Capítulo 8 Aprendiendo a volar sin alas

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"El significado, la razón

Los contratiempos, las estaciones

Ir y venir, descuidando el dolor

Las sombras, los ángeles

Caminando por este extraño mundo

Sabiendo a cual debo seguir

La luz de la mañana te guiara

Ninguna arma te derrotará"

Morning Ligth- Palaye Royale

Mencionar la palabra ángel para mí no era un signo de un milagro, automáticamente era sinónimo de problemas, para mí y para Dorian, era lo que no entendía Iceluz al abrirle las puertas a nuestro querido Senov. El ángel exterminador para mí.

Mientras Iceluz curaba las Heridas del ángel le recordábamos al mago por qué esa criatura que atendía era peligrosa y por lo tanto inestable

-No creo que sea ya un peligro si el pobre perdió sus alas- miro a Dorian de reojo. Y lo pude adivinar.

-Y no culpes a Dorian de ello, ese ángel se lo busco.

-No pensé en culpables, si no que si llegara a despertar no creo que sea muy grato ver a Dorian después de todo lo que ha pasado, le va traer más rencor. Suena estúpido que un ser divino guarde un sentimiento tan oscuro. Eso explica que ya no sea portador de poder divino ni alas. Es un humano, común y corriente como tú y yo, Eunice. Por así decirlo.

-Y la verdad no quisiera estar aquí cuando despierte, no es mi persona favorita por el momento- admití.

-Debiste pensarlo antes- agrego el mago ante los movimientos del ángel, comenzaba mostrar señales de vida.

-Ayúdenme, me estoy muriendo.- murmuraba el ángel y apenas podía respirar.

-No te estas muriendo, te hace falta tomar agua y alimentarte. Es verdad lo que me dijeron, eres muy dramático.-contesto el mago,

-Tú no lo entiendes, jamás lo comprenderías. ¡Eso duele! ¡Detente!- exclamo mientras el mago lo limpiaba con agua oxigenada las heridas del ángel

-Créeme que comprendo más de lo que tú te comprendes a ti mismo, mi querido Senov y bienvenido a la tierra de los humanos. Creo no te han dado una bienvenida grata,- el mago me miro- se gentil y alcánzame esas vendas, ya casi acabo., aunque sería mejor idea que se diera un baño con agua tibia.

Dorian me hizo el favor de darle las vendas. Y el ángel lo observo detenidamente sin decir nada.

-Te lo encargamos, amigo, nosotros nos vamos, no tenemos nada que hacer aquí.

-Perfecto, yo me encargo.

-¡Esperen!- exclamo Senov- Eunice, Dorian...

-No queremos problemas, así que nos vamos- le dije y le insistí a Dorian que nos fuéramos pero el demonio no me hacía caso- ¿Dorian, que pasa contigo?

-Espera- Dorian se detuvo, no se veía tan reacio como yo.- ¿Qué pasa Senov?

El ángel era torpe en sus movimientos y le costaba mucho incluso coordinar movimientos sencillos, Iceluz te tuvo que ayudar para sentarse en la cama.

-Nunca creí que llegaría con ustedes, he estado rondando en el bosque de noche y solo, no puedo ver nada a oscuras y me es difícil poder caminar como humano

-Es cuestión de acostumbrarse, no te preocupes.- Le contesto el demonio como si nada.

-Pero por alguna razón estoy yo aquí con ustedes ahora y lamento mucho haberles causado problema alguno pero no conozco a nadie que pueda ayudarme, solo ustedes.

Cenizas de un conjuro ( La Era de la magia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora