Capítulo 14

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Abrí los ojos lentamente aún adormilada, era temprano y la luz del sol empezaba a colarse por mi ventana. El despertador aún no había sonado, dicen que tenemos un reloj interno, quizás esa era la razón por la que siempre me despertaba minutos antes de que sonara. Quizás ese reloj también sabía el tiempo que hacía que ellos se habían marchado. 31 días. 31 días vacía por dentro. Estaba claro que algo no iba bien cuando sabía eso y no que día era hoy, aunque supongo que tampoco me importaba. El despertador empezó a sonar pero lo apagué inmediatamente y continué estirada en la cama, mirando al techo.

Si al menos supiera cuando iban a volver podría hacer una cuenta atrás, sabría cuánto tiempo quedaría y lucharía por soportarlo pero simplemente iban pasando los días como el que arranca hojas de un calendario que no tiene fin.

- ¿Es que no piensas levantarte hoy? Llegarás tarde.- dijo mi madre.

Estaba tan absorta en mis pensamientos que ni si quiera la había escuchado entrar.

- Me encuentro mal.- mi madre se fue sin decir nada. Ella sabía que no me encontraba mal, al menos no físicamente, pero era más fácil para ambas hacer ver que la razón por la cual no iría hoy a clase era esa

Las horas pasaban y yo seguía exactamente en el mismo sitio. No me había levantado para comer ni tenía intención de hacerlo. Wake me up when September ends sonaba de fondo, si estuviéramos en Septiembre esa canción de Green Day sería perfecta para mí porque no quería levantarme, no hasta que ellos volvieran, la misma canción que escuché una y otra vez cuando perdí a mi hermano, al parecer escucharla era como una terapia. Pero la canción fue interrumpida por Gotta get out lo que significaba que Ashton me estaba llamando. Descolgué.

- Hola pequeña.- dijo igual de alegre que siempre.

- Ashton.- intenté sonar animada, pero no sé a quién quería engañar, debía sonar horrible.

- ¿Ha pasado algo?- dijo ahora preocupado.

- No, estoy b...

- No lo digas.- me interrumpió. Me conocía demasiado bien y sabía cómo acababa siempre esa frase y como nunca solía ser verdad.

- Hoy no he ido a clase.- sabía lo mucho que se preocupaba por mí y no quería mentirle.

- ¿Por qué?- me preguntó serio.

- No lo sé... No tenía ganas de levantarme.

- Tienes que dejar de hacer eso.

-¿Crees que lo controlo? ¿Qué me levanto cada mañana y decido que voy a llorar sobre la almohada durante todo el día solo porque me apetece?- Ashton suspiró.

- Lo siento, es que me preocupas y no estoy allí para ayudarte.

- Me llamas cada día, eso es mucho más de lo que nadie hace por mí.

- Escucha, tienes que intentarlo, ve a clases cada día, estudia, mantén tu mente ocupada. Estoy seguro de que hoy no has salido de tu habitación en todo el día, así que hazte un favor y sal a dar una vuelta. Mañana será otro día y quizás te sientas mejor.

- Mañana me levantaré y volveré a caer en la cuenta de que no estáis aquí.

- Pero quedará un día menos para vernos.

- No sabéis cuando vais a volver.

- No importa, sea cuando sea, mañana quedará un día menos. .- sonreí al oír sus palabras.

- Gracias.- él siempre conseguía arrancarme una sonrisa y estaba segura que él sabía que en estos momentos lo estaba haciendo.

- Oye, tengo que colgar ya. Hazme caso por favor. Hablamos mañana, pequeña.

- Hasta mañana Ashton.- colgué.

Ya era tarde pero aun así iba a hacerle caso. Me di una ducha rápida, me vestí y bajé a comer algo.

- Voy a salir a que me dé un poco el aire.- les dije a mis padres.

- Ten cuidado.- respondieron al unísono, yo asentí y salí de casa.

Empecé a caminar calle abajo, no tenía pensado a donde ir, solo hacía esto porque Ashton me lo había pedido. Cuando ya llevaba bastante recorrido escuché gritos y me acerqué al lugar del que provenían. Me quedé helada cuando vi la escena.

Somewhere new (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora