Capítulo 18

261 22 11
                                    

Después de recibir el mensaje de Calum me sentí aliviada. Ya hacía un tiempo que no había hablado con él y esto era lo más parecido a una conversación que habíamos tenido en los últimos días. Me alegraba saber que pronto estaría aquí pero no estaría totalmente tranquila hasta que no lo viera. A pesar de que durante estos meses había sido con el que menos había hablado, sabía gracias a los chicos como estaba en todo momento, así que ya estaba acostumbrada a la falta de comunicación pero esto era diferente, por algún motivo que yo desconocía nadie había querido decirme donde se encontraba y eso me ponía muy nerviosa.

Me había estirado en la cama unos minutos, pero a mi me habían parecido horas. Estaba segura que este iba a ser un día largo para mí y no iba a pegar ojo por la noche. Estaba desesperada y no podía estar más tiempo sin hacer nada, así que decidí salir de la habitación. Fui al salón pero no había nadie, supuse que todos estarían echando la siesta o jugando a videojuegos, o en el caso de Mike quizás revolcándose con aquella chica, así que no quise molestarlo por si a caso. Después de pensarlo, fui en busca de Luke, no había podido hablar con él aún y sabía perfectamente que él tampoco estaba bien, por lo que no nos vendría mal una conversación o una compañía silenciosa. Cuando llegué a su habitación, la encontré cerrada así que llamé a la puerta. No obtuve respuesta, pensé que quizás dormía pero no quería despertarle. Entré sigilosamente para comprobar si realmente estaba dormido o puede que hubiera salido de casa. Al abrir la puerta lo vi sentado en su cama, mis ojos se desviaron hacia su mano, con la que sostenía un paquete de tabaco, él cuando me vio intentó esconderlo por detrás de su cuerpo.

- Hola, Loren.- dijo nervioso- ¿Qué quieres?

- Venía a ver como estabas.- dije acercándome a él. Cuando estuve justo delante de él, estiré un brazo pasándolo por detrás de él y busqué a tientas el tabaco, él intentó evitarlo pero finalmente lo conseguí.- Pero ya veo que no estás demasiado bien. ¿Desde cuándo fumas?

- No fumo.- dijo bajando la mirada.

- Joder, Luke. ¿Y esto que es?- grité con el paquete de tabaco en mi mano.- No me digas que no es tuyo.

- Es mío. Lo compré anoche pero ni si quiera lo he empezado. De todos modos, no eres mi madre y no tengo por qué darte explicaciones.- dijo cabreado.

- Tienes razón. Quizás deberíamos llamarla para ver qué opina.

- No serás capaz.- dijo levantándose de la cama.

- Tú odias el tabaco. ¿De verdad quieres hacerlo?

- No puedo odiar una cosa que no he probado.

- ¿Entonces por qué odias las carreras?

- Joder, Loren. Eso es diferente, es peligroso, podrías haber muerto.

- La gente también muere por fumar. Se llama cáncer de pulmón.- esta vez no apartó su mirada de la mía pero no dijo nada.- Hace un par de días estuve allí y cuando estaba metida en uno de esos coch...- Luke me interrumpió gritando.

- ¿Qué? ¡Prometiste no hacer ninguna estupidez! ¿Se puede saber en que coño estabas pensando?

- En lo mismo que tú cuando compraste esto.- dije alzando el paquete y poniéndolo a la altura de sus ojos- Escúchame. Cuando estaba en ese coche me di cuenta de algunas cosas. Entendí que realmente había sido una vía de escape para mí, pero no podía serlo más. Entendí que hay otras vías de escape que curan en lugar de destrozarte. Tú estás buscando una vía de escape pero te equivocas al elegir el tabaco.

- ¿Crees que importa cuando ya estás destrozado?

- Claro que importa. Importa mucho. Hay una gran diferencia entre estar jodido y dejar de estarlo. Si quieres fumar, adelante, hazlo, pero no solo existen problemas, también existen soluciones.

- ¿A caso tú has encontrado esa solución?

- Vosotros.- y sin decir nada más le tiré el paquete de tabaco, él lo cogió al vuelo y yo salí de su habitación.

Regresé al salón donde ya estaban todos, incluida Liz, la madre de Luke, a la que abracé efusivamente puesto que aún no la había visto desde mi llegada.

- ¿Ya habéis acabado de discutir?- me soltó Mike.

