Capítulo 13.2.

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Pasadas unas horas, Amaia y Alfred llegan a la casa. Alfred aún no ha tenido oportunidad de hablar con su amiga, así que se sienta a su lado y la conversación entre ellos se alarga. Mientras ellos dos conversan, Luis va un momento a la cocina a por otra cerveza. Amaia no lo pierde de vista y tras cruzar las miradas con Roi y Ana, le sigue. 

Se encuentran de bruces, Luis con el botellín en la mano y Amaia distraída por naturaleza.

-Vienes a por otra? -Señala la cocina pero ella entra intentando que el la siga.

-No, Luis. Vengo a hablar contigo.

-De? -Entra a la cocina al fin, por no quedarse en la puerta y que los escuche alguien. Luis se apoya en la encimera con sus dos manos, de frente a Amaia, que hace rodar su cerveza casi vacía. 

-Lo primero, cómo estás?

-Bien. -Aunque tarda un poco en contestar. Amaia agacha su cabeza para mirarlo de una forma que intenta ser amenazante, aunque no lo sea. -Que sí, estoy bien.

-No te afecta ni un poquito -Hace una señal con sus dedos, alargando la palabra con voz aguda. -que Aitana esté aquí? Qué os toque compartir el mismo espacio?

-Pues... -La verdad era que no, que le gustaba, le encantaba, pero sería una respuesta extraña. Debería dar demasiadas explicaciones. Tenía sentimientos encontrados, a decir verdad. Amaia lo debía notar o tal vez no, no lo sabía. Luis siempre había sido de ideas fijas, tenía las cosas claras, y ahora? Las tenía? Quería a Aitana, de eso estaba seguro. También tenía un poco de miedo, de que se volviera a ir, de volver a hundirse, pero le podía más su amor por ella, siempre lo había hecho. Jamás había sido alguien rencoroso, entendía a los demás sin demasiadas explicaciones. Puede que eso fuese malo a veces, puede que le mintieran, pero él era así. Y con Aitana... Ella siempre había sido su debilidad, desde el minuto 1 en las oficinas, cuando le dijo de ir a su casa, cuando su ex la trató mal aquel primer día en casa... Él siempre protegiéndola. Siempre había pensdo más en ella que en él y sí, tenía miedo, estaba cagado de miedo, pero no podía, no sabía decirle que no. -Me he hecho a la idea. -Dijo como si nada.

-Y ya estaría, no? -Dice ella con un tono irónico. -Por favor, Luis, que no me he caído de un quinto.

-Me llamas Luis ahora? Siempre me dices Cepeda.

-Sí, porque estoy hablando de algo serio y tu parece que te lo tomes a cachondeo con esa media sonrisa. -Le señala con el dedo y él intenta esconder su sonrisa mordiendose el labio. -Se que ha pasado algo. No lo quieres contar? Pues vale. Pero he estado aquí mucho tiempo a tu lado y esperaba una media explicación. Pero tu sabrás, Luis, tú sabrás. 

Amaia había elevado el tono más de lo normal, y aunque su voz siempre sonara dulce había mucho de enfado, o tal vez disgusto, en sus palabras.

-Espera! -Luis la atrapa cogiéndola por el brazo cuando ella se enfilaba de nuevo al salón. -Espera, Amaia. -Ella se gira, lo mira y espera. Luis se rasca la nuca y mira hacia el suelo. Amaia sabe que está nervioso. 

-Te lo pondré fácil. -Él la mira de nuevo. -El otro día hablamos Ana y yo con ella de por qué se fue. Solo diré que ella se marchó sin comer y lo último que le dijimos es que te debía una explicación. Te la dio?

-Sí. -Y no puede evitar una media sonrisa de triunfo.

-Está todo bien entre vosotros?

-Sí. Creo que sí. -Luis nota la impaciencia de Amaia pero la coge de las manos para tranquilizarla. -No puedo decirte mucho más porque no queremos decir nada a nadie de momento, pero sí, estoy bien con ella, hablamos y vamos a ver que tal nos llevamos estas semanas. 

-Tienes miedo? -Él no contesta, porque ella lo hace antes. -Porqur yo sí. Tengo miedo de que se vuelva a ir.

-Dale una oportunidad.

-Me lo estás diciendo tú a mi... Madre mía. Quién lo hubiese dicho?

-Amaia, tengo miedo pero la quiero.

-Y ya está? La quieres y la perdonas, así de fácil?

-Tengo miedo de que se vuelva a ir, por eso mismo quiero estar bien con ella, para que se quede, para volver a empezar. -Ella lo mira sin perder detalle pero no contesta. -Me explicó lo de su depresión, mi hermana tuvo hace años un tiempo muy malo y... Se de que va. No lo he vivido en mi piel pero entiendo o hago el esfuerzo de entender su decisión de marcharse. Se marchó pensando que el problema era nuestra relación y se dio cuenta de que no era eso.

-Debería haber vuelto.

-Ya, yo también lo pienso. O al menos una llamada, pero ahora ya está.

-Al menos, podrías decírselo.

-El que?

-Que hizo mal en cortar las comunicaciones de esa manera.

-Sí... Bueno, dejemos esto y vamos al salón. Que llevamos mucho rato aquí. -Amaia no quería irse pero sabía que en parte no era el lugar donde hablar de esos temas, y aún menos con Aitana allí tan cerca. -Prometo que te lo explicaré todo, solo que ahora...

-Vaaaleee. 

-Contenta?

-Lo estaré más cuando me lo cuentes todo.

-Serás la primera. 

-Vale.

Se giran y los dos van a salir de la cocina con nuevas cervezas. Será ya hora de preparar la cena, pero de eso se encarga Roi. Antes de estar en vista de los demás, Luis abraza a Amaia y apretuja sus hombros de tal manera que ella no se puede casi mover. Su risa suena y el gracias más sincero de Luis también.

Esto acaba de empezar. INCLUYE 2nda TEMPORADA TERMINADA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora