Me pare de inmediato y camine hasta dónde mis pies pudieras. Aún a la distancia podía observar esa pequeña cabaña.
Cuando me cerciore de estar lejos de esta, saque un sobrecito con aquella heroína.
Sabía que le había prometido a Perrie no volver a hacerlo, pero simplemente ya no podía dejarlo. Era como si me quitaran una parte fundamental de mí. Sin embargo, no me consideraba adicta.
Después de consumirla, decidí recostarme en el suelo. No quería pensar o preocuparme de nada.
Ya que el plan no había dado frutos, decidí volver a la cabaña. Tenía que regresar a la casa, ya que si no lo hacía, ni Drake ni Luisa dudarían en llamar a Bob.
-Ya vámonos chicos- dije entrando a la cabaña y di un enorme suspiro.
-¿De nuevo?- dijo Perrie hirviendo del enojo.
-Si Perrie, de nuevo- dije. Sabía que se refería a la droga.
-Lo prometiste _______- me grito
-Pero ni siquiera funciono el plan- le respondí de misma manera –Entiende Edwards, no es algo que pueda dejar. Tampoco Zayn y menos Niall.
Perrie volteo a ver a Zayn. Este solo agacho la cabeza.
-¿Ves?- pregunte con un aire irónico –No tienes por qué regañarme. No eres ni mi amiga para hacerlo.
-¿Entonces?- pregunto ella. Sus ojos se tornaron rojos -¿Para qué me pides ayuda?
-Solo quería a alguien- dije con la voz quebrada –A alguien que me pudiera entender, que no me juzgara y que me ayudara a pasar los momentos difíciles. Pensé que ustedes podrían ser esas personas
-Yo estaba dispuesta a serlo- dijo Perrie. Una lágrima descendió de su mejilla.
-Pero no lo eres. Nadie lo ha sido, me encuentro sola- dije reteniendo las lágrimas –Después de todo, creo que siempre lo he estado.
Salí de la cabaña y me volví a tumbar debajo de árbol. Ya no importaba si Luisa y Drake llamaban a Bob.
De todas maneras iba a ser lo mismo. Me encontraría otra vez sola, aunque desde un principio ya lo haya estado.
Iba a ser lo mismo. Otra familia, otra casa, problemas familiares y más problemas que les ocasionaría yo.
Seguramente yo tendría que conseguir otra casa ya que solo faltaban tres meses para que cumpliera 18 años.
La última vez que llore fue hace un tiempo. Cuando los Robert me dijeron que tal vez volvería al orfanato.