Ya era de día y adormilada me para de la cama y me dirigí al baño. Ahí me duche y aunque no tome el tiempo, estoy segura de que me tarde mucho.
Al salir me vestí. Me sentía feliz de no tener que usar la ropa de Luisa de nuevo. Baje por la escaleras y no había nadie, suponía que estarían dormidos pero me equivocaba, se escuchaban voces en el jardín trasero.
Me asomé por la puerta deslizable de vidrio y se veía a Drake y a Luisa hablar con lo que deberían ser los Tomlinson. Yo deslice la puerta y salude como para llamar la tención; quería que vieran que ya había “dueña” de la casa.
-Buenos días a todos- camine en el césped y me senté alado de Luisa –Soy _____ Carolina, ahora hija adoptiva de Luisa y Drake.
-Mucho gusto- dijo una de las jovencitas, supuse que era la mayor –Me llamo Lottie.
-Bueno _____- dijo Drake –Ellas se quedaran aquí durante dos meses.
-Está bien- sonreí hipócritamente –Pero bueno…creí que habían mencionado a un chico ¿ o no?
-A si- dijo una niña como de 13 años, que estaba recargada en el pecho de Lottie –Es mi hermano, Louis…pero el está ahora con su novia asi que tal vez tarde en venir.
-Gracias pequeña- sonreí –Bueno, voy a ver que hay en la cocina…
-Espera ______- dijo Drake –En una hora llega Carlota…La señorita que da servicio a la casa y ella hará el desayuno, mejor quédate y platica con Lottie y Felicite, además sirve que esperamos a Louis.
Yo asentí y los cinco platicábamos, mientras que las gemelas Daisy y Phoebe jugaban en el enorme jardín. Una hora después, como lo dijo Drake, se apareció una señora como de 30 año; era de tez blanca, ojos verdes, pelo negro y sonrisa de comercial, complexión delgada y atractiva; saludo de beso de mejilla a las Tomlinson al igual que a mis tutores, pero al verme se quedo…pasmada.
-No sabia que les darían tan rápido a la señorita- dijo ella –Pero que bueno que ya está aquí…¿Cómo te llamas?
-Ah…Me llamo _____ Carolina- dije contenta; ella era la primera persona a la que me dirigía de buena manera –Tu debes ser Carlota ¿cierto?
-Asi es…Soy la sirvienta- cuando oí eso, estaba llena de rabia y eso se pudro expresar en mi rostro
-Solo digamos que eres la ayudante en el mantenimiento de la casa y ya- dije auto-controlándome
Era fácil porque me portaba así con Carlota. Mi madre, antes de embarazarse de mí, había sido sirvienta de los ricos, pero en cambio, a ella la trataban mal, le daban poca paga y era explotada laboralmente. Al menos eso me lo contó Bob alguna vez, y no quería tratar asa a Carlota, o alguna otra que trabajara en esta casa.
-¿Quieres desayunar _____?- pregunto Carlota