- ¿Nos habéis escuchado?- pregunté preocupada ya que no sabía cuánto tiempo llevaba Liz aquí pero esperaba que no hubiera escuchado nuestra conversación.

- No escuchábamos lo que decíais pero claramente estabais discutiendo.- dijo Ashton, yo suspiré.

- No creo que sea capaz de hacerlo.- dijo Liz.

- ¿Qué?- pregunté sin comprender a lo que se refería.

- Fumar. ¿Por eso discutíais, no?- al escucharla me quedé atónita mirándola.- Sé que ayer compró un paquete.

- ¿Qué?- gritaron sorprendidos Ash y Mike.

- ¿Cómo puede ser que vosotros no lo supierais?- ellos se encogieron de hombros sin decir una palabra.

En ese momento Luke apareció en el salón con intención de decir algo pero cuando vio a su madre se quedó callado, me miró y pronunció un 'lo siento' silencioso, moviendo sus labios, yo le sonreí y me senté en el sofá, él hizo lo mismo. Estuvimos mirando la tele hasta la hora de cenar, entonces Liz nos obligó a preparar la mesa para cenar todos juntos una comida que seguramente estaría infinitamente mejor que la comida rápida del mediodía.

A pesar que la comida estaba riquísima, no comí mucho puesto que estaba tan nerviosa que se me había cerrado el estómago y lo único que quería era que las horas pasaran más rápido, así que decidí irme a la cama, si conseguía dormir no estaría tanto tiempo torturándome mirando el reloj.

- Perdonadme, pero estoy cansada, voy a intentar dormir un poco.- dije intentando sonreír.

- ¿Hay algo que debamos saber?- dijo Ashton, adivinando como siempre que algo pasaba.

- A diferencia de mí, parece que vosotros lo sabéis todo. Así que no creo que yo sepa algo que a vosotros se os escape. Buenas noches.- y fui directa a la habitación de Calum.

Intenté dormir, pero lo cierto era que los nervios me habían quitado el sueño. Empecé a leer un libro que había traído pero al rato tuve que dejarlo porque no conseguía concentrarme lo suficiente como para saber que era lo que estaba leyendo. Ya hacía rato que había escuchado como los demás apagaban la tele y se iban a sus respectivas habitaciones, probablemente todos habrían logrado conciliar ya el sueño mientras yo continuaba dando vueltas en la cama. Al final decidí levantarme e ir a la cocina a beber agua, no es que tuviera sed pero tampoco sabía que hacer. No quería volver a la habitación para volver a dar vueltas en la cama, me quedé en el salón, sentada en el sofá. La situación no había mejorado mucho, no quería encender la televisión para no despertar a nadie, así que ahí estaba yo, sentada en la oscuridad.

- ¿No puedes dormir?- era la voz de Luke.

- No.- y era obvio que él tampoco, por eso no le pregunté. Se acercó y se sentó a mi lado.

- Ven aquí, anda.- me dijo abriendo sus brazos para que me acomodara junto a él.- Te he traído algo para que puedas dormir.- sin que me diera tiempo a preguntar me puso unos auriculares y un segundo después la voz de Calum inundaba todo mi cuerpo, las voces de él y Luke me cantaban al oído las mismas canciones que había escuchado ya tantas veces en sus ensayos.

Abrí los ojos, ni si quiera recordaba en que momento me había quedado dormida. Miré a Luke, él aún dormía, miré también el reloj,  eran las siete de la mañana. Recordé el mensaje que me envió Calum ayer y me levanté de un bote. Prácticamente corrí a su habitación con la esperanza de que tal y como él había dicho estuviera ya ahí. Abrí la puerta con los ojos cerrados, tenía miedo que no hubiese cumplido su promesa. Cuando abrí los ojos todo mi mundo volvió a hundirse, la habitación estaba vacía. Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas y me estiré en la cama sin querer saber nada del mundo. Poco después oí como alguien abría la puerta y supe quien sería.

- Déjame Luke, quiero estar sola.- dije entre sollozos. No obtuve respuesta pero escuché sus pasos acercándose a mí.

- Hola.- dijo, pero ese no era Luke.- Debería haber tenido en cuenta que eres madrugadora.- me giré y lo vi sonriendo, como siempre. Me lancé a sus brazos, abrazándole tan fuerte como podía. Todos mis nervios y mis preocupaciones habían desaparecido. Él estaba aquí y estaba bien.

Somewhere new (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora