Este solo se hizo a un lado y siguió con su camino. Yo voltee y como por arte de magia, las lágrimas desaparecieron.
El chico y yo, solo nos quedamos viendo como por un minuto. Ninguno de los dos sonreía o hablaba, teníamos nuestras caras serias pero nuestros ojos, o por lo menos los míos… sonreían.
Como dije, ya no tenía ganas de llorar, así que volví con mis tutores.
-¿Qué paso ____?- pregunto Luisa -¿No fuiste al baño?
-Amm…no, ya simplemente no me andaba- me senté y le di un mordisco a mi hamburguesa –Creo que solo me dolió el estomago –Conteste con la boca llena y Luisa rió. Toda la comida la pasamos callados; creo que ellos entendieron que no hablaría mucho y que, no me sentía muy contenta aún.
Salimos del lugar y en el carro yo solo miraba fijamente a la ventana. Era lo mismo, otra pareja, otra casa, otro país u otro estado, otros problemas que ellos tenian y más problemas que les ocasionaría yo mientras estaba en su casa. -¿Qué tendrán ellos?- me pregunté –Se que son infértiles pero, ¿alguno se pondrá el cuerno?, ¿uno querrá al otro solo por dinero?, ¿son negocios o tal vez algún chantaje? Yo había estado con muchas familias y por lo menos esos problemas ya habían estado presentes dos o tres veces.
Yo estaba muy desanimada, suspiraba en silencio y una que otra lágrima venia a mí. Pronto llegamos al barrio donde ellos vivían. Lleno de casas enormes y lujosas, esto no sé cómo me hacía sentir. Si había estado en 7 y 8 familias, pero ninguna de esa clase, y no estaba segura de sentirme cómoda.
-Ya estamos en casa pequeña- dijo Drake, mientras abría la puerta del carro. Yo baje y trate de no verme muy obvia pero, la casa me sorprendía, me encantaba.
-Espero te guste- dijo Luisa emocionada. Ya habían pasado dos horas y esta mujer me agradaba, si, era muy animada pero eso no era lo que me gustaba; era el hecho de que, a pesar de que yo no fuera su hija, ella quería que yo fuera como tal.
-Sí, es linda- dije indiferente –Pero lo que me interesa es…¿Hay algún parque cerca de aquí donde pueda patinar?
-Oh, claro que lo hay- dijo Drake sacando mis cosas –Te diré donde queda, pero primero vamos…Desempaca tus cosas.
-Está bien- saque una pequeña mochila que yo tenía. Ahí estaban unos cuadernos de dibujos, mi patineta y alguna que otra cosa “ilegal”. Pero bueno, a la droga en pequeñas cantidades como se le puede llamar.
Entré y esa casa era aún más hermosa Vi unas escaleras en aquella enorme “casa”, subí después que Luisa y Drake. Di vuelta a la derecha y después de dos puertas de gran distancia una de la otra, fuimos a la que sería de mi cuarto.
-Y…¿ te gusta?- pregunto Drake, dejando las cosas a un lado; parecía satisfecho.
-Sí, es bastante acogedor, pero pensé que habías dicho que era blanco Luisa- dije volteándola a ver.
-Sí, pequeña mentira- rio un poco –Como sabemos que te gusta esto de lo rockero y gótico, pues nos parecieron buenos colores.
-Sí, los colores me gustan- dije entrando lentamente y viéndolo todo con tanto detalle, como si pareciera que pudiera desaparecer en cualquier segundo. –Sí, me agrada y ahora…Si no es mucha molestia, ¿podría desempacar las cosas a solas?
-Oh, claro, tú no te preocupes- dijo Drake –Pero antes, te vez muy hermosa así…Pero esta noche vendrán mis padres a conocerte y claro que puedes mantener esos colores oscuros, aunque me gustaría que fuera con otra ropa.
-¿Otra ropa?- me vi de pies a cabeza –¿Si me cambio me dejaran salir?
-Claro Carolina- dijo Drake – Si aceptas que Luisa te algo de su ropa, por supuesto que saldrás.
-Bueno- resople –Me cambio, pero ahora…Quiero desempacar mis cosas.
Los dos salieron y algo enojada saque las cosas de mis maletas y de la caja. Las doblaba y guardaba con rabia. “¿Cambiarme de ropa?”…pff.., ellos querían que delante de los demás fuera una dulce flor pero no…yo no me dejaría doblegar, tenía un perfecto plan para esa noche y lo más seguro era que no fallaría, por lo menos no decepcionaría a Bob.
Acabando de desempacar, tome mi mochila para sacar mi maleta y cuadernos. Por último saque esos paquetitos que eran como 8 y uno lo metí a mi bolsa. Baje las escaleras y vi a Luisa y Drake sentados en la sala.
-¿Dónde está el parque?- pregunte con la patineta en la mano –Quiero salir ahorita y al rato, antes de que lleguen los señores Robert, pues venir a cambiarme.
-Sí, me parece buena idea ____- dijo Drake sonriendo- Mira, ¿te llevo yo y vez por donde esta para que regreses sola? Es muy seguro el vecindario así que no hay nada que temer.
No importaba si era seguro o no el vecindario. De estar de puerta en puerta, había aprendido defensa personal, a demás de que en 3 familias había estado en clase karate. No había de que preocuparme.
-Sí, está bien- asentí y sonreí.
-Linda sonrisa- dijo Luisa –La primera vez que te la veo y créeme, no quedé decepcionada…Deberías sonreír más.
-Ah…gracias- dije algo extrañada –Pero no es mi estilo…Bueno, ¿vamos señor Drake?
Drake y yo salimos. En lo que llegábamos al parque me iba enseñando de quien era la casa de cada uno… ”De los Patrick” “De los Malik” “De los Paterson” “De los Payne” “De los Winson” “De los Tomlinson” “De los Smith” “De los Styles” “De los William” “De los Horan” y esa familia, fue la última en nombrar. Era un apellido peculiar así que no tarde en memorizarlo.
Cuando llegue, había una rampa de skate, más lejos unas bancas, juegos, un gimnasio y pasto. Todo estaba repleto de gente, menos claro, la rampa de skate; no debía sorprenderme, era claro que eso no era para niños fresas y ricos que ahí habitaban.
Me despedí de Drake con la mano y corrí hacia la rampa. Hice unos trucos, que claro nadie aplaudió hasta 10 minutos después. Acababa de dar un kickflip y se oyeron unos aplausos huecos. Levanté mi mirada y lo vi.
Ahí estaba el chico de lindos ojos, quien aplaudía mi truco y risueño se resbalaba con su patineta por la rampa.
-Hola- dijo el –Bonito tu kickflip.
-Oh, gracias- dije nerviosa –No me es difícil hacerlo.
-Sí, me di cuenta- rió. Tenía una risa tan linda que me dejo paralizada; era la primera vez que estaba nerviosa con un chico –Pensé que yo y Zayn éramos los únicos “raros” aquí.
-Sí, bueno- rodee los ojos –Ya no más, me llamo ____, _____ Carolina Fletcher…De los Robert.
-Con que tú eres la jovencita que adoptaron los Robert…que por cierto, vi llorando en el Sexties. Te reconozco por el color de ojos, grises, muy peculiar.
-Sí, así es, soy yo- levante las cejas -¿Y tú eres?.
-¿Yo?- se puso la mano en el pecho –Me llamo Niall, Niall James Horan.
-Ah, con que tú eres el de apellido gracioso- el solo rio ante mi comentario y antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, apareció un chico.