Los chicos empezaron una " relación" aún que no había nada que lo confirmara de por medio.Se hablaban todo el tiempo, se veían cuando podían. En ese entonces Jungkook no estudiaba, tampoco trabajaba, había reprobado todas sus materias en preparatoria, y no había tenido el dinero a tiempo para pagar sus segundas oportunidades, las dejó ahí hasta llevárselas a cuartas.
Cuando vio eso, la madre de Jungkook fue a hablar a la preparatoria para que se quedarán ahí y hasta que se pudieran pagar lo dejarán, la institución lo aceptó y el mayor de sus hijos se quedó estancado.
JiMin iba bien en secundaria, a excepción de las matemáticas, siempre reprobaba esa materia, todas las pasaba con una buena calificación hasta que ocurrió lo de sus padres ¿Recuerdan que JiMin era desinteresado pero en el fondo le dolía todo? Bueno, la secundaria, su salón de clases, y su amigo Baekhyun lo ayudaban a llorar antes de todas las clases.
La amistad de Baekhyun y JiMin había empezado con el típico "me caes mal" por parte de JiMin, pero ese chico de cabellos azabache lo irritaba mucho, le había tocado sentarse atrás de JiMin y le pedía muchas cosas, le hacía preguntas incoherentes, y cosas por el estilo, al pelinegro le molestaba demasiado. Pero con el tiempo se convirtió en un gran amigo, y por las acciones de su madre era que ya no visitaban a su abuela, y si no visitaban a la abuela de JiMin no veía a Hobi, se había convertido en un gran Pilar para seguir.
Era sábado por la noche y la madre de JiMin salía con ese hombre, Jungkook aprovecharía para estar con su pequeño.
Loren se despidió de su hijo, diciéndole que en la nevera había comida para recalentar, sin más se fue y a los minutos llego Jungkook.
Rápidamente subieron las escaleras y se encerraron en la habitación de JiMin.
—¿A qué hora llegará tu madre? —preguntó el mayor de ahí.
—Ya muy tarde— contestó— tal vez llegué cuando el alba se empiece a poner— terminó de decir el pelinegro con una gran sonrisa.
—Entonces — Jungkook comenzó a acercarse al pelinegro tomándolo de la cintura— ¿Qué quieres hacer? — dijo con una sonrisa ladina y acabando la distancia que los separaba.
— Quiero besarte...— susurro JiMin en la barbilla de su acompañante, y era cierto, quería besarlo, se había vuelto tan adicto a él y sus labios, que quería eso todo el tiempo.
—Tus deseos son mis órdenes, JiMin — y con esto último, Jungkook lo besó, con una mano lo tomaba del cuello para acercarlo y profundizar más su beso
Pronto una batalla de quien dominaba el beso se hizo presente, haciendo también que el ambiente en esa habitación se volviera más excitante. Sus lenguas se exploraban de tal manera que la saliva comenzaba a salir. Jungkook chupaba y mordía aquellos labios que lo volvían loco, JiMin era tan pequeño pero sabía prenderlo con tan solo un roce, era un niño, para Jungkook eso lo consideraba un pecado del que nadie sabría, quería proteger a su pequeño , su sexy JiMin, porque es que JiMin se había vuelto tan sexy.
Tan jodidamente sexy y tierno, para la corta edad que tenía el pelinegro, poseía un gran trasero y una cintura pequeña para ser un hombre.
¿Eso era posible? Cualquier que no fuera gay caería a los pies de el, era muy atractivo y no se veía de su edad. Pero aún así nadie lo sabría, mucho menos su madre, lo mataría.
Lo cargo pasando sus manos por el culo del menor, tomando sus muslos y poniéndolos alrededor de su torso, camino con el así hasta llegar a su cama. Se acostó dejando a JiMin arriba.
— Muévete — ordenó Jungkook tomándolo de las caderas, y JiMin obedeció.
No sabía hacerlo muy bien, el cuerpo de JiMin era rígido porque nunca se había movido así en cima de alguien, aún así se esforzaba, y Jungkook al notar eso, le ayudaba moviéndolo el mismo.
El miembro de ambos se rozaban creando una deliciosa fricción entre ellos. Estaban tan sumergidos en el placer que se proporcionaban, estaban tan contenidos en sus gemidos que no escucharon que alguien subía las escaleras, estaban tan adictos a ellos que no percibieron que la madre de JiMin estaba al pie de su cama, con una mueca de horror y un gritó resonó por toda la casa.

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Mi mas grande y bello error
AcakSon pocos los casos de en los que uno se enamora de otro desde muy pequeño, de tal manera que pueden pasar años y esa persona todavía logra acelerar tu corazón con una mirada. Es el caso de Jungkook y JiMin, el cual tuvieron que pasar por mucho para...