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Después del incidente con los recados, entre JiMin y Tae nada cambio, a excepción de los besos, seguían siendo grandes amigos. Lo bueno de todo eso es que JiMin sabía de ante mano que le gustaban los niños, lo sabía, más aún no lo aceptaba.

La noticia de haberse besado con Tae les cambio la vida a ambos, los chicos con los que jugaban en su cuadra se burlaban a sus espaldas o les hacían preguntas incómodas, los padres del castaño trataban con algo de distancia a JiMin, y Jungkook se alejó definitivamente de él, no le miraba, no le saludaba, nada, era segundo plano JiMin para Jungkook, el peor caso fue su madre. La mujer aún lo trataba mal y no se dignaba a hablar de cómo se sentía, las burlas en la calle de ser gay no eran más que juego, pero el pelinegro lo tomaba personal porque sabía que no se equivocaban.

Lo único bueno de toda esa situación, es que seguía teniendo a su amigo, lo apoyaba incondicionalmente e irrevocablemente. Ambos se querían mucho, no se abandonarían.

Ese año fue de lo peor, pero al estarse acercando diciembre, la noticia de esos niños de diez años besándose se esfumó, ya nadie los trataba distintos, la relación que tenía JiMin con su madre mejoró, el pelinegro era otra vez bienvenido en casa de Tae, pero Jungkook seguía distante, sus amigos de la cuadra lo volvieron a tratar bien y como si nada hubiera pasado.

Pero fueron meses los que JiMin salía con vergüenza a la calle. Así que se prometió no contarle a nadie sobre su gusto a los hombres, solo lo sabría su amigo Tae, nadie más, nadie menos.

La Navidad la pasó con su mejor amigo, el año nuevo con su familia entera, llena de felicidad y muchos regalos. Un nuevo comienzo se acercaba.

Y ese nuevo comienzo no empezó con el pie derecho.

                                       —&—
JiMin 11años
Jungkook 14 años

Todo estaba mal, Tae se alejó de JiMin de la peor manera posible, y no era porque el castaño quisiera alejarse, era porque el padre de Tae le fue infiel a su madre por una mujer un poco más joven, y esa mujer era la madre del mejor amigo de Jungkook...

Cuando Jungkook entró a secundaria se hizo muy amigo de un chico llamado Sehun, su amistad estaba empezando como la de los menores a él, pero al tiempo, se enteró que su padre le era infiel a su madre, y no con cualquier mujer, si no con la mamá de su mejor amigo de secundaria.

Elia, madre de Tae, sufrió mucho. No le hacía  de comer a sus hijos, no los apoyaba, se iba a casinos y se la pasaba llorando es su habitación. Jungkook tomó una actitud rebelde llegando tarde a casa y no avisaba al irse. Tae estaba igual de mal, era quien se quedaba en casa y era obligado a escuchar todas las peleas entre sus padres, no hacia los deberes y tampoco iba a la escuela. JiMin al visitarlo, no había nadie en su casa, el castaño se quedaba solo gran parte del día, y algo de la noche, su chimchim le hacía compañía hasta que alguien llegará, y ahí mismo hacia su tarea y ayudaba a las tareas de Tae, para que no le afectará el perder el año.

Era martes en la tarde cuando JiMin calculaba que era el quinto o sexto martes en que iba a casa de Tae, y que se encontraba solo.

Pasó, cómo de costumbre, a la casa de su amigo, y este se hallaba en su habitación, entró en ella, cerró la puerta, dejó su mochila al pie de la cama y se metió entre las colchas que tapaban a un castaño vulnerable con sollozos. Cuando sentía su calor corporal, Tae se acercaba más a su amigo para abrazarlo con fuerza y reposaba su cabeza en el pecho de JiMin, así sentía que alguien lo quería y estaría para el, porque parecía que sus padres ya no, y no sabía nada de su hermano mayor.

Al recordar eso, empezó a llorar de nuevo, al pelinegro le dolía hasta el alma ver a su mejor amigo en esas condiciones, lo estrujó más fuerte entre sus brazos y acariciaba su espalda en modo de consuelo.

—Tanquilo amigo, esto pasará pronto —le dijo JiMin en un tono muy suave de voz que hacia el cuerpo estremecido sobre el suyo.

—JiMin... —susurró.

—¿Qué pasa TaeTae? —le preguntó besando su cabeza.

—Besame —el castaño levantó la mirada para encontrarse con un sorprendido chimchim —hazlo... Lo necesito.

—Tae, no lo sé...

—Porvafor.

Tae se acercó sin previo aviso y lo beso, era un beso muy necesitado, porque de repente Tae metió su lengua en la boca de su amigo, luego JiMin dejo se estar tenso y empezó a aceptarlo, tomando su cabeza para más profundidad y satisfacción.

Estaban por asumir los toques a más abajo de la clavícula cuando la puerta se abre. Era Jungkook.

Mi mas grande y bello error Donde viven las historias. Descúbrelo ahora