Te Siento Y Eres Tu Mi Angel Caido -Ticci Toby Y Tu-

Aroma a café.

La brisa entraba por la ventana, los tenues rayos del sol daban mejor luz al oscuro cuarto y donde yacía recostada era más cómodo que aquella cama de hospital.

Me levanté de la cama cuando mi mamá toco con fuerza la puerta de mi cuarto, me mire al espejo y cepille mis cabellos rubios, diferentes a los morenos que estaba acostumbrada en mis recuerdos a no peinar, quite mi camisón y me vi al espejo varias cicatrices y marcas de direntes tipos, seguramente sufrí algún gran accidente anterior a este o fueron de este mismo, me puse una blusa negra y unos jeans blancos ajustados, salí de mi cuarto aún con pantunflas y baje las escaleras, se escuchaba el televisor prendido, mi hermano estaba sentado en el sofá viendo Naruto Shippuden, sonreí al ver al pelinegro Uchiha favorito de las fangirls y fui al comedor, un intenso aroma a café recién preparado inundó mis fosas nasales acarisiandolas suavemente con sus toques de canela y azúcar, mi madre estaba en la cocina sirviendo las tazas y mi padre no estaba por lo que deduje que estaría en el trabajo, me senté en una silla mirando hacia el televisor observando divertida aquel capítulo de relleno mientras me llevaba una manzana a la boca pues había un frutero en el centro de la mesa y yo estaba muy cerca de el claro.

Estaba leyendo uno de los libros del anaquel cerca a mi cama, pos-mortem, leía sobre la doctora Scarpeta y su misterio entre manos, me parecía bastante raro, no tener que ir a la escuela y ver cuadros con fotos de generación en la sala, según yo aún tenía que ir a la preparatoria, pero decían que ya la había terminado hace años, me veo aún muy niña frente al espejo, no comprendo nada, cierro el libro y me recuesto en mi cama, un repentino deseo de llamar a alguien penetra en mis pensamientos con fuerza, me levanto de la cama y tomo el teléfono que se haya en mi mueble, marco el número de mi abuela, ella siempre me apoyo en todo, y la quiero demasiado.

El número que usted marcó no existe. Espere a verificarlo.

Un pitido de espera suena al otro lado de la línea y mis ansias crecen, después de varios intentos de llamada nada, me pongo a buscar mi agenda que debería estar en algún cajón, la agenda de death note que me acompaña desde hace años, la busco por todos lados y al final la encuentro a final del cajon de mi ropa, la abro y busco con desesperación el número para ver que no me haya equivocado pues ese número telefónico me lo se de memoria hasta hace ya más de 10 años, quizás mi accidente modificó mis recuerdos.

El número es el mismo, las contestaciones de la contestadora me hacen dudar de si mi abuela seguira con su mismo número, mi madre entra al cuarto con un cesto de ropa limpia y la observó en silencio, mientras aún tengo pegado el aparato a mi oido.

--Mamá la abuela no contesta el teléfono-- dije poniendo la bocina en su lugar.

Mi madre puso cara de angustia y se le humedecieron los ojos.

--Ella murió mientras estabas en coma-- dijo con voz apagada y salió del cuarto.

Una lágrima recorrió mi mejilla rápidamente la siguieron muchas más, no podía expresar mi dolor, era demasiado, la persona a la que más confianza y amor del mundo había muerto y no tuve oportunidad de despedirme de ella, decirle que la amaba, me fui a la cama eh hice un ovillo con mi cuerpo en ella, no quería estar aquí, quería que todo esto fuera una mentira.

Cerré los ojos con la esperanza de poder dormir, habían pasado un par de horas de la noticia, realmente me afectó mucho, comi muy poco y siento un enorme hueco en mi estómago, hubiera muerto y así poder estar con ella en donde quiera que vayan los muertos después de esta vida, la ideas de matarme llenaron mi mente en ese momento, pero así como llegaron se fueron, en susurros, lentamente, cerré los ojos y me concentre en los sonidos del exterior, el viento, las hojas de los árboles moviéndose, el aullido de los perros, Algún automóvil en marcha, me tranquilizaba un poco aunque no me llegaba el sueño, me tape con las cobijas hasta la nariz y aspire el aroma que está tenía, pino y laurel, por qué ese aroma, no lo sabía pero en mi interior sentía que lo había reconocido al instante por algo que paso hace mucho tiempo o quizás que fue hace poco, no había forma de saberlo, no ahora, el cielo comenzaba a llenarse de nubes y oscurecer, tome mi teléfono y tome una foto, se podía un poco la casa de a lado y árboles, era todo tan raro, no había pinos, no había laureles ni abetos, ese aroma sólo estaba en mi mente y una imagen de un claro en un bosque, todos los tipos de pensamientos que se me pudieron ocurrir me daban vueltas en mi cabeza, dolia, sólo quiero saber, ¿Qué paso conmigo?
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Toby

Hoy fue un día triste, intranquilo, aún no despierto de este gran letargo, mi mente no está donde debería, tengo a mi familia, me falta algo, quién es, quiero recordarlo todo.