-Buenos días- dije amablemente a la enfermera que estaba en la recepción –Soy _______ Carolina y vengo del IBN para el servicio.
-Claro hija- dijo la señorita que estaba a cargo de la recepción.
Ella me llevo hasta una sala de color azul pálido. Había varios pequeños jugando ahí, tan tiernos. En otra orilla estaban los mayores, había de todo tipo, y solo hablaban.
-Bueno _______- dijo ella y me sonrió –Te quedarás a cargo de los pequeños.
-Claro- dije indiferente -¿A qué hora salgo?
-A las 7:00, tu tranquila, los niños son de los mejor- esboce una sonrisa hipócrita –Y alguien más del instituto trabaja aquí
-¿Quién?- cambie mi tono a uno de excesivo interés.
-Un jovencito de 20 años llamado Niall Horan-
Yo rodee los ojos. Era increíble, esto ya eran dos castigos en un día.
Yo me presente ante los niños y a todos les dio igual que yo fuera. Excepto a una niña de apariencia dulce, le calculaba 8 años. Tenía el pelo rojizo, lacio, de ojos verdes, chimuelo de sus dos principales dientes y de una complexión que daba la impresión de ser una muñequita.
Ella se me acercó y me jalo de suéter. Yo me hinque en conclillas para estar a su altura.
-¿Juegas conmigo?- me pregunto ella con su vocecita.
-Claro princesa- dije sonriéndole -¿Cómo te llamas?
-Amber- dijo ella y sonrio, dejando ver tan gracioso hueco. -¿Y tu?
-_______ Carolina- le dije y le sonreí
-Tienes un nombre muy bonito- yo reí -¿Ya jugamos?
-Claro princesa, vamos.
Ella traía emocionada las muñecas y empezamos a jugar. Debo admitir que yo no era buena en esto, nunca había jugado, pero parecía que la niña estaba divertidísima con las cosas que decía.
-Ah que eres divertida- dijo ella riendo
-No, soy mala en esto- dije fingiendo tristeza y exagerando un puchero.
-Pues aun así eres demasiado divetida- dijo ella y me abrazo.
Yo la separe de mi pecho y sin pensármelo dos veces le empecé a hacer cosquillas. Ella se atacaba de la risa.
Cuidaba a los demás niños y a veces les daba una que otra llamada de atención, pero toda mi atención estaba con la pequeña.
En cuanto a Niall, él estaba a cargo de los jóvenes. Era claro que una que otra chica babeaba por el, y yo y mis celos querían matarla, pero solo habría más problemas.
*Narra Niall*
Perfecto. Ella estaba aquí y no sabía qué hacer para ignorarla.
Me lastimaba el tan solo tenerla cerca. Era horrible el saber cómo estaba jugando conmigo.
A veces parecía que era mía y de nadie más, luego llegaba y decía que no me quería. ¿Cómo reaccionar ante eso?
Ternura. La palabra que describía a le perfección la escena de _______ con la pequeña niña. Ella estaba sonriendo y se le veía tan contenta, tan ella de verdad. No la pared de fuerza que ella tenía cubriendo sus sentimientos.
-Claro Niall- dijo Natalia, una de las chicas del orfanato. Tenía 17 años y estaba de tras de mi desde que llegue –Claro que saldré contigo.
_________ volteo e hizo un gesto de sorpresa. Yo me sonroje y me acerque a Natalia.
-Deja de decir tonterías- le dije en un tono bajo –No estoy de humor
-¿Qué te hicieron?- pregunto ella y me acaricio la mejilla
-Nada Natalia, después hablamos, ahora debo trabajar.
-Tú y la universidad- dijo ella e hizo un puchero. Yo asentí y seguí con mi trabajo.
Paso la tarde y ya nos teníamos que ir. Me encontré con _______ en la salida.
-¿Te acompaño a casa?- le pregunte algo indiferente
-No, gracias- contesto de misma manera –Traigo carro. ¿Te llevo yo?
-Si- dije tratando de ocultar mi emoción. ¿Ven? Ahí esta primero me ignora y luego me ofrece llevarme a casa.
Los dos subimos al camaro. Ella conducia algo rápido, por lo que estaba nervioso.
-Cálmate Horan- dijo ella riendo y pisando más el acelerador –No te matare.
-Eso espero- dije cerrando los ojos con fuerza.
-Confia en mi, Natalia tendrá aún la cita contigo- dijo ella y río.
-¿Celosa?- pregunte cambiando mi actitud.
-¿Yo? ¿Celosa?- pregunto ella –Quisieras Horan. Una no puede estar celosa de algo que no le interesa.
-Odio cuando haces eso- dije bastante molesto
-¿Hacer que cosa?- me pregunto ella sin entender.
-Que no digas bien las cosas. Que tan solo me enredes- dije casi gritando –Odio que juegues conmigo.
-Yo no juego contigo- dijo ella a los gritos -¿Y sabes porque?
-¿Por qué?- dije y ella paro el carro repentinamente.
-Por que te odio Niall Horan, te odio- dijo ella y salí del auto.
Era un idiota, por enamorarme de alguien que en definivita no tenia sentimientos. Por enamorarme de alguien que solo jugaba con la gente.