Capítulo 11 Estrellas en el mar

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"No hay luz, no hay luz en tus brillantes ojos azules,
nunca supe que la luz del día pudiera ser tan violenta,
una revelación a la luz del día,
puedes elegir lo que se queda o lo que se desvanece.

........

Gritándome a través de las abarrotadas islas,
en tu lugar había un millar de otras caras,
yo estaba desapareciendo a la vista de todos,
Dios mío, ayúdame, necesito hacerlo bien."

Florence and the Machine- No ligth, no light

Skylar ya hace días que no había probado bocado alguno y comenzaba a sentir como en su estómago se libraba una batalla campal con sus intestinos y de manera estrepitosa y eso comenzaba a molestar. No recordaba cuantos días llevaba encerrada en esa especie de jaula anti magia que cualquier movimiento o chasquido esa cosa la detectaría y recibiría una descarga eléctrica tan fuerte que podría reviví a los muertos mejor que un electro shock. Ella ya lo había presenciado con sus compañeros de celda que se consumieron en la desesperación del encierro y quisieron jugar con su suerte.

De entre los seres capturados nunca llegó a creer volver a encontrar a más ninfas del bosque, algunas familiar conformadas de tres personas en lo general, también había uno que otro hombre y mujer aprisionado, marcados con el atizador al rojo vivo, marcándolos como animales.

La ninfa por fortuna, no había corrido con la misma suerte. La habían mantenido aprisionada en esa jaula chica como mascota o lo que más odiaba no era el encierro si no que si esto seguía así, moriría de hambre.

Algunos de sus compañeros habían intentado escapar, recibieron una descarga por parte de la jaula maldita y por si fuera poco, sacaban a la casi inconsciente criatura, la ejecutaban sin misericordia frente a los otros. Como advertencia de lo que se les esperaba.

Una elfa de cabello marón de piel aceitunada, revestido en pieles de oso que compartía la jaula con la rubia ninfa, le sonrió apenas con sus dientes de castor vio a Skylar temblar de frio y no se molestó en pasarle una de sus pieles de oso para que entrara en calor.

Ambas se ven con melancolía, le agradece el gesto y se acerca a la elfa para compartir así el calor.

Skylar se ha caracterizado por tener un espíritu de hierro, no se puede doblegar tan fácilmente, ni por estar muriendo de hambre, se muerde la comisura de los labios al menos para no pensar en su estómago gruñendo, su compañera se ha dormido cuando un guardia les abre las rejas y les da un cuenco con agua, seguramente de charco. Es eso o nada.

La ninfa se acerca a la de dientes de castor, la despierta para que tome un poco de el agua, le da apenas unos sorbitos y vuelve a dormir. Skylar termina a medias el cuenco, su estómago ya no le pide, le exige comida.

La pobre criatura de 1.50 ha comenzado a enfermar y se ve más pequeña de lo habitual. Quizás había enfermado por tomar agua sin purificar o quizás ya estaba enferma cuando la capturaron.

Fueron unos días en estas condiciones, apenas sentía el traqueteo de ser trasportadas y que los cazadores asaltaran otro lugar hasta que por fin llegaron a lo que al parecer era un sótano gris y oscuro donde metieron a Skylar, la elfa y un enorme contenedor plateado muy extraño.

Mira de reojo pero le preocupa más su compañera, que ha comenzado a palidecer temblar más que ella. Le devuelve la piel de castor y deja que se recueste hasta dormir, es solo lo que hace, ya ni toma agua del cuenco, ya ni habla

Está en una prisión y más aparte resguardadas en lo que al parecer era un sótano oscuro. En esa habitación también guardaban un enorme tanque sellado, sabía que en el guardaban agua, lo sabía por el sonido constante del chapotear. Podría tratarse de una criatura también capturada o simplemente un contenedor común y corriente con agua.

Cenizas de un conjuro ( La Era de la magia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora