Broken Wings

Capítulo 2

—Luke por favor no te vayas, no me dejes- decía entre lágrimas.

—Ya te he dicho que no me vuelvas a dirigir la palabra nunca más, no me hagas repetírtelo.

—Luke yo….

Me desperté rápidamente había tenido el mismo sueño, un sueño que se había repetido durante estos 5 años que había estado sin ver a Luke. Había intentado comunicarme con él en numerosas ocasiones, pero no atendía el teléfono y sus padres tampoco me querían decir donde se encontraba. 

Aún con la respiración agitada por el sueño, si es que se puede llamar así me fije en la hora, 7 y media dentro de nada sonaría el despertador, para recordarme que era un nuevo día, que tenía que ir al instituto. Escogí la ropa que me pondría y me fui a duchar, no soy de las personas que tardan mucho en 20 minutos y estaba lista,me coloqué mi respectivo uniforme una camisa blanca que iba acompañada por una corbata de color negro, una americana del mismo color de la corbata y la cual llevaba la insignia del instituto, mi falda negra que acomodaba a la altura de las rodillas y unos calcetines negros que se encontraban 4 centimetros más arriba de mis tobillos, me miré no por más de dos minutos en el espejo mientras recogía mi larga cabellera castaña y la ataba en un moño para después asentir con aprobación frente al reflejo que este me mostraba. Cogí la mochila y la coloqué al lado de la puerta y posteriormente me dirigí a la cocina para prepárame una tostada y tomar el zumo que se encontrara en la nevera, esta vez la cocina no estaba sola mi madre estaba desayunando y Michael se había levantado temprano.

—Felicidades cariño.—Me dijo a la vez que me abrazaba.

Lo había olvidado hoy era mi cumpleaños un año más en mi miserable vida, si, miserable, mi vida consiste siempre en lo mismo es demasiado monótona  ir a la escuela, sentarme a escuchar a los profesores por largas y aburridas horas, llegar a casa, estudiar, dormir y nuevamente repetir lo mismo. No es que yo hiciese algo para evitar que fuera diferente, pero ¿qué podía hacer?

—Eres una vieja.—Soltó Michael.

—Te recuerdo que yo tengo 17 y tú tienes 19, el viejo aquí eres tú—le respondí dándole un suave golpe en el hombro.

—Sí, claro eso dicen todos.—Bromeó mientras me entregaba un regalo, bastante pesado y que por su envoltura estaba claro que lo había envuelto el, no puedo esperar así que abro el regalo enseguida, era la colección de libros de “The Maze Runner”, una de mis sagas favoritas y me alegraba por fin tenerla en mis manos, sin duda me conocía perfectamente.

—Gracias Mikey.—Alegué a la vez que lo abrazaba.

—Ya me tengo que ir a trabajar, en la mesa de la entrada te dejé 50 euros para que te compres lo que quieras.

—Gracias ma, puede que vaya a mirar tiendas a la salida.

—De acuerdo, pero no vayas a llegar tarde y mantenme comunicada.

—Si mamá.—Respondí mientras rodaba mis ojos, no sé porque se molestaba en decirme que no llegara tarde si siempre estaba en casa antes de las 7.

Terminado mi desayuno me despedí de mi hermano y me encaminé a la parada del bus para dirigirme a la escuela que me quedaba a 25 minutos andando, pero a pesar de que tenía tiempo no tenía ganas de caminar.

Al llegar al salón consulto el reloj y veo que todavía es temprano, así que me siento en mi lugar favorito, el pupitre al lado de la ventana, me coloco mis cascos y selecciono la playlist de Bon Jovi, al cabo de un rato, a pesar de la música que sonaba por mis auriculares, empiezo a oír el murmullo de la gente que empieza a entrar al aula. Aunque la verdad es que parece que el instituto está siendo invadido por zombis. Algunos andan arrastrando los pies, otros responden mediante gruñidos y otros se duermen como pueden, incluso de pie.