Capítulo 9

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Estábamos tumbados en la arena, con mi cabeza apoyada sobre su pecho y él acariciaba mi espalda mientras contemplaba las estrellas. Era tarde pero no quería volver a casa. Aunque empezaba a tener frío no quería moverme, me sentía segura entre sus brazos.

- ¿Tienes frío?- me preguntó adivinando mis pensamientos.

- Estoy bien.- me abrazó apretándome contra él.

- Estás helada, deberíamos volver, es tarde.- suspiré, Calum tenía razón. Nos levantamos, sacudimos la arena de nuestra ropa y comenzamos a caminar. Pasó un brazo por mis hombros y me atrajo hacia él.

- ¿Quieres quedarte a dormir en casa?

- No sé...- ya había dormido en su casa en más de una ocasión, a veces solos y otras con los chicos, pero ahora era diferente.

- Con la hora que es tu madre ya pensará que no volverás hasta mañana.

- Lo sé, le envié un mensaje diciéndole que no me esperara despierta ya que no sabía a qué hora volvería.

- ¿Entonces qué problema hay?

- Calum, yo... quiero que sepas que no estoy preparada para...

- Mírame.- dijo mientras ponía su mano en mi barbilla haciendo que alzase la vista- No vamos a hacer nada que tú no quieras. Solo dormir, sin segundas intenciones.- eso me alegraba. Aunque ya no era virgen, no quería precipitarme, necesitaba que las cosas salieran bien esta vez.

- Vale, lo siento.

- No lo sientas. Yo no estaba pensando en eso cuando te he invitado a casa, no tengo prisa. Solo quiero que tú estés bien.- sonreí, me puse de puntillas y le di un beso corto en los labios, él sonrió. Seguimos caminando y en seguida llegamos a su casa, entramos sin hacer ruido y subimos a su habitación. Calum se puso a rebuscar en su armario, sacó una camiseta y dos pantalones cortos de chándal.

- Ten, espero que te sirva.- me dijo dándome la camiseta y uno de los pantalones.

- Es perfecto, gracias.- fui al baño a cambiarme, lo cierto es que ya me conocía su casa casi tan bien como la mía. Regresé a la habitación y vi que Calum también se había cambiado ya, ahora vestía los otros pantalones que había cogido del armario y llevaba el torso desnudo. No me sorprendió ya que las otras veces también había dormido así, pero de todos modos me quedé mirándole, no podía evitarlo. Él empezó a reírse y yo me sonrojé y aparté la mirada.

- Venga, vamos a dormir.- me dijo acercándose a mí y cogiéndome de la mano. Me metí en la cama y esperé a que Calum hiciera lo mismo pero se quedó ahí de pie y le miré extrañada.

- Si quieres puedo dormir en el sofá.

- ¿Por qué iba a querer eso?- él suspiró aliviado y no tardó ni un segundo en meterse en la cama, lo cual me hizo gracia y no pude evitar soltar una carcajada.

- ¿Qué? Odio dormir en el sofá.

- ¿Y si te hubiese dicho que no quería dormir contigo?

- Hubiese sido mentira, es imposible resistirse a mis encantos.

- De repente se me están quitando las ganas de dormir contigo.- dije siguiéndole la broma.

- ¿Seguro?- se acercó y mordió el lóbulo de mi oreja, después bajó a mi cuello y comenzó a besarlo. Sonreí inconscientemente.- Yo creo que no.- dijo riendo.

- Tonto.- le dije mientras le daba un golpecito en el hombro y él volvió a reír. Estiró el brazo para alcanzar el interruptor y apagar la luz. Después se acercó más a mí y me abrazó.

- Buenas noches.- me susurró al oído y me dio un beso en la frente. No tardé mucho en quedarme dormida.

Una canción empezó a sonar, abrí los ojos a regañadientes y vi que la música procedía del móvil de Calum, le miré a él, estaba profundamente dormido, no entendía como no se despertaba con el tono de llamada. No quería despertarlo así que miré la pantalla para ver quien llamaba. Era Luke, decidí contestar. En cuanto descolgué empezó a hablar, sin darme tiempo a decir nada.

- ¡Por fin! Te he llamado varias veces. Ven a mi casa ya, tenemos reunión urgente de la banda. Date prisa.

Somewhere new (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora