Capítulo 14

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Saltamos del acantilado con nuestros trajes de vuelo, y aterrizamos con elegancia y sincronización justo en la cubierta del barco que estaba en cabeza de todas las naves. Por primera vez nos coordinamos.

Los tramperos y cazadores no tardan en reaccionar subiendo sus armas con amenaza.

—Parece que os alegráis de vernos. Porque nosotros también a vosotros. ¡Adelante pandilla! —doy la señal para que empiecen a luchar y saquen a todos los dragones de las jaulas.

Todos se dispersan a luchar, excepto Astrid que me sigue muy cerca. Un trampero viene hacia a mí y yo le golpeo con mi espada. Otro que no veo venir, cae al suelo inconsciente, golpeado por el hacha de Astrid. La miro y ella me mira con una sonrisa. Un trampero viene por su espalda y le golpeo antes de que lo haga él. Astrid mira hacia atrás confundida y levanta una ceja en mi dirección. Se agacha a cogerme uno de los tubos de gas de Cremallerus y arranca el cierre con los dientes y lo tira en cubierta, mientras me mira fijamente. No puedo evitar pensar en cosas que no debo ahora mismo. Tranquilízate Hipo. Yo hago lo mismo, no despego mis ojos de los suyos mientras tiro mi espada de fuego justo en el gas para provocar una explosión.

Astrid siempre está sexy, pero cuando lucha lo está aún más. Sin poder evitarlo, la agarro de la cintura y la acerco hacia mi cuerpo, posando mis labios sobre los suyos. La pillo por sorpresa, pero me corresponde el beso con ganas, cerrando los ojos y llevando sus manos a mi cuello. No duramos ni un minuto cuando otros dos tramperos se acercan a nosotros. Me separo rápidamente de ella al darme cuenta, dejándola algo desorientada. Ella cae en la cuenta, coge su hacha y para el golpe de ambos tramperos.

—¡Corre Hipo! ¡Tormenta ya está libre! ¡Te llevará hacia Desdentao!

—¡No te dejaré sola!

—¡No estoy sola! ¡Estoy con los demás y somos un equipo!

Miro a Astrid preocupado y dudo si irme o no, pero justo en ese momento, aparece Bocón con Grump. Tumbándolos a los dos. Astrid se echa a un lado rápidamente.

—Gracias Bocón.

—¿Ves chico? Todos nos cubrimos las espaldas. Vete.

Asiento con la cabeza agradeciéndoselo y miro a Astrid una última vez, antes de que llame y me suba a Tormenta. En el aire veo a Grimmel que está en la plataforma apuntando a Desdentao con el arma.

—¡Aguanta campeón! —salto de Tormenta, abro las alas del traje y le doy una patada a Grimmel al aterrizar a la plataforma, haciendo que se caiga y evitando que dispare a Desdentao.

Grimmel maldice y se pone de pie en seguida. Bajo por las cadenas, pasando por el lado de la furia diurna, que me mira con ojos suplicantes, y llego hacia Desdentao.

—¡Ya estoy aquí campeón!

Empiezo como puedo, a quitarle las cadenas y amarres que lo retienen. Grimmel silba y dos Aguijones Venenosos se acercan a nosotros intentando picarnos con sus aguijones. Lo esquivo, y ya casi libero a Desdentao.

—¡Deja libre a la furia diurna! —me dirijo a Grimmel.

Grimmel silba para que sus dragones se alejen y ríe antes de contestar.

—Si la dejo libre, tu dragón volverá a pasar de ti. Y creo que eso no es lo que quieres, ¿verdad?

Me muerdo la lengua con rabia mientras le dedico una mirada desafiante. No tiene ni idea de nada.

—¡Desdentao es libre de hacer lo que quiera!

Grimmel vuelve a reír mientras baja por la cadena de la furia diurna y le coloca una especie de tubo con veneno de dragón dentro.

—¡Veamos a quién sigue! —Grimmel desabrocha las cadenas y libera a la furia diurna, mientras se monta encima de ella. La plataforma se tambalea cuando los Aguijones Venenosos que la sostenían la sueltan haciéndonos caer al agua.

Cuando caemos al agua, suelto la cadena que ya estaba floja, me monto en Desdentao y salimos volando fuera del agua. Busco en el cielo a Grimmel y a la furia diurna y veo que se alejan.

—¡Vamos a por ella campeón! —me bajo el casco cubriéndome la cara y Desdentao gruñe.

Perseguimos a Grimmel durante un buen rato, llevándonos incluso entre grandes icebergs. Los Aguijones Venenosos, controlados por su mismo veneno nos persiguen e intentan evitar que lleguemos a ellos. Cinco nos alcanzan y nos rodean por todos lados. Estamos atrapados.

—Campeón, tenemos que hacer algo.

Desdentao intenta deshacerse de ellos pero es imposible. De pronto, Desdentao saca sus escamas de la espalda y activando su modo alfa. Me pongo nervioso y algo confuso por lo que va a hacer. Pasamos entre unas nubes densas eléctricas, y Desdentao lanza un gruñido y su cuerpo empieza a echar chispas por todas partes.

—Eh campeón, ¿qué intentas hacer?

En un abrir y cerrar de ojos desaparecemos, quitándonos a los dragones de encima y aparecemos justo al lado de Grimmel y la furia diurna.

—¿Pero cómo...? ¡Maldición! —Grimmel parece confundido.

Desdentao dispara intentando caer a Grimmel, pero le da a ella en el ala. Desdentao lanza un gruñido triste.

—¿Cómo podemos hacer que caiga sin darle a ella?

Se me ocurre una idea. Le indico a Desdentao que le interceptemos por delante. Volamos rápidamente hacia ellos y dejo a Desdentao para abrir las alas de mi traje. Grimmel nos ve, e intenta dispararme. Lo esquivo, haciéndome un rasguño en el ala y le da a Desdentao.

—¡Desdentao! —consigo gritar. Le doy otra patada en la cara a Grimmel y lo hago caer de la furia diurna. Yo me agarro a su cuello y Grimmel a mis piernas.

—¡Nos vas a matar a los dos! ¿Y todo por un dragón? —dice Grimmel.

Miro a Desdentao que cae y consigo retener las lágrimas antes de saber lo que voy a hacer. Prefiero que se salve él. Le quito a la furia diurna el amarre con el veneno y lo tiro al mar. Ella reacciona y ha vuelto en sí. Le miro a los ojos desesperado.

—¡Sálvale! —al decir esto, me suelto de la furia diurna y veo como ella va rápidamente hacia Desdentao y evita que caiga en el agua helada, dejándolo en una pequeña superficie de tierra.

Veo todo esto a cámara lenta, como cuando dicen que tu vida pasa rápidamente por tus ojos antes de morir. Yo iba a morir, pero no veía pasar nada ante mis ojos. Sólo no podía evitar en Desdentao, Astrid, mi madre, los dragones, mi aldea, e incluso mi padre. Todas esas personas a las que le he fallado... Tendré que faltarle la promesa a Astrid, y ya no podré casarme con ella. Solo de pensar que ya no estaré junto a ellos, se me parte el corazón.

Grimmel me distrae de mis pesares, mientras intenta hacerme caer más rápido, arrancándome las alas. Yo intento defenderme como puedo. Ya casi estamos cerca de caer sobre un pequeño iceberg y el agua helada. De repente algo suelta a Grimmel de mí, haciéndolo caer sobre el iceberg y haciéndolo pedazos mientras desaparece con los trozos en el fondo del océano. Cuando me doy cuenta de que él ha caído y yo no, miro a mi salvadora, y es la furia diurna que me agarra con sus patas y me sonríe.

Yo sonrío, alejando poco a poco el profundo miedo que sentía antes, cuando creía que mi vida acabaría en ese momento.

Grimmel ha caído y nosotros nos hemos alzado. Es nuestra oportunidad de ser libres.

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¡Hola a todos! Os traigo otro nuevo capítulo 😊 tengo que deciros que este es el penúltimo, y solo queda el último para terminar esta historia 😢 Algo que quiero aclarar es que "Juntos hasta el Valhalla" sería la continuación de esta 😉 pues no terminará igual que la peli, claro está.

No puedo estar más contenta por el cariño que le habéis estado dando durante todo este tiempo. Muchas gracias por todo ❤️ espero que sigáis siéndolo con mis demás historias.

Espero subir el último, a finales de esta semana o la siguiente. Me da pena acabarla, pero es así 😣 Nos leemos pronto... x

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