30.

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Podía sentir que me ahogaba, estaba agotada, pero eso no iba a hacer que dejase de cantar a pleno pulmón "Misery Business" de Paramore. Jack, Violet, Ashley, Alfredo y yo dábamos saltos bailando cerca de la mesa del dj. Estaba siendo una de las mejores noches de mi vida. Hacía bastante tiempo que no veníamos a la Emo Nite. Cuando Liam vivía aquí veníamos todos los viernes, y sábados, y a veces domingos... No era una buena influencia.

Cuando la canción terminó le di un último sorbo a mi bebida y me acerqué a Jack que rodeó mi cintura con sus brazos. Imité su gesto pasando mis brazos alrededor de su nuca. Estaba de puntillas, porque siendo un gnomo de jardín sería imposible alcanzar su cuello de otra forma. Depositó un beso en mi mejilla, un poco más cerca de mi boca de lo que debería. Mi estómago hacía más volteretas que el dibujo de Lizzie McGuire cuando le hablaba Ethan. Me fijé en sus ojos. Ese marrón fuego me volvía loca. Hoy, probablemente debido al alcohol, brillaban más que de costumbre.

Tratando de recuperar mi estabilidad emocional y mi cordura me acerqué a su oído.

—Voy a por una bebida.— prácticamente le grité.

—¿Te acompaño?— contestó recorriendo mi espalda con sus dedos. No sé qué trataba de hacerme, pero quería que parase inmediatamente o no parase nunca. Negué con la cabeza, si abría la boca sólo podría gemir, y sería raro que hubiese hecho a su hermana gemir.—¿Segura?— sonrió y yo asentí.— Está bien.— me dio un beso en la frente y me soltó.

El momento en el que sus brazos dejaron de rodearme me sentí aliviada, pero triste. De pronto tenía frío. No exactamente frío, más bien ya no tenía calor.

Sacudí la cabeza y traté de olvidarme del hecho de que Jack me había puesto cachonda sólo con rozarme, la espalda, por encima de la camiseta. Definitivamente estaba enferma. Necesitaba un buen polvo para olvidarme de Jack, y de su espalda, y de como se mordía el labio cuando estaba nervioso, y de como fingía que no sabía cantar para que yo no me sintiese mal, y de... Gracias a dios choqué contra una chica y eso me obligó a dejar de darle vueltas a todos los pequeños gestos de Jack. Tras pedirle perdón a la pelirroja proseguí caminando hasta llegar a la barra. La verdad es que no fue fácil, había demasiada gente.

Me apoyé sobre el mostrador esperando a que la camarera me hiciese caso. Estaba demasiado ocupada tonteando con un grupo de chicos con tatuajes. Miré a toda la gente que se encontraba en la barra para tratar de entretenerme un poco. Y allí estaba, en el extremo más alejado. Su pelo rubio recogido en un pequeño moño, su inconfundible chupa de cuero y su camisa de cuadros roja ligeramente desabrochada. A su lado una imponente mujer. No podía dejar de mirarlos. Ambos eran guapísimos. Luke Hemmings era un ángel caído del cielo y la chica a la que agarraba de la cintura parecía un demonio de lo sexy que era. Parecía ese tipo de chicas que con una palabra te vuelven loco. Y sabía que ese era exactamente su tipo. El momento en el que su cabeza giró y sus ojos azules, del azul más puro que había visto nunca, se posaron en mí, el mundo se calló. Mordió su labio haciendo que su piercing desapareciera. No podía dejar de mirarlo, y tampoco quería.

—Hey.— la voz de la camarera me obligó a apartar la mirada de mi ángel.— ¿que quieres tomar?

—Una cerveza.— contesté con desgana.

Me sirvió la botella en tan sólo unos segundos, pero en cuanto volví a mirar en dirección a dónde se encontraba Luke, ya no estaba. Igual nunca había estado y había sido sólo una fantasía a causa del alcohol.

Me abrí camino hacia el baño, necesitaba refrescarme un poco. Definitivamente había bebido demasiado y me costaba más de lo habitual caminar. La cola era enorme. Poco a poco fueron entrando y saliendo chicas, alguna vez algún chico las acompañaba. Realmente si miraba a mi alrededor había bastante gente disfrutando de la compañía física de otras personas.

—Vaya, vaya... mira quién está aquí.— dijo la chica que acababa de salir del baño guardándose una bolsa de polvos blancos en el bolsillo. Arzaylea.

—¿Es la cocaina vegana?— pregunté alzando una ceja.

—Vuélvete a la cama.— contestó empujándome hacia la pared.

—¿A la de Luke?— le grité mientras se iba haciéndome el corte de manga.

Cuando salí del baño estaba más aturdida que cuando había entrado. Todo me daba vueltas. Sentía que volaba. Hasta que volé, pero hacia el suelo. Unos fuertes brazos salvaron mi linda cara sujetándome por el abdomen. Y ahí todo se volvió negro.

NOTA: Me da penita porque el capítulo que tenía escrito y se me borró molaba más :(
Por cierto amo a Jack, ¿ y si mato a Luke y hago esto una novela de Jack? JAJAJJ

Instagram girl (l.h)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora