No había vuelto a pensar en esto prácticamente desde que conocí a los chicos. Era como si hubiese desaparecido, sin embargo todo seguía allí, exactamente igual.
La gente seguía gritando y podía sentir su adrenalina, la misma que experimentaba yo cada vez que subía a uno de esos coches. Lo cierto era que desde la última carrera a la que asistí no había vuelto a sentir la adrenalina correr por mis venas y lo echaba de menos.
Estaba absorta en mis pensamientos cuando alguien me empujó y casi caigo delante de los coches, ni si quiera me había dado cuenta de lo mucho que me había acercado.
- ¿Loren, eres tú? Hacía mucho tiempo que no te veía por aquí.- me dijo uno de los chicos que organizaba las carreras.
- Eeee...ya...- tenía que salir de ahí antes de que hiciera alguna tontería. Pero cuando iba a moverme, ese chico me agarró de un brazo y me metió en el asiento copiloto de uno de esos coches. A mi lado había un chico que no conocía de nada. No sabía que hacer, a Ashton no iba a gustarle esto... tampoco importaba, de todos modos él no estaba aquí, ni los demás tampoco, aunque se preocupaban por mi... Recordé cuando Calum me dijo que tenía que dejar de hacer esto, que tenía que buscar otra vía de escape, me dijo que me ayudaría y lo hizo. Logró que dejara de saltarme clases, que dejara de ir a llorar a esa playa, que dejara de torturarme pensando en mi hermano cada segundo del día. Pero sobretodo, consiguió que volviera a sonreír, a sonreír de verdad. Después de todo sí había encontrado otra vía de escape. Él era mi vía de escape, era el único con el que había vuelto a ser yo misma, la que era antes de la muerte de mi hermano. Pensaba que esa parte de mí había muerto con él, pero Calum me devolvió la vida. Realmente no podía dejar de pensar en él. Quizás no había vuelto a experimentar otro subidón de adrenalina pero tampoco lo necesitaba porque cuando estaba con él, mi corazón se aceleraba, una sonrisa se dibujaba en mi cara y lo que sentía en el estómago no eran mariposas revoloteando, era una estampida de rinocerontes. Estaba jodidamente enamorada de Calum. En ese momento escuché rugir el motor del coche y justo después arrancó.
- ¡Para el coche!- grité nerviosa.
- Estás loca, haberlo pensado antes de subir.- me respondió ese chico.
- ¡He dicho que pares el puto coche!- volví a gritar empezando a desesperarme.
- ¿O sino qué?- me vaciló. Saqué mi móvil, busqué en mi agenda el número que necesitaba y llamé.
- Hola, ¿hablo con la policía?- dije cuando respondieron a la llamada.
- ¿Qué coño haces?- frenó de golpe, colgué y me bajé del coche.
Empecé a correr ignorando los gritos y los abucheos que la gente me dedicaba por haberle estropeado la carrera a ese chico. Corrí por las calles hasta llegar a casa y entré como un torbellino. Me encontré a mis padres sentados en el sofá y ambos me miraban fijamente por el escándalo que había causado al entrar y supongo que también por mi cara en estos momentos, aunque no sabría decir que reflejaba.
- ¿Estás bien?- preguntó mi padre.
- Tengo que ir a Londres.- dije casi conteniendo la respiración. Podía esperarme lo peor cuando se trataba de intentar que mis padres me entendieran.
- ¿Qué?- exclamaron los dos a la vez.
- Yo. Me he dado cuenta. Tengo que hablar con él. Hoy casi... pero gracias a él. No puedo seguir así.- dije del tirón.
- Eh eh eh, tranquila, no tan rápido si quieres que entienda algo.- dijo mi padre.
- Puedes ir.- dijo mi madre.
- Lo que quiero decir... Espera, ¿qué? ¿En serio?
- Loren, estuviste mal durante mucho tiempo hasta que los conociste, ahora que se han ido pareces una alma en pena otra vez. Ya he perdido a un hijo, no voy a quedarme sentada mirando como mi hija se consume. Si eso es lo que necesitas para estar bien, entonces hazlo. No sirve de nada que tus notas hayan mejorado si tu estado de ánimo cae en picado.- me abracé a ella.
- Muchas gracias, es importante para mí.
Salí corriendo escaleras arriba para comprar un billete de avión por Internet. No tardé mucho en encontrar uno que se ajustaba a mi presupuesto. Era uno de esos billetes de última hora que ofertan para que no quede la plaza vacía, lo compré sin pensarlo dos veces. El vuelo salía mañana por la mañana, lo cual no me dejaba mucho margen de tiempo para prepararlo todo, pero tendría tiempo para dormir en el avión ya que me esperaban 24 horas de trayecto.
En seguida tuve la maleta lista, nunca la había hecho tan rápido pero esta vez no había tenido los habituales quebraderos de cabeza para decidir que ropa me llevaría. Cogí pantalones y camisetas al azar, lo único que me importaba era llegar allí y hablar con Calum. Ni si quiera sabía cuantos días iba a estar en Londres, solo había comprado billete de ida puesto que no sabía que podía pasar, aunque independientemente de lo que sucediera con Calum aprovecharía para pasar unos días con los chicos, no pensaba hacer un viaje de 24 horas en vano.
Intenté dormir un poco pero fui incapaz, estaba demasiado nerviosa para conciliar el sueño. Al final me senté en la cama con la espalda apoyada en la pared y dejé que pasaran los minutos sin más. Al cabo de un rato caí en la cuenta de algo, si alguno de los chicos me llamaba no podría contestar puesto que estaría en el avión, así que abrí Skype en mi móvil y le envié un mensaje a Luke diciendo que no podría hablar con ellos en dos días puesto que tenía que estudiar para un examen muy importante. Odiaba mentirles pero esto era necesario, no quería que ninguno lo supiese. Volví a guardarme el móvil en el bolsillo, cogí la maleta y bajé al salón. Mis padres no tardaron mucho en aparecer ya que ambos tenían que ir a trabajar, desayuné con ellos y llamaron a un taxi para que me llevara al aeropuerto. Minutos más tarde el taxi estaba en la puerta, me despedí de mis padres y después de repetirme mil veces que tuviera cuidado, dejaron que me marchara.
Esta vez el camino se me hizo igual de lento que la última vez que lo había recorrido pero en dirección contraria. En cuanto llegué busqué donde debía embarcar pero había llegado pronto así que empecé a dar vueltas mirando las tiendas que había y cada vez estaba más impaciente, en realidad no prestaba atención a los escaparates pero no podía estar quieta. Al fin anunciaron el vuelo por megafonía y prácticamente corrí hacia la puerta de embarque. No tardé mucho en estar sentada en el lugar que me correspondía y cuando todo el mundo ocupó sus asientos no tardamos mucho en despegar. Las primeras horas fueron horribles, no lograba dormirme y sin embargo estaba realmente cansada. Decidí escuchar música hasta que finalmente el sueño me venció mientras Alex Gaskarth me cantaba Weightless al oído.
Cuando me desperté aún quedaban 9 horas de vuelo pero ya no tenía sueño así que me dediqué a leer, resolver pasatiempos y escuchar música. Cuando por fin aterrizamos me dolía la cabeza, tenía el culo cuadrado, los oídos taponados y se me había dormido un pie, pero aún así estaba feliz por haber llegado a mi destino después de tantas horas.
Al salir del aeropuerto cogí un taxi para que me llevara al apartamento de los chicos, probablemente tardaría más en llegar a causa del tráfico pero estaba segura que de haber cogido el metro me hubiese perdido.
Parecía que estuviera volviéndome loca, cada vez se me hacían más largos los trayectos en coche y eso me desesperaba. El taxi paró justo en frente de un apartamento y el conductor anunció que habíamos llegado, le pagué y me bajé. Con mi maleta a cuestas me situé en la puerta y dudé un par de veces antes de tocar el timbre. Estaba muy nerviosa, ni si quiera sabía quien me recibiría. La puerta se abrió y vi a Luke. Iba a lanzarme sobre él para abrazarlo pero por su cara no parecía que se alegrara mucho de verme.
- ¡No, no, mierda! ¿Qué haces aquí?- dijo entre enfadado y preocupado.
- Vaya, yo también me alegro de verte.- le respondí sarcástica mientras avanzaba hacia el salón.
- No deberías estar aquí, se suponía que estabas en tu casa estudiando.
- Oye, quería daros una sorpresa, no creo que eso sea tan malo.- le dije un tanto confusa por su reacción .
- Tú no lo entiendes...- iba a contestarle pero la frase quedó en el aire cuando la puerta de una de las habitaciones se abrió y de ella salió una chica que obviamente había pasado la noche allí.
- Parece que ahora sí lo entiendo.- dije intentando no derramar ninguna lágrima. Me había concienciado de diferentes posibilidades pero no me había imaginado que estuviera con otra.
ESTÁS LEYENDO
Somewhere new (Calum Hood)
FanfictionProbablemente no es la historia con la que todo el mundo sueña, pero es la historia de Loren, una chica rodeada de muerte y drogas, entre otras cosas ilegales y de Calum, un chico que cree que la puede salvar. Pero no todo es como lo pintan en las p...