Mi mas grande y bello error

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JiMin ya no vivía tranquilo, esos sentimientos no lo dejaban, y se volvían más grandes.

No sabía si contarle a su madre, o decirle algo a Tae, porque le daba mucha pena y vergüenza de si mismo. Pero su madre lo amaba y podía confiar en su mejor amigo. Cómo todo niño de nueve años que tiene miedo al regaño por algo desconocido, decidió hablar con Tae, pero pensaba hacerlo en un lugar solo y que pudieran hablar bien, tal vez el podría ayudarle.

Decidido y con los nervios a flor de piel, le avisó a su madre que iría a dormir a casa de su amigo el viernes. Día en que los padres de él salían y Jungkook iba a jugar un partido, llegarían tarde a casa de los Jeon.

Llegó el viernes y por eso de las siente de la noche, JiMin fue a casa del castaño, quien lo recibió con esa bonita sonrisa. Lo pasó hasta su sala y se sentó abrazando un cojín, Tae iba a poner la Play cuando JiMin le impide seguir con eso.

-Tae -le llamó el castaño.

-Dime -respondió el otro yéndose a sentar con su amigo -te noto distraído ¿Pasa algo? —TaeHyung era muy observador.

-Bueno... -balbuceo antes de seguir. Era incómodo hablar de eso con un chico, temía su reacción -estoy mal, creo que ...- hizo una pausa- creo que me gustan.

-¿Qué te gustan qué? ¿Las galletas sabor limón?- Tae hizo una mueca. Era más difícil de lo que pensó JiMin.

-¡No! Qué asco -el pelinegro rio y su amigo suspiro aliviado- creo que me gustan los... Los chicos.

Y pum, la expresión de Tae fue una poesía completa. Era un niño de 9 años, era más que obvio que no lo entendería, pero con la inocencia del mundo entero en el, y con lo torpe que era, dijo algo no tan apropiado.

-¿Has besado a uno? -JiMin solo pudo sorprenderse más y negar rápido con la cabeza algo ruborizado- pero entonces ¿Porque dices que te gustan?

-Porque un chico me gusta ...y siempre había rechazado a las niñas. No las encuentro atractivas- dijo mirando a Tae, que éste sólo le analizaba con la mirada- tal vez estoy enfermo.

-Mi madre me ha dicho que un beso es amor y lo haces cuando alguien te gusta -mencionó viendo a JiMin con algo de esperanza- si besas a un chico, tal vez dejes de estar enfermo y te das cuenta que te gustan las niñas.

Para un niño pequeño, eso era un argumento muy válido, de hecho, bastante creyente para JiMin, si besaba a un niño y no le gustaba, se daría cuenta que solo estaba enfermo y confundido de la cabeza. Si.

Su amigo era un genio, pero ¿Quien iba a querer besarlo?

-Ningun chico va a querer besarme –dijo algo decepcionado.

-Bueno -volvió a hablar Tae- yo podría besarte.

JiMin se quedó más sorprendido que nunca, su amigo haría eso por él, le iba a ayudar en algo tan vergonzoso y en lo que los dos sabían que pasaba entre hombres y mujeres.

-¿Estás seguro? -preguntó JiMin atónito -no quiero que esto te incomode y me trates diferente después.

-¿Diferente? -interrogó el castaño -tontería, no te voy a tratar diferente por eso. Además, quiero ayudarte, y no le veo algo malo ...

-Pero, será mi primer beso, no lo hecho antes -le respondió JiMin encogiéndose en su lugar, abrazando aún más el cojín.

-Yo tampoco, serías mi primer beso -ambos niños rieron, después de un rato se miraron a los ojos -¿Quieres descubrir si estás enfermo o no?