sala de ha quedado en silencio salvo por algunas risitas de mis compañeros.
Busco con la mirada a Gabriel que se ha quedado boquiabierto con la mirada fija en mí.

—Joder Julia... — Derek se sujeta la nariz entre las manos y me mira con los ojos empañados. Al ver mi cara de preocupación se endereza un poco— Puff... bueno, no te preocupes, pero la próxima vez intenta apuntar a cualquier otra parte de mi cuerpo. Mi cara es demasiado preciada.

El culpable de todo esto, el hombre que está dando la charla no parece saber como reaccionar.

Al ver que Derek está intentando suavizar la situación, sonrío. Sé que este es mi momento para normalizarlo, así que intento seguirle la corriente con las bromas.

—Yo creo que te la he arreglado.— el comentario me sale con naturalidad, a lo que el Alfa contesta con una media sonrisa.

Intento ser de ayuda acompañadole a su silla y me pongo a su lado.
Su olor es muy fuerte incluso para ser un alfa. Cuando pone su brazo tras el de mi asiento me recuerdo a mi misma que tengo que aprender a controlarme.
.

La charla no se ha extendido mucho más después del incidente. Y aunque al terminar he querido volver a acercarme a mi víctima para disculparme una vez más, Gabriel me ha cogido del brazo y me ha arrastrado hacia fuera.

Su excusa es que tiene hambre, sin embargo su olor a irritación está mezclado con algo más que me hace pensar que no me lo esta contando todo.

Una vez en su apartamento, me sienta en su sillón y me da un libro sobre estrategias de manadas.

—Léete el capítulo cinco mientras preparo algo de cenar.

Veo cómo se acerca a la isla que separa la cocina y el salón y no puedo evitar fijarme en sus movimientos, decididos pero ágiles, mientras comienza a cocinar.
Cuando sube la mirada de su labor y encuentra los ojos, pone un gesto de desdén.

—Te he dicho que empieces a leer.

Mis instintos deben estar algo ritos, porque ignoro completamente su enfado y pregunto:

—¿Voy a meterme en líos por haberle pegado a Derek?

Gabriel baja el cuchillo que está utilizando y me mira con incredulidad.

—¿Tu?, ¿!como te van a meter en problemas a ti?!— su olor me llega incluso desde el otro lado de la estancia y aunque se que su furia no está dirigida a mi, mi lobo se estremece con las patas entre el rabo.— Jaden ha tenido una idea de mierda. Es su culpa... su pequeño experimento podría haber salido mucho peor.

Yo le miro sin comprender.

—No es por subestimarme, pero la verdad es que no creo que yo hubiera podido ser mucho más peligro para Derek de lo que lo he sido...—susurro yo, aún confundida.

Lo cierto es que mi reacción agresiva ha sido bastante antinatural para mi estrato, así que esperar más de mi parece casi delirante.

—No estoy hablando de ti, Julia... — Gabriel suelta un suspiro antes de continuar— Eres una Omega. En una sala llena de Alfas, que de una manera y otra se sienten posesivos o protectores hacia ti. Ponerte en una situación de simulado peligro ha sido una idea terrible. — mi entrenador continúa cortando el pollo mientras habla.— si no hubieras reaccionado como lo hiciste a saber que habría pasado.

Me quedo unos momentos pensando en lo que ha dicho. Mis ojos pasen sobre las ojos del libro que me ha dado, sin leer realmente.

—Bueno, viendo como me tratan mis compañeros y como el resto no hace nada... no creo que lo que dices se aplique a todos los alfas.

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