Capítulo 68: Una vez más

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- C A L L E

(+18)

- Okay - bufé y le di la espalda disimulando que estaba molesta, no podía molestarme con mi amor por algo que no vale la pena. Las puertas del ascensor se abrieron y yo caminé hasta la puerta de nuestro  apartamento abriéndola, Poché venía detrás de mí sin decir nada, entramos

- No te abras enfadado o si? - cerró la puerta y se quedó ahí parada

- Tal vez - la mire burlona

- Uy si, esa ni Ramón te la creería - se hecho a reír, yo nunca podía hacerme la  enojada, nunca me salía, cerró bien la puerta y acercándose a mi

- A no? - hice un gesto pensativo colocando mi dedo índice en mi barbilla

- No - sonrió negando

Me tomo de la cintura y me chocó contra la puerta y empezó a besarme con esos labios tan carnosos y suaves que me mataban, me besaba con la agresividad que normalmente no utilizaba, me mordía cuidadosamente y casi no me dejaba mover, los besos cada vez subían más de tono. Me quitó el blusón, apretaba mis pechos mientras que sus labios bajaban a mi cuello. Tenía rabia en sus besos y en sus movimientos, no estaba acostumbrada a esta reacción en ella pero me estaba volviendo loca, mejor dicho me tenía loca, le dejé hacer y me limité a disfrutar

Desabrochó mi pantalón y su mano paseaba sobre mi vientre provocando que mi piel se erizara, esta vez no me miraba a los ojos y seguía besándome, sus besos tan cargados de emociones y deseo me fascinaban. Su mano la llevo hasta mi entre pierna, no pude aguantar mucho más y solté un gemido, ella tapó mi boca con su mano para silenciarme, ahora sí me miraba a los ojos, con esos ojos aceituna que tanto me encantan, su mirada tan penetrante, ambas nos mirábamos con deseo

- Shh aún no -

Dejó de tocar mi entre pierna y me tomo de la mano llevándome hasta la habitación, me sentó en la cama y ella se sentó encima mío y mientras que volvíamos a besarnos pero está vez mis manos comenzaron a hacer de las suyas, desabroché su pantalón, metí mis manos a su trasero tomándolo con fuerza. Le quité los pantalones y la ropa interior, se recostó dejándome tomar el control por completo, separé sus piernas, me puse de rodillas comenzando a tomar el control absoluto de su cuerpo y de todos sus sentidos, el apartamento se llenó de sus gemidos y sus caderas se movían al ritmo de mi lengua. La miraba, miraba su cara de placer, como se mordía el labio y como gemía. Al mismo tiempo disfrutaba de su sabor y del simple hecho de tenerla ahí tan indefensa, del simple hecho de hacerla mía. Se corrió pero no paré, sin duda alguna María José Garzón era totalmente mía, el jugueteo de mi lengua en ella aumento, lo que hizo que siguiera gimiendo, me tomo del pelo y su cuerpo se tensó, se retorcía del placer

- Joder Calle - suspiró y me soltó del pelo, se levantó de la cama ¿A dónde iba?, Me levanté atrás de ella y ella solo me miró con una sonrisa y me beso, me empujó a la cama y se tumbó encima de mí, me besaba en la cadera y en las ingles, quitó mi ropa interior dejandola a un lado y ahora ella empezo a hacer de las suyas con su lengua. Miraba como Poché me comía y a veces me encontraba con su mirada, mi cadera se movía y mi manos se enredaban en su pelo. Estaba a punto de correrme cuando mi celular comenzó a sonar, no le tome importancia ni si quiera me preocupe en ver quién era, ella se detuvo

- Mierda... no pares... por favor... - ella hizo lo que le dije y continuo, con una mano seguía sujetando la cabeza de Poché y con la otra miraba el móvil percatándome que era mi papá
Poché siguió con más energía y yo me corrí a los pocos minutos. Me senté en el borde la cama con la cabeza medio ida por el orgasmo, me puse el pantalón, el blusón y los zapatos rapido, mientras Poché estaba detrás de mí y me besaba el cuello, me levanté

- Enseguida vuelvo - le di un pico

- Que oportuno es mi suegrito - suspiró y se hecho en la cama, salí del apartamento y conteste

- Alo? - respondí con la voz un tanto agitada y como no lo iba a estar después de lo que estaba pasando

- 📲 Fue un día difícil, estás haciendo ejercicio o llame en un mal momento? - rió, se refería a mi voz agitada

- Amm....no, descuida papi, estaba subiendo por las escaleras porque el ascensor está averiado y está en reparación pero ¿Que pasó? - trate de controlar mi respiración

- 📲 Menos mal, solo llamaba para saber cómo han estado hija -

- Bien, bien papi, ya sabes, con muchos planes a futuro pero todo bien - sonreí con el simple hecho de imaginar mi vida con Poché a mi lado, siempre

- 📲 A que bueno hija -

- Y tú? -

- 📲 Pues con mucho trabajo y muchas juntas a las cuales tengo que ir, ya sabes, lo de siempre pero me alegra que mi niña esté bien al igual que Poché -

- Y a mí me alegra que te sigas superando día con día - sonreí

- 📲 Te amo mi niña, ahora tengo que colgar ya que ahorita estoy ya por entrar a una de esas tantas juntas que tengo pero me saludas a Poché -

- Si papi, suerte - cortamos la llamada y yo regrese al apartamento, entre y me fui a la habitación a donde estaba Poché quien ya se había dormido, se veía tan tierna que era inevitable quedarse viendo, podría quedarme horas y horas mirándola como duerme tan tranquila, tan llena de paz, no podía creer como esa pequeña mujer me podía hacer tan feliz sin hacer absolutamente nada. Ella me ha vuelto loca, me ha hecho sonreír con una inmensa felicidad y creer en el amor una vez más, me ha enseñado lo bonito que es quererla, salvo mi vida, me hace sentir viva y me queda claro que la vida es ella en todas partes. Ya no me veo con nadie, una vida, nada si no es con ella la verdad no quiero nada. Ahora caigo en cuenta que valió la pena lo que la espera con que ella me quiera, no sé dónde estaba, no podía encontrarla pero vaya que me cambió la vida desde que ella apareció. Me acosté a su lado cubriéndonos con las sabanas, deje un suave beso en su hombro y la abracé sintiendo nuevamente su calor quedando después de un rato dormida








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