El mundo oculto

Capítulo 5

Me levanto de un salto de la cama, y busco desesperado a Desdentao por la habitación. Repaso con la mirada mi habitación entera y no está por ninguna parte. Ya me estoy empezando a preocupar aún más.

Me pongo la prótesis y la chaqueta y bajo hasta el salón. Me quedo parado a la mitad de las escaleras cuando escucho la voz de mi madre.

—¿Dónde has estado Desdentao? ¿Esperando a la dragona?

Escucho un gruñido afirmativo y a la vez triste procedente de Desdentao.

—No te preocupes, la volverás a ver. Ahora come, estarás hambriento.

Escucho a Desdentao moverse por la sala y engullir, lo que será un barril lleno de pescado.

Decido ponerme en marcha de nuevo y bajo hasta el salón. Mi madre me mira sorprendida con una taza de leche de yak en la mano, ¿tan mal aspecto tengo?; Desdentao también lo hace. Sin esperarlo, se me echa encima tirándome al suelo y llenándome la cara de babas.

—Espera un momento campeón. Estoy algo enfadado contigo. —lo miro con el ceño fruncido y él retrocede dejándome levantarme.

—Hipo, no puedes enfadarte con él. Es su naturaleza.

Mi madre deja la taza en la mesa y se acerca a mí, poniéndome la mano en el hombro.

—Ya lo sé. Pero si puedo preocuparme por él. Y me tenía muy preocupado. —digo mientras me acerco a Desdentao, que tiene la cabeza cabizbaja. Le acaricio en la cabeza y lo abrazo—. Lo siento campeón. Pero no vuelvas a irte durante mucho tiempo otra vez, ¿vale?

Desdentao asiente y me lame la cara contento. Río y mi madre también.

—Yo también te perdono.

—Vale, ahora que Desdentao está aquí y hemos resuelto este asuntillo. Deberías darte una ducha y peinarte un poco hijo, tienes un aspecto muy descuidado.

Me separo de Desdentao y me sirvo mi leche de yak.

—Por no decir que estoy horrible.

—Bueno... Hijo, necesitas cuidarte y descansar más.

Suelto un suspiro y me siento con mi taza, en la antigua silla de mi padre. Acaricio la madera con la otra mano y mi cabeza se llena de recuerdos en los que está mi padre. Cómo lo echo de menos.

—Lo sé, pero no sabía que esto de ser jefe era tan duro. En fin, papá era capaz de hacerlo todo y dormir y mantenerse perfectamente. —me quedo en silencio durante unos segundos—. No había nadie como él. Era el perfecto jefe.

Mi madre suaviza su mirada y se acerca a mí poniéndome las manos en los hombros.

—Hipo, tú no eres tu padre, ya lo sabes. Pero eres su hijo, y parte de él está en ti. Puede no que seas tan bueno como él, pero serás uno de los mejores si te esfuerzas y te lo propones.

Sin darme cuenta derramo una lágrima y sonrío. Mi madre me abraza inesperadamente.

—Para mí, siempre serás el mejor.

—Gracias mamá.

La puerta se abre de repente y aparece Bocón jadeando.

—Hipo, Valka. Es una urgencia. Acaba de venir Eret de guardia y ha visto una flota de barcos de cazadores de dragones cerca de isla Mema.

Me pongo de pie al instante y me dirijo fuera con Desdentao, seguido de mi madre. La ducha y el descanso tendrán que esperar.

Entramos rápidamente en la Gran Sala y están todos los chicos reunidos, escuchando algo que está contando Eret en voz baja.

Astrid desvía la mirada de Eret y la dirige a Desdentao y luego a mí, y me sonríe. Se acerca a nosotros, acaricia la barbilla de Desdentao y a mí me da un beso en la mejilla.

—Me alegro de que Desdentao haya vuelto. Y que estés tranquilo por una parte.

—Sí, tú lo has dicho. Ahora hay otra cosa de la que preocuparse.

Nos acercamos a los chicos y me dirijo a Eret.

—Eret, ¿dónde has visto a esos cazadores?

—En el suroeste y parecen que se dirigen hacia aquí.

—¿Estás seguro?

—Seguro.

Me quedo pensando un momento. Deberíamos hacer algo. Este podría ser el momento de atacar. Aunque es mucha casualidad, que justo ayer hablamos de atacar y han aparecido de la nada.

—Está bien. No hay otra opción. Es hora de buscar a esos asesinos y acabar con ellos antes de lleguen a Isla Mema.

—¡Sí!

—¡Es hora de patear culos!

Los gemelos son los primeros en salir emocionados por pasar a la acción. Miro a los demás y les digo el plan.

Mi madre, Eret y yo estamos esperando en el acantilando a que los demás se preparen. Ya tengo puesta la armadura negra, hecha con las escamas mudadas de Desdentao. Aunque no está acabado del todo. Todavía me falta hacerle algunos retoques.

Primero llegan Patapez, luego Patán, y seguido de ellos los gemelos. Todos ellos con su nueva armadura y su casco. Los chicos y yo hemos estado fabricándolos en mis ratos libres. Cada uno ha puesto un pedacito de sí mismo o su dragón en él. El único que no he visto acabado aún es el de Astrid.

La última en llegar es Astrid. Cuando la veo con su traje me quedo embobado de nuevo. Las escamas azules-violeta de Tormenta les queda de maravilla con sus ojos y su pelo. Creo que todo lo que se ponga le queda increíble.

Astrid me mira con una sonrisa traviesa.

—¿Algo que decir?

—Sí. Te queda fantásticamente bien. Y creo que no soportaré tanta perfección dos días seguidos.

Astrid se acerca y me da un puñetazo en el brazo riendo, sonrojada. Yo también río.

Mi madre y Eret se miran con una mirada cómplice. Me doy cuenta y me acaricio la parte de atrás de la cabeza incómodo. Astrid me coge de la mano y asiento. Miro a todos.

—Es hora chicos. Vamos a acabar con esos cazadores.

~~~

¡Hola a todos! Os traigo un nuevo capítulo (aunque es algo más corto que los anteriores). He estado ocupada haciendo tareas, exposiciones y estudiar para los exámenes 😅 lo más probable es que el mes que viene esté más inactiva porque es la temporada de exámenes oficiales 😣 Pero bueno, espero que pueda actualizar antes de eso.

Se acerca la Navidad y también el estreno de Cómo Entrenar a tu Dragón 3 😭 no me puedo creer que esté tan cerca. Sé que nunca estaré preparada para el final.

Bueno, no me enrollo más. Disfrutad del capítulo 😘 nos leemos x