3 - Cambios

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Una intriga comenzó a invadir mi mente, quería saber que ocurrió, pero a la vez sabía que era peligroso ir, era demasiado evidente el peligro.
Una idea surgió, mire hacia fuera. Efectivamente, hay autos de policias.

Un incesante ladrido de perros comenzó a hacerse notar a la lejanía, sus ecos resonaban en las calles, no sabría decir si eran 4 o más, por sus distintos timbres.

Habían pasado segundos, tal vez minutos mirando hacia la nada, desconectado de la realidad, cuando me doy cuenta el ruido cesó, pero los ladridos se convirtieron en peleas, los gritos se convirtieron en silencio. El escenario alegre y verde se había sustituido por uno lúgubre y más rojo.

Tenía la leve esperanza de que fuera un sueño, pero la sensación de despertar fué real, tampoco era un sueño lúcido, o una pesadilla la cual no tuviera control. Era tan real como mi agitación, mi pánico o miedo.

Bajé las escaleras a toda prisa temiendo lo peor, lamentablemente mis padres no se hallaban ni en sus cuartos, ni en el comedor, el living y mucho menos la cocina.

La cobertura era un problema, el router marcaba un punto rojo señalando la carencia de internet. A mi móvil aun no llegaba señal.

Encendí la tele, solo estática. Le puse un cable de antena, ningún noticiero transmitiendo.

¿Tanto habia pasado en tan poco tiempo?
No, eran las 22:10 y la razon de que hubiera algo de luz es porque hoy un día 27 de noviembre al sur de américa, a pleno verano.

5 horas desde que dormí.

2 neuronas conectaron formando una idea aunque sin muchas esperanzas.
La radio.
Con los audífonos me da la señal perfecta.

·Están en pausa comercial, joder.

-..eno con eso nos despedim...

_Asi es, los controles de inmigración fueron los responsables según el presidente... Es inac... l cosa...

-...ando, oye ¿porque seguimos grabando? todo es un desastre, es como si hubiera sucedido un terremoto, peor incluso.
Yo tengo familia, y que lo escuchen todos, quedense en sus casas, esto no es algo que haya surgido recién, junten todo lo importante si es necesario y cuidenlo bien, yo me informé bien, y es culpa de los que están a cargo, hay una ter...

-Es casi imposible guardar la calma cuando afuera es un completo caos, cuando hay gente con las víceras fuera de lugar, cuando los perros no juegan como suelen hacer, tengo ganas de gritar pero tengo miedo de llamar la atención. Ví documentales de este tipo de pestes y me imagino el problema. Dejaré esto aquí por si alguien entra con, ya me he ido y no hay nada.- Dejo el móvil en la mesa, con la intención de que me mantenga alejado cualquier no deseado.

Llevo todo tipo de comida no perecible arriba a mi habitación y la escondo en un cajón al lado de mi cama.

La cargo en mis brazos y la llevo abajo de un espacio que está entre las chaquetas, ahi me escondía cuando tenía miedo no se ve nada desde afuera y esta vez le toca a los alimentos tener que esconderse.

Obviamente dejo las verduras, frutas en el refrigerador, y la carne.

(...)

Espero días sin señal, sin información, trato de guardar la compostura pero es un desafío.
Reviso imágenes, videos.
Comienza a escacear la comida, ya casi no se escuchan perros.

(...)

Algo calido y humedo acaricia mi mejilla, es lulú.

-¿Quien es regalona? Tu eres regalona, claro que si, toma tu galleta.
Muy bien ahora dame la mano.-aun no entiende, faltan trucos por pulir.- vamos, haz esto y te doy una galleta.-Intenta levantar su pata aunque evidentemente carece de motricidad.

-Vale, toma. Seguimos mañana.

(...)

Despierto recordando a Lulú, tanto que me hace falta ahora, si tan solo estuviera en mis brazos...

Me doy cuenta de que he estado días sin salir, sin mirar afuera.
Bajo a revisar el refrigerador, noto que su temperatura es ambiente.

La electricidad es un recurso que finalmente se ha acabado. Por lo menos en este lugar.

Al abrir la puerta un mal olor se impregna en mi nariz, su proceso de descomposición ha comenzado hace bastante, no me imagino la carne, tal vez haya demorado un poco mas.

Arañazos comienzan a resonar en la puerta.
Miro por la ventana, la gente que se esconde tras la puerta tiene la cara desfigurada y la ropa ensangrentada.

Se percatan de mi presencia, un escalofrío recorre mi cuerpo de pies a cabeza, cierro las cortinas. Los golpes no se hacen esperar, comienzo a sentir como se agrieta los vidrios. Subo al segundo piso, miro con una mayor amplitud, son cuatro.

El vidrio no resiste por mucho tiempo y cae en trozos. Escucho el crujido de cada peldaño, con cada paso mi corazón se acelera, preso del pánico no se me ocurre nada mas que saltar por la ventana, tres metros de caida. No es mucho de no ser por las piedras, que se convierten en pequeños alfileres con la mala caida.

Ya una vez abajo debo pensar en el siguiente camino, aprovecho de ver la ventana de mi vecino, donde provienen las balas.

No se distingue mucho debido las cortinas pero alcanzo a percibir rastros de sangre.

Sin saber a donde ir, miro hacia todos lados, ya sé. Subo un par de calles sin novedad alguna, pero al girarme a la izquierda veo como varias personas arrodilladas hacen una rotonda alrededor de una, al parecer la están devorando, y sus tripas.
Se me hace un nudo en el estómago, desvío la mirada hacia mi derecha, continúo rodeando dicha calle.

Minutos despues cuando llego a casa de Lorena intento forzar la puerta con un evidente fracaso.
Busco otra vía, la ventana esta bloqueada y romperla sería una opción.
Eso sería demasiado ruido.

Rodeo la casa hasta dar con la puerta trasera, nunca está con cerradura y ahora no es la excepción.

Busco a cualquier rastro pero no consigo señal alguna.

Subo al segundo piso y al entrar en una habitación me doy cuenta de que he invadido territorio de alguien mas. Todo se nubla.

Last SurvivorsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